Claves: Dios, Hashem,
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santuario, Mikdash, Jerusalén, Madre, cualidad, faz, Cabalá, Kabbalah,
mística, sod, secreto, espiritualidad
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Shalom.
Gracias por participar.
Tal
como respondimos recientemente, la Shejiná es la luz creada
que sirve para manifestar la Presencia de Dios.
NO es Dios, ni una parte de Él.
Ya que Dios no tiene imagen, ni cuerpo, ni elementos que puedan ser
percibidos.
Ni secciones, miembros, personas que puedan desprenderse de Él.
Dios, Él mismo, es esencialmente indescriptible, imperceptible, ajeno a
cualquier descripción imaginativa o de forma.
Así que, cuando en algunos textos reconocidos
por su habitual certeza se alude a la divina Presencia como poseedora de
cualidades femeninas, NO se está queriendo señalar la parte femenina
de la personalidad de Dios.
Sino que, se está empleando lenguaje simbólico para describir un modo por
medio del cual Dios actúa en la creación.
Ya que, Dios actúa en ocasiones como Juez severo.
En otras como Padre solícito.
En otras como Esposo amoroso.
En otras, como Madre... quizás como prototipo de la Idishe Mame.
Pero, tenga bien en claro que no es aspectos de Dios, o
personalidades de Él, sino maneras en las cuales Él opera en la realidad
y que nosotros adscribimos a lo que nosotros conocemos.
Si juzga, está actuando ante nuestro entendimiento como Juez.
Si consuela, está actuando ante nuestro entendimiento como Madre.
¿Comprende?
Ahora bien, ¿por qué la divina Presencia es
considerada como manifestación de índole femenina?
Le daré tres respuestas posibles:
-
Reside en el Hogar y lo preside
La divina Presencia se manifestaba como una flama singular, especialmente en
el Santuario/Templo, como hemos dicho, de entre el medio de los querubines
de la tapa del arca de la Alianza (ejemplo en 1 Melajim / I
Reyes 8:11).
Así pues Templo implica Shejiná, ya que en uno se manifestaba la
Otra. (Aparte, el Santuario llamado Mishkán y la
divina Presencia denominada Shejiná están asociados también por el
lenguaje, ya que ambas voces provienen de lishkon -morar, residir,
asentarse).
Por su parte, la mujer, en el pensamiento tradicional del judaísmo, es la
reina del hogar, la señora indiscutible de la casa y la familia
(simbolizado en Bereshit / Génesis 24:67).
Por tanto, la Shejiná que reposaba en el lugar que el Eterno
escogiera para hacer morar Su nombra, ¿no es considerada por las personas
como Dios que es cual Reina en su Hogar?
Entonces, en verdad no es la Shejiná de índole femenina, sino que se la percibe
con cualidades femeninas, hogareñas.
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Receptividad
En el pensamiento judío tradicional, lo
femenino se considera como receptivo.
La Shejiná es el Eterno actuando de modo receptivo ante las necesidades de
Sus hijos.
¿De dónde lo aprendemos?
Cuando el rey Shelomó/Salomón terminó de construir el Templo en el sitio
designado por Dios, y de acuerdo a Su Voluntad, pronunció un rezo
discursivo, en el cual enfáticamente declaró: "Estén abiertos Tus ojos de
noche y de día hacia este templo, hacia el lugar del cual has dicho: 'Allí
estará Mi nombre', para escuchar la oración que Tu siervo haga hacia este
lugar. Escucha la plegaria de Tu siervo y de Tu pueblo Israel, cuando oren
hacia este lugar. Escucha Tú en el lugar de tu morada, en los cielos;
escucha Tú y perdona." (1 Melajim / I Reyes 8:29-30).
El sabio rey lo dice muy bien: el lugar de Dios NO es el Templo, sino
que es ese sitio indefinido que se llama cielos, que es una metáfora
para indicar lo indescriptible, lo inconcebible por la mente humana. Sin
embargo, la atención a la los ruegos de Sus hijos se dirigía hacia el
Templo, hacia la morada de la Shejiná.
De este modo quedaba fijado en la idea de las personas que Dios actuando
receptivamente se manifestaba en la Presencia, en la Shejiná que
reposaba en el Templo.
-
Amor materno
El profeta dice: "Porque así ha dicho el
Eterno: ''He aquí que Yo extiendo sobre ella la paz como un río, y la gloria
de las naciones como un arroyo que se desborda. Mamaréis y seréis traídos
sobre la cadera, y sobre las rodillas seréis acariciados.
Como aquel a quien su madre consuela, así os consolaré Yo a vosotros. En
Ierushalaim [Jerusalén] seréis consolados." (Ieshaiá /
Isaías 66:12-13).
Es el mismo Dios el que se presenta a Sí mismo como una Madre, compasiva,
amorosa, nutriente, segura.
Este actuar maternal por parte de Dios, ¿no está dicho que ocurre en
Ierushalaim?
¿No es en el sitio que Él escogió como hogar para Sí y Sus hijos
primogénitos (los judíos)?
Siendo que la Shejiná se presentaba en Ierushalaim, ¿es extraño que
se le atribuya un cariz femenino, maternal?
Y, cuando Sus hijos están en el exilio, echados de su ciudad santa, ¿cómo no
habrá de llorar y condolerse por ellos?
¿Cómo no irá junto con ellos al exilio?
Reitero que la Shejiná NO es Dios, ni
parte de Él.
Es la señal singular que Él creó para hacer notar Su existencia
inalcanzable.
Que esta Presencia actué de modo femenino, o que las personas le atribuyan
correctamente características femeninas, no implica que sea el aspecto
femenino de Dios.
Para finalizar, le aconsejo que no continúe
indagando en el tema de descripciones acerca de la divinidad, pues la línea
que separa el apego fiel del barranco idolátrico es minúscula.
En general cuando se quiere añadir más de lo apropiado, se termina causando
perjuicios.
Sea adherente al Eterno, sin intentar
aprehenderlo, pues Su esencia es impenetrable, y muchas veces las metáforas
son engañosas.
Si mi modesto trabajo aquí presentado le ha sido de
bendición, no
olvide que este sitio y su autor se mantienen gracias a Dios, que en parte
canaliza Su bondad a través
de la colaboración económica de
los lectores.
No cierre su mano, y abra
su corazón bondadoso para ser parte de la Obra del Eterno.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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