Shalom.
Gracias por participar.
Apreciada amiga mía, la descripción de la
(aparente) metamorfosis en el alma/psique de Eliahu
haNaví que me pides, ¡es como para escribir un libro!
Como no tenemos tiempo ni energías para comenzar y terminar de escribir un
libro de valor en los próximos minutos, te daré una sucinta relación del
crecimiento espiritual de este insigne profeta de nuestra nación, tal cual
es visible en el relato del Tanaj.
Empecemos con una reiterada asociación de
algunos de nuestros Sabios: "Eliahu es Pinjás" (ver cita por
ejemplo en Midrash Shojar Tov 63, Rashi a Baba Metziá 114b, Radak a Shofetim
20:28, entre otros).
Ahora bien, ¿qué quiere decir esta frase? ¿Acaso es la aceptación del
grotesco de la reencarnación (tal como es presentada en las
doctrinas paganas)? ¿O es un señalamiento de cualidades idénticos
entre ambos personajes?
Mejor dejemos que el Tanaj nos dé la respuesta.
Sobre Pinjás, nieto de Aarón, está escrito:
"... manifestó entre ellos Mi celo. Por
eso Yo no he consumido en Mi celo a los Hijos de Israel..."
(Bemidbar / Números 25:11)
Y Eliahu confiesa de sí mismo ante Dios:
"He sentido un vivo celo por el Eterno
Elokim de los Ejércitos, porque los Hijos de Israel han abandonado Tu
pacto..."
(1 Melajim / I Reyes 19:10)
Pues, la respuesta es: ambos compartían
ciertas cualidades espirituales singulares, ya que, tanto Pinjás el
sacerdote como Eliahu el profeta eran vivamente celosos por Dios, defensores
a ultranza de Su Mensaje y del modo de vida que Él dispuso como aceptable.
Tal era su fervor religioso que llegaban al punto de estar
dispuestos a sacrificar lo material con tal de resguardar la vitalidad de lo
espiritual.
Este empeño llevado al extremo de la acción violenta
(recordemos que tanto Pinjás como Eliahu se dejaron llevar por una furia
emergida de la pasión espiritual, y culminada con el derramamiento de sangre
de transgresores públicos, uno en Bemidbar / Números 25:8, y el otro en 1
Melajim / I Reyes 18:40) tuvo una seria y estricta reconvención por
parte del Eterno, ya que Él quiere el exterminio del pecado pero no del
pecador. Pues, Dios reiteradamente anuncia que busca el arrepentimiento y no
la muerte del extraviado. Por lo tanto, a Pinjás le escarmentó/premió
diciéndole:
"Yo le concedo Mi pacto
de paz."
(Bemidbar / Números 25:11)
¿Qué quiso Dios decir con esta concesión de un
"pacto de paz"?
Que Dios reconocía que la intención de Pinjás era positiva, sin embargo,
rechazaba Dios los métodos extremistas y el fanatismo enceguecido de Pinjás;
pues para el judaísmo (para Dios) el fin jamás
justifica los medios (si estos están reñidos con la normativa
de la Torá).
Por lo cual, de ahora en más Dios esperaba que Pinjás llegara a similares
resultados (la extinción de los pecados), pero por el
camino pacífico y no por medio de la sangre derramada del pecador.
¿Está claro?
Pongámoslo así: para llegar a la armonía con Dios hay dos caminos
(el del nieto, y el del abuelo):
-
El del celo enfurecido, que era el modo
ejercido por Pinjás hasta este momento; o
-
el sendero de su abuelo Aarón, de la amorosa
corrección de las conductas del pecador; pues, Aarón buscaba la paz y la
construía pacíficamente a través de señalar lo bueno que estaba esperando
ser realizado.
Así que, Pinjás que viviera unos 500 años
antes que Eliahu podría servirle como modelo de vida.
Sin embargo, por mucho tiempo Eliahu (que era un jajam
-sabio-, pues de lo contrario no podría haber alcanzado el grado profético
que adquirió), sólo actuaba de acuerdo al modelo del "vivo celo en
defensa de Dios", obviando el modo armonioso y pacífico.
Pero, ¿lo obviaba por desconocerlo, o porque las
circunstancias
ameritaban una acción y actitud drásticas de su parte?
Veamos que nos dice el Tanaj:
"Entonces Eliahu/Elías volvió a decir al
pueblo: -Sólo yo he quedado como profeta del Eterno, pero de los profetas de
Baal hay 450 hombres."
(1 Melajim / I Reyes 18:22)
El profeta se ve a sí mismo en solitaria lucha
contra una multitud de poderosos enemigos, y contempla como el pueblo se
desliza insensiblemente y sin descanso cada vez más lejos del Brazo del
Eterno. Y sufre por eso, ya que el ama a su pueblo, desea su bienestar,
lucha por su mejoramiento; pues su lucha acérrima no es contra sus hermanos
descarriados, sino contra la maldad, la idolatría, los misioneros de las
falsas creencias, los apóstoles de la perdición espiritual.
Y si bien confía plenamente en el Todopoderoso, y está seguro de Su Poder;
duda mucho de la integridad de sus conciudadanos, y de que ellos puedan
arrepentirse para retornar a la senda de la justicia y rectitud. Tal como
amargamente le llora a Dios:
"...porque los Hijos de Israel han
abandonado Tu pacto, han derribado Tus altares y han matado a espada a Tus
profetas. Yo solo he quedado, y me buscan para quitarme la vida."
(1 Melajim / I Reyes 19:10)
Ante el camino cerrado que vislumbra en el
futuro de su misión como reconductor del pueblo, se deja llevar por su
pasión, por la porción de su ánimo que ha cultivado menos, por el equívoco
desenfreno escudado en las buenas intenciones (cosa que como
vimos más arriba, Dios rechaza a priori).
Y Dios trata de hacerle entender que no es con
violencia, gritos desaforados, persecuciones amenazantes el modo adecuado de
convencer y educar a las personas para que anden por el buen camino
(ese es uno de los sentidos de los pasajes en 1 Melajim / I
Reyes 19:11-12).
Sino
que es a través de la paciencia, de la disciplina constante en construir
puentes de entendimiento, de las amonestaciones afables, de la amistosa
palabra sabia que delimita claramente lo correcto de lo que no lo es.
Pero, Eliahu está sordo a esto, no entiende, ni capta esta sección del
mensaje que Dios le está trasmitiendo directamente a él. Sin embargo, no lo
podemos culpar, ni siquiera exigirle más de lo que él ha dado, pues no
olvidemos que Eliahu, con todas sus virtudes y grandezas, no era más que uno
de nosotros... y en este punto, en este preciso punto, Eliahu se mantuvo
reacio al cambio y se empecinó en mantener su vivo celo en defensa de Dios.
Aunque, quizás no fuera tan terco al cambio...
Prestemos atención a los finos detalles del drama existencial de este
hombre.
La reina Izebel/Jezabel lo condena a muerte, y jura acabar con su vida a
como dé lugar.
Entonces:
"...él vio, y se levantó y fue a su alma.
Así llegó a Beer Sheva, que pertenece a Yehudá [Judá]. Dejó allí a su
criado, y él se fue un día de camino por el desierto. Luego vino, se sentó
debajo de un arbusto de retama y ansiando morirse dijo: -¡Basta ya, oh el
Eterno! ¡Quítame la vida, porque yo no soy mejor que mis padres!"
(1 Melajim / I Reyes 19:3-4)
¿Qué quiere decir el frecuentemente mal
traducido, y peor comprendido "él vio, se levantó y se fue a su alma"?
¿Qué es lo que vio?
¿De dónde se levantó?
¿Qué quiere decir "se fue a su alma"?
Respondamos a estas tres preguntas en su orden:
-
Vio que sus hechos del pasado no ejercían el
efecto constructivo que el aspiraba. Vio que sus afanes extremistas por
conseguir la paz para su nación, la fidelidad a los preceptos, la armonía
nacional; no daban frutos jugosos y bellos.
Vio que su proyecto de vida estaba rumbo al fracaso.
-
Se levantó de la seguridad que ostenta el
fanático.
Se levantó para criticar sus métodos, para investigar lo más sinceramente
posible el motivo de sus traspiés.
-
Fue a su alma quiere decir que comenzó un
viaje de auto-descubrimiento, de crecimiento personal, de mejoramiento de
aquellas posturas de vida que le estaban perjudicando cumplir su misión como
líder espiritual de su nación.
Fue a su alma, es iniciar la aventura de atreverse a mirar la propia alma
ante el espejo de la Verdad, y no temer reconocer las manchas que la ajan.
Así que, en definitiva, Eliahu se había puesto
en el camino del tikún -reparación, mejoramiento- personal, para
luego estar en mejores condiciones como para ayudar al prójimo a mejorarse.
Él sintió y comprendió la imperiosa necesidad de esta terapia del
espíritu, pues de lo contrario... ¡no sería mejor que sus padres! ¡Su vida
no tendría sentido!
Sin embargo, advertimos que a partir de su deseo de cambio su carácter de
fuego no tuvo un giro espectacular, que no se había mitigado mucho la pasión
ardiente que lo consumía y devoraba al pecador que se le aproximara
(recordemos la sordera ante la revelación en Jorev que recién
mencionamos, o a las 2 tropas que incineró cuando iban a su encuentro).
Algo en su persona estaba ralentizando el
cambio imprescindible.
Y ese algo enlentecedor era: el fuego de su celo por Dios.
Su máxima virtud, era su más dura carga.
Su bendición, era su maldición.
Ahora bien, sabemos que el Eterno es Juez
Justo, y que retribuye midá kenegued midá -medida por medida-
(en ocasiones retribuye con la contra-medida).
Si el fuego, la pasión, el ardor, el celo devorador era el obstáculo para
hacer de Eliahu Su emisario de paz... ¿con qué curaría Dios el fuego
del amor por Dios de Eliahu?
Obviamente que con ¡fuego de parte de Dios!
Y así, en el último instante del Eliahu corpóreo (descrito
como demasiado rústico e impermeable al medio ambiente, al prójimo,
ver 2 Melajim / II Reyes 1:8) se ve rodeado de flamas descendidas de
los Cielos, y en ellas es elevado hacia planos ignotos (para
nosotros) de espiritualidad; tal como es posible interpretar el
pasaje:
"Aconteció que mientras ellos iban y
conversaban, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego los separó a
los dos, y Eliahu/Elías subió al cielo en un torbellino."
(2 Melajim / II Reyes 2:11)
Dios retribuyó al justo Eliahu con la medida
justa para que alcanzara su corrección, su tikún personal: lo elevó
en llamas celestiales a un plano superior de existencia
(¿murió,
trasmutó su ser, está congelado en otra dimensión, que ha sido de él?)
Así, queda el Eliahu espiritual actuando
constantemente y ya despojado de su fervor nacido de su condición material
(esto puede ser entendido literalmente, como preferible
metafóricamente: el mensaje de Eliahu vive y actúa, en el rostro y las manos
de los continuadores de su obra por devolver a los judíos su dignidad de
Hijos primogénitos del Eterno. Esta interpretación la extraemos del
versículo: "Entonces Elishá/Eliseo recogió el manto de Eliahu/Elías, que se
le había caído, y regresó." (2 Melajim / II Reyes 2:13)).
Y así, Eliahu puede ser percibido como estando simultáneamente aquí y allá;
en mi hogar y en el tuyo en la noche de Pesaj; o en la circuncisión de mi
hijo, o en el del niño al otro lado del planeta; pues, Eliahu no es una
persona, sino un concepto, una poderosa razón para perfeccionarnos y
perfeccionar al mundo a través del camino de Aarón.
Tal, en nuestra interpretación, es lo que
enseña el siguiente midrash: "Dijo Rabí Shimón ben Lakish: 'Eliahu
es Pinjás, y le dijo el Santo bendito sea Él: Tú estableciste la paz entre
Israel y Yo en este mundo; asimismo en el mundo por venir tú serás el que
establecerá la paz entre Yo y mis hijos, tal como fuera profetizado: "He
aquí Yo envío al profeta Eliha/Elías antes de que venga el día del Eterno,
grande y temible. Él hará volver el corazón de los padres a los hijos, y el
corazón de los hijos a los padres; no sea que venga Yo y golpee la tierra
con destrucción." (Malaji / Malaquías 3:23-24)'"
(Ilakut Shimoní, Pinjás 671).
Dicen que Eliahu se ha ido, pero que aquí
está.
Aquí mismo, en las plazas, en las ferias, junto a los humildes, reanimando a
los desfallecidos, iluminando a los recién nacidos, fortificando la
confianza de los apabullados, vigorizando el paso del titubeante.
Aquí está, y allí está... como los rayos del sol, ocupando miles de sitiales
sin estar en ninguno.
Y así como él sufrió la justa retribución por medio del fuego para corregir
su vicio de arder por Dios, nos inculca a nosotros el modo para combatir
nuestras bajas pasiones quemantes y rectificarlas adecuadamente en pos de la
ascensión (ver Malaji / Malaquías 3:2).
Bien, hasta aquí por hoy.
Pero antes de despedirme, quiero dejarte una cuestión para que medites.
Siempre se argumenta que Eliahu es el emisario del Brit
-pacto-, por sus palabras en 1 Melajim / I Reyes 19:10, y su tesón por
comprometer a Israel en el servicio a Dios; y está muy bien.
Pero, a partir de lo estudiado en la oportunidad ¿puedes hallar alguna otra
relación que tenga referencia a la canalización de las pasiones carnales en
pos de la trascendencia, tal como la misma circuncisión representa?
Si mi modesto trabajo aquí presentado le ha sido de
bendición, no
olvide que este sitio y su autor se mantienen gracias a Dios, que en parte
canaliza Su bondad a través
de la colaboración económica de
los lectores.
No cierre su mano, y abra
su corazón bondadoso para ser parte de la Obra del Eterno.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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