Estimado Lic. Yehuda.
Muero de ganas de recomendar su site... pero antes de eso, mi consciencia me obliga a hacer tan solo una pregunta
protocolaria:
Con que corriente se identifica usted, ortodoxa, reformista o conservadora?
Como le decia, la pregunta es protocolaria, porque el espiritu del site es
ortodoxo, pero para hacer la recomendacion explicita, prefiero saberlo explicitamente.
Perdon por mi atrevimiento y por mi pregunta de obvia respuesta, y muchas gracias.
Israel
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Gracias por esta pregunta. He recibido varias, de tono
similar, o incluso más drásticas.
Sería simple etiquetarme, decir: me afilio a tal o
cual, pero... NO.
Las razones pueden ser variadas para no hacerlo. Veamos algunas.
Yo me identifico con una frase de Rav Kook ztz"l,
que parafraseada sería: "prefiero ser conocido por pecar por ahavat jinam
-amar gratuitamente- y no por sinat jinam -odio en balde-"...
En cuanto a las etiquetas referidas a los humanos: ¿sirven para algo más que traer esquematismos y dolor?
Todos los judíos somos judíos.
Los habemos que cumplimos más mitzvot y con nuestra conducta
pretendemos estar adheridos al Eterno de acuerdo a lo que Él manifestó.
Los habemos que estamos un poco más distantes, o indiferentes.
Y en general, las personas son personas, obviando las etiquetas que nos
pretenden anquilosar y convertir en piedras (no para edificar, sino para
ser lanzadas...)
Si lo que usted cree percibir como el espíritu de serjudio.com le dice que estoy
próximo a lo que se llama ortodoxia (que en realidad es una palabrita inventada dentro del
judaísmo reciín a fines del siglo XIX de la Era Común), entonces, ¿hay necesidad de preguntas protocolarias?
Supongo que necesidad debe haber, pues por algo la hace.
Pero, la respuesta ya ha sido dada... en los hechos...
Al momento de ir a adquirir un Lulav -rama de
palma que se usa en Sucot-, el entendido reconoce con más destreza
los simanim -señales- que convierten a la rama en más o menos
adecuada para su uso.
El menos diestro precisa el auxilio de etiquetas, de sellitos, de
anuncios.
Similarmente ocurre cuando queremos utilizar algún producto alimenticio,
y revisamos sui tiene en su envase la certificación de aptitud.
Eso, es un modo correcto de proceder con alimentos, con objetos... pero,
¿etiquetar a las personas?
Es cierto, lo hacemos generalmente.
Nos asegura.
Nos da un marco de referencia que nos facilita el transitar por la vida.
Nos previene.
A veces puede ser útil y beneficioso, por ejemplo en la atención de un
paciente enfermo... sin embargo, ¿el diabético (por ejemplo) es
realmente sólo eso... diabético? ¿No es acaso una persona que padece
ese mal?
El sicótico, ¿es eso... un sicótico... o es una persona con determinada
situación existencial?...
Las etiquetas... nos defienden, pero, nos separan de otro que es similar a
nosotros, pero que porta (o le atribuimos) otra etiqueta... etiqueta de otro...
Yo sé que es improbable luchar contra el monopolio
extenso de las grifas, las marcas, los estigmas... pero, tratando de no
sumarme a su uso, es como intento vivir.
Y si le aparezco como ortodoxo, en fin, es eso... una apariencia... pues
detrás de la máscara hay una persona...
La dimensión de persona es mucho más que una cáscara.
El ser y vivir como persona -en todo el sentido- representa dinamismo, y
no petrificarse en una dimensión estacionaria.
Lo que le agradezco y felicito es que usted no se dejó
guiar por el prejuicio, como hacen otros, y que indagó, y no temió a las
respuestas... pues otros, escudándose en etiquetas, o en falsas
imágenes, huyen y rehuyen de confrontar lo que están siendo...
Bien, es un tema que da para más, por ejemplo,
diferenciar judío de gentil, ¿no es etiquetar a ambos? O el tema de
nacionalidades, familias, etc., pero, no lo continuaremos hoy...
Espero haber sido de utilidad, a las órdenes.
Shalom, Iebarejejá H' - Dios te bendiga.
Yehuda Ribco
Si les quedan interrogantes, comentarios o sugerencias, háganlas
llegar que son siempre muy bienvenidas. |