Le agradezco mi amigo la oportunidad que me brinda para
tratar de orientarlo.
Aunque, preguntas difíciles me ha remitido en esta oportunidad, así que
haré mi mejor esfuerzo.
¿Rezo = oración?
¿Qué le puedo contestar ya que no soy un experto en lengua
castellana?
En hebreo al rezo, plegaria, oración, imprecación, devoción, etc. se la
denomina (entre otras voces) como tefilá. Tiene un artículo
un tanto extenso que ya hemos publicado que trata esta temática, le
sugiero que lo lea.
¿La oración pronunciada es un diálogo o un
monólogo?
Sobre algo como esto recientemente hemos publicado una respuesta,
le recomiendo que la lea.
Que la persona use el canal verbal/oral, en tanto Dios utiliza otros
canales y frecuencias para comunicarse, no implica que sea un monólogo,
sino un diálogo muy particular.
Dios está atento y presta suma atención a nuestra existencia, más allá
de palabras o gestos de adoración.
Pero, además de las concesiones
por parte del Eterno, podemos hallar que uno de los poderes de la tefilá radica en que la persona se
haga -por intermedio del rezo- consciente de su situación, y quede
habilitado a direccionar la propia energía de un modo más eficiente.
Esto quiere decir: antes que esperar de Dios la respuesta, prestemos
atención a lo que sale de nuestras bocas, quizás en parte allí se halle
el germen de una solución, consolación, realización, etc.
Esperar en Dios es muy bueno, pero, sin dejarLe hacer toda la labor...
pues, para algo nos dio miembros, intelecto, percepción, imaginación,
etc... o, ¿acaso sólo para que nos ingeniemos en pedirLe?
¿Está permitido charlar con Dios, y sobre qué se
puede hacerlo?
Dios está atento.
Usted hable lo que le surja de sus entrañas,
sobre lo que sea (de talante angustioso o dichoso), y confíe que esas
palabras -aunque no tengan voz, ni letras, ni siquiera idioma- llegan a
buenos Oídos, que no desdeñan ni siquiera una de las palabras del
corazón.
Y confíe que la respuesta siempre está ahí... aunque ni nos percatemos...
y quizás dejemos pasar la oportunidad a nuestro lado...
Aunque, recuerde, en ocasiones la respuesta de Dios puede ser: no; o no lo
que tú pides; o no ahora...
¿La oración es hablar con Dios?
En primer lugar es reflexionar, profundizar en nosotros mismos.
Cuando logramos hallar algo de nuestra esencia, entonces estamos en camino
de despojarnos de nuestro ego,
y poder entablar franca comunicación con Dios o con el prójimo.
Por lo que, sí, técnicamente al orar se está hablando a Dios.
Pero, sólo el que ha alcanzado un alto grado de propio conocimiento, y de
humildad, y de generosidad puede creer que está hablando con Dios.
¿El rezo es leer?
En cierto nivel es necesario el apego al ritual, pues éste
correctamente realizado
es una técnica que habilita al estado de diálogo con Dios.
Reitero: habilita si es bien realizado.
Es como un entrenamiento, como el preparativo, como el mapa para el
turista que no frecuenta las sendas recorridas por los lugareños.
Pero, incluso el baqueano puede recurrir al mapa, ya que las calles
son numerosas, los parajes extensos, el paisaje inmenso... ¿cómo no
verse sorprendido y maravillado ante tanta belleza y profusión? Por lo
que, el mapa es necesario, ya no sólo como entrenamiento, sino como
báculo.
A veces (sino a menudo) faltan los verbos adecuados.
A veces, sobran...
Pero, en el sidur, en el texto establecido por los Sabios y las
generaciones, el paso está medido, y el ritmo permite el avance con
confianza y claridad.
El rezar es abrir puertas, es navegar por el insondable
misterio del humano en conexión
directa con la Eternidad.
Para hacerlo con corrección es necesaria la constancia,
dedicación, y el rechazo del ego.
¿Un consejo?
Aventúrese a explorar lo que está cercano a usted:
"Cercano está Hashem a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de verdad."
(Tehilim / Salmos 145:18)
Bien, espero haberle sido de utilidad, a las órdenes.
Shalom, Iebarejeja H' - Dios te bendiga.
Yehuda Ribco
Si les quedan interrogantes, comentarios o sugerencias, háganlas
llegar que son siempre muy bienvenidas. |