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Israel, israelita, hebreo
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 Pregunta: Shalom Moré Ribco.
1- No maltratar a los animales ? Solamente por compasión de humanos ?
2- Los hombres pagamos el precio de nuestras
decisiones, pero los animales que ?
3- Acaso tienen libre albedrío, no sirven
fielmente a Dios ?
4- Porqué su sufrimiento ?
5- Nuestra relación con ellos gira en
servirnos y en nuestra o no compasión ?
6- No tienen valor en si mismos, no es real,
es una ilusión ?
7- Y la compasión de Dios ?
8- Usted víó a los ojos a un perrito o a un
gatito ?
9- Como es que Dios vió que era una necesidad
del hombre el comer carne "luego" y no en principio .. aunque en realidad Ya
lo sabía... no entiendo.
Muchas Gracias,
Alejandro K.
30 años
País: Montevideo - Uruguay
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gracias.)
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Shalom,
gracias por escribirme.
Muchas preguntas, algunas que parecen ser de
muy difícil respuesta, así que seré sumamente conciso.
Le sugiero que lea con más detenimiento alguno de nuestros textos que han
tratado sobre este particular, los encontrará en la sección "Valores",
especialmente le recomiendo
este
texto.
1- El no maltrato injustificado a los animales
(tzaar baale jaim) es un precepto dado por el
Eterno para que los judíos cumplan.
Así que, si a la persona la mueve la compasión, además de su fidelidad a
Dios, ¡cuánto mejor!
Pues, la obtención de un grado alto de compasión es el objetivo educativo
del precepto de no maltratar injustificadamente a los animales.
2- También a veces ellos pagan el precio por
NUESTRAS decisiones.
Por otra parte, al carecer los animales de libre albedrío no son
responsables por sus acciones, pero igualmente pagan el precio por
ellas. Por ejemplo, el venado que se ha quedado más tiempo que el prudente
en cercanías de los leones, ¿no paga el precio por su acción o pasividad?
Es que, los animales están regidos por las leyes objetivas de la naturaleza
(que son también obra de Dios).
3- No, libre albedrío no tienen. Solamente el
ser humano cuenta con esta capacidad espiritual.
Y, sí, los animales sirven al Eterno con fidelidad, tal como el resto de las
criaturas conocidas, a excepción del ser humano, que a veces es fiel, y
otras veces no lo es.
4- El sufrimiento es parte de la vida, es una
de los resultantes de las leyes objetivas de la naturaleza.
5- Luego del Diluvio, Dios permitió que la
humanidad sometiera a los animales, que incluso se comiera carne y se
aprovechara a los animales para otras finalidades beneficiosas para el
hombre.
Como toda conducta humana, ésta ha de estar limitada por los preceptos de la
Torá.
Entonces, Dios permite hacer uso de los animales, pero no de hacer abuso de
ellos.
Le daré un ejemplo: aquel que ara con animales, tiene prohibido que la yunta
sea de un buey y un burro, pues el burro sufriría a causa de los ímpetus del
más vigoroso buey.
Otro ejemplo: al sacrificar un animal, ha de hacerse con todo el respeto
hacia su vida y muerte, y con primor para causarle el menor daño y
sufrimiento posible.
Otro ejemplo: emplear animales para experimentar en procura de medicamentos
es permitido, pero usarlos para estúpida/sanguinaria diversión tales como la
caza o las corridas de toros, es totalmente reñido con la hombría de bien.
6- Claro que los animales son reales, y
valiosos. Por eso es que Dios ha mandado que no se los maltrate
injustamente.
7- Lea las anteriores respuestas y encontrará
respuesta para esta pregunta.
8- Sí, pero... ¿eso en qué cambia?
Lo que el humano proyecte de sus sentimientos y creencias en los animales,
no significa que realmente los animales lo sientan.
Quizás la persona A vea indiferencia en los ojos de un perro, en tanto B
percibe cariño desbordante.
¿Cuál de ambos sujetos tiene la razón?
Yo dudo de que podamos responder jamás a esto...
9- Dios sabe todo.
El que no sabe mucho es el ser humano (aunque
pretenciosamente se crea en derecho de juzgar subjetivamente a Dios y al
prójimo).
Por lo cual, Dios ha de esperar hasta que el humano llegue a cierto
nivel, para entonces manifestarle lo que hasta ese momento no le había
manifestado. O, se ha de esperar a determinadas circunstancias.
El humano ya comía carne desde antes del Diluvio, contraviniendo así la
orden de Dios de que se comiera solamente de lo que crece de la tierra.
Dios podría haberle dado la autorización al hombre para que comiera carne
antes del Diluvio, pero si hacia eso, Dios estaba promoviendo el pecado y la
rebeldía, pues parecía que permitía y alentaba una conducta que había estado
prohibida.
Luego del Diluvio, el deseo por comer carne continuaba en el humano.
Pero ahora, las condiciones habían cambiado.
El ser humano ahora tenía un derecho adquirido sobre los animales,
pues los había salvado de la aniquilación del Diluvio.
Este derecho adquirido fue el cambio en las circunstancias que
posibilitó que Dios brindara la nueva autorización para comer carne, pero,
bajo restricciones impuestas por Él.
Quedo a sus órdenes.
Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le
son fieles servidores,
y que
sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.
Yehuda Ribco
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