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 Lic. Prof. Yehuda Ribco // Shevat 21, 5765 - 1/2/05

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 Respuestas a Preguntas // Prácticas // Kosher

     Shejitá y sufrimiento
Claves: Faena, matanza, shojet, shjita, matarife, dolor, sufrimiento, sangre, kosher, kasher, comida, mentira, profecía, Dios, religión, Midrash, Talmud, Rabino, rabínico, oral, Torá, estudio, bíblico, Biblia, Israel, israelita, hebreo, judío, judaísmo

judíos preguntas respuestas mashiaj hamashiaj fiestas jaguim shabat shabbat rezos plegaria Dios Pregunta:    Estimado Profesor :
Acabo de terminar de leer el último libro de la escritora italiana Oriana
Falacci, donde describe la muerte de los animales según el rito judío, en
una forma tan dolorosa, dice que lo hacen igual que los musulmanes. ¿ Cual
es su opinión al respecto ?
Gracias

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Chile

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Shalom,
bienvenida y
gracias por escribir.

Para cualquier conocedor de la halajá es conocido que la shejitá, el método de matanza tradicional de los animales, es el menos doloroso, más eficiente, y que ha sido comprobado en su eficiencia y eficacia por el uso constante a lo largo de, al menos, 3000 años.

He dicho "menos doloroso", pues la muerte generalmente implica un sufrimiento; pero, como para el judaísmo es un mandato divino prevenir el sufrimiento innecesario de los animales, es que se ha implantado y desarrollado la técnica de la shejitá, que cuando es bien realizada, por un experto estudiado y ducho, evita dolores excesivos para la pobre bestia que morirá.
Además, la shejitá no solamente tiene la finalidad de preservar en la medida de lo posible la dignidad del animal, sino que también cumple la función de eliminar la mayor cantidad posible de sangre del animal, elemento que Dios ha prohibido que sea ingerido por la persona judía.

Por otra parte, es también sabido que uno de los libelos de los nazis, y de otros antisemitas a lo largo de la historia, es el de acusar a los judíos por la matanza ritual de los animales; mientras tanto, ellos mismos se dedican a la caza, o a la matanza cruenta y poco cuidadosa de animales para el consumo humano o animal. Y ni qué hablar del poco respeto y valor que le dan a la persona, al menos a la persona del judío...
Así pues, en lugar de creer a pies juntillas lo que cuentan acerca de esto, yo aconsejaría que uno primero mire sus propias actitudes y conductas. Que primero la persona se aboque a mejorar su relacionamiento con su prójimo, y que luego preste atención a cosas tales como: el origen de sus zapatos de cuero, el origen del cuero de la pelota de fútbol de su hijo, su trozo de carne para el almuerzo, entre otras más. ¿Sabe acaso usted qué animales han sufrido, y cuánto por estas cosas que le he mencionado?

Ahora bien, yo personalmente he asistido a la matanza de numerosos cuadrúpedos y pollos, tanto de la manera ritual judía, como de las maneras usadas por muchos de los peones de campo de mi país (cuchillazo en medio de los ojos; boquete en los sesos; perforación de la arteria); y le puedo asegurar que en ambos ámbitos el pobre bicho de Dios padece, pero infinitamente menos de la manera ritual judía, en el cual se actúa con la máxima compasión posible (dadas las circunstancias) y especialmente con el ánimo puesto en convertir un acto cruel en uno que pueda en parte estar lleno de contenido trascendente: muere un animal, es cierto; sufre, es cierto; pero su muerte no es placentera, ni una hazaña, sino un mal necesario, ya que es un permiso excepcional que el Todopoderoso nos ha dado mientras no podamos vencer nuestra tendencia negativa que nos reclama que consumamos carne. (En sí, para oponerse a algo, ¿por qué no oponerse de plano al uso de cualquier animal, sea para comer o para cualquier otra cosa? ¿No es más lógico esto? Ni perros ovejeros, mucho menos de seguridad; ni caballos tirando carros, ni mucho menos compitiendo en el hipódromo; ni el cuero como prenda de vestir o calzar; ni animales en laboratorios, mucho menos en las plazas de toros, rodeos, jineteadas o usados para masacrar como "deporte"; ni, etcétera, etcétera).

No sé lo que doña Oriana ha visto, ni lo que cuenta, tampoco sé ni me interesa saber la manera tradicional de los musulmanes para faenar los animales; lo que sí sé es que, mientras la carne sea parte de nuestra alimentación, y las otras partes del animal nos sirvan para diversas manufacturas, el método natural más eficiente y eficaz para matar un animal, y evitarle dolores superfluos, es el tradicional judío.

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"¡Bendito el que viene en el nombre del Eterno!" (Tehilim / Salmos 118:26)
Shalom.

 Yehuda Ribco

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