Lic. Prof. Yehuda Ribco // Elul 1, 5765 - 5/9/05

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 Respuestas a Preguntas // Bien y mal 

Pregunta: 
Shalom mi estimado amigo Yehuda, deseo que todo le baya bien en su vida,
... aprobechando la ocacion una pregunta:

despues de lo que ocaciono el huracan Katrina(por decreto de
Dios) mandar ayuda a lo que Dios destruye me confunde un poco.
Es como si Dios dijera(por decisrlo asi) Yo destruyo y tu te crees que
puedes reconstruir.
Aunque al escribir esto ya me conteste en cierto modo, aun asi agradeseria
su amble punto de bista.

Shalom y gracias por su tiempo

Salvador C.
Hawai

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Shalom,
bienvenido nuevamente mi querido amigo y
gracias por escribir sus interesantes preguntas como siempre.

Ante todo, los pensamientos del Eterno no son como los nuestros, por tanto jamás nuestra limitada mente podrá penetrar en los secretos salones de la mentalidad del Eterno¹. Nosotros vemos de acuerdo a nuestra pequeña subjetividad y apenas si podemos trascender un poquito más allá en la búsqueda de respuestas que sean Verdad.
Por tanto, no me pregunté por qué el Eterno causa o permite las grandes tragedias de la naturaleza, pues no lo sé y dudo que lo sepa algún día.

Recordemos el relato que hace unos días habíamos publicado:

A pesar de ser un campesino muy pobre, tenía un caballo extraordinario, tan fino que el señor del castillo quería comprárselo, pero el viejo labriego se rehusaba a vendérselo.
-Para mí, este caballo no es solamente un animal, es un amigo. ¿Cómo puedo vender yo a un amigo?

Una mañana el labrador entró al establo y no encontró a su caballo. Al enterarse, los vecinos le dijeron:

- Te lo advertimos. Debiste haber vendido el caballo, te negaste y ahora te lo robaron. ¡Qué mala suerte tienes!

El viejo hombre les respondía:

- ¿Mala, o más bien buena suerte?

Todos se burlaban de él.

Dos semanas después, el caballo regresó seguido de una manada de potros salvajes. Su corcel había escapado detrás de una hermosa yegua y retornaba ahora con la manada entera siguiéndolos.

- ¡Qué suerte! -exclamaron los vecinos.

El viejo hombre inició entonces con su hijo la tarea de domar los caballos. Una semana más tarde, el muchacho se rompió una pierna entrenando a los potros.

- ¡Qué infortunio! ¿Quién lo va a relevar, si no tiene cómo contratar a un reemplazo? -comentaron los vecinos.

El anciano les contestó:

- ¿Mala, o buena suerte?

Pasaron unas semanas, cuando de repente el ejército real llegó al pueblo y enlistó a los jóvenes en sus filas.

Todos fueron enrolados excepto el hijo del viejo, quien no les interesó, porque tenía una pierna fracturada.

- ¡Qué suerte tienes! -le dijeron los vecinos llorando-. A nuestros hijos se los llevaron a la guerra y probablemente morirán, mientras tu hijo permanecerá contigo.

Conmovido, el viejo hombre replicó:

- Buena o mala suerte, ¿quién sabe?

Hecha esta aclaración, expongamos algunas ideas, que obviamente no serán respuestas definitivas a los misterios del Universo.
El Eterno desea que nosotros construyamos y reconstruyamos en Este Mundo, por eso el versículo que cierra el relato de la Creación dice:

"...toda su obra de creación que Elokim había hecho para hacerse."
(Bereshit / Génesis 2:3)

Preste atención que el pasaje dice que la creación fue obra del Eterno pero que estaba "para hacerse".
¿Qué significa?
Pues, que el Eterno creó todo, absolutamente todo en los seis períodos de la Creación, sin embargo algunas cosas quedaron en estado potencial, a la espera de que el humano se asocie al Eterno para convertir en realidad aquello que estaba en estado latente.
En este sentido de pensamiento el sabio Salomón le dice que:

"Nada hay nuevo debajo del sol."
(Kohelet / Predicador 1:9)

No hay NADA nuevo en el mundo material, debajo del sol. Todo lo material ya existe. Pero, hay cosas que ya son partes de nuestra realidad, en tanto que otras están como durmiendo hasta que llegue el momento en el cual la humanidad las materialice.

Esto implica que el humano que no se asocia con el Eterno para construir, realmente está confabulando para no llevar al Mundo a su estado de perfección planificada desde el origen.

Pero además, la humanidad puede (y generalmente es así) actuar en contra de los designios del Eterno, que es también en contra de su propia esencia espiritual. Es lo que se llama pecar. Cada pecado pone un ruido a la comunicación constante entre la persona y el Eterno, y además lo aparta también de su propia esencia, por lo cual termina siendo un desconocido de sí mismo. La sociedad, la humanidad en su conjunto también cuenta con su esencia espiritual².
Cuando el número y calidad de los pecados de la sociedad llevan a la misma a una distancia crítica de su propia esencia espiritual, suelen ocurrir cataclismos (generalmente en la naturaleza), como manera de lograr el equilibrio.
¿Es acaso Dios el que está juzgando y castigando esta situación por medio de la debacle?
De cierta manera es así, pues en última instancia el Todopoderoso es el que mueve todo el Universo. Pero también es posible decir que cada persona cosecha lo que ha sembrado, y cada sociedad igualmente.
Ejemplos de este desastre que es provocado por las acciones de la sociedad encontramos a lo largo del Tanaj, por ejemplo en la era del Diluvio, o con las ciudades de la zona de Sodoma. Las plagas sobre Egipto podrían ser vistas también como algo similar, si bien allí la intervención divina fue evidente para todos los presentes, creyentes o no, aunque les costara admitirlo en su fuero íntimo no podían dejar de ver la Mano de Dios en las plagas que los castigaban.

Pero, nosotros no tenemos (a priori) la capacidad para distinguir cuándo un desastre "natural" es causado por haber alcanzado la masa crítica de pecados de la sociedad, y cuándo es producto de causas físicas que siguen su lógica implacable.

Siendo de esta manera no tenemos el derecho, nosotros meros mortales limitados, para acusar a tal o cual sociedad por los padecimientos naturales que le acontecen, sino que debemos dar nuestra mano solidaria y nuestra comprensión, y de ser necesario brindar nuestro consejo certero para corregir aquello que es posible corregir³.

Podemos seguir discurseando, pero nos gustaría llegar a una conclusión breve: no sabemos qué aspecto espiritual, trascendente, se escondió detrás del tsunami de hace casi un año, ni lo que está detrás de Katrina, o del vendaval que arrasó esta zona del Cono Sur por estas fechas. Pero lo que sí sabemos es que tenemos por delante una importante tarea: asociarnos al Eterno para que Su obra pueda desarrollarse de acuerdo a Su proyecto.
¿De qué manera?
Pues, acatando Sus mandamientos, seamos judíos o gentiles, y haciendo justicia y misericordia entre nuestros hermanos para mejorar nuestra sociedad y aproximarla a su verdadera esencia espiritual.

Espero haberle sido de utilidad, y le sugiero que lea con detenimiento lo que publicamos en esta sección: "Bien y mal", para ampliar con más datos lo que hemos respondido ahora.

Si le quedan dudas, hágalas saber.

"¡Bendito el que viene en el nombre del Eterno!" (Tehilim / Salmos 118:26)
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom

Notas:

1-  Ciertamente que el lenguaje antropocéntrico es para que podamos comunicarnos y no sirve como descripción verídica de la esencia del Eterno.

2-  En palabras tradicionales se le llama a esto el "ángel o príncipe celestial" de cada pueblo. Ver por ejemplo Daniel / Daniel 10:13.

3-  Por ejemplo la desidia de los políticos, la corrupción de los gobernantes que malgastan el dinero de los impuestos en lugar de emplearlos en planes de justicia social o defensa de las personas, etc.

 Yehuda Ribco

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