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Gracias por comunicarse.
Le daré algunas opciones, no
son mutuamente excluyentes.
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La serpiente ha servido en
el judaísmo como representación de todos los aspectos negativos, en
particular de las tendencias humanas oscuras.
El najash hakadmón (serpiente del Edén), es tomado como figura del
Ietzer hará (pulsiones negativas) Se ha llegado a equiparar a este
serpiente con la propia muerte, con el pecado, con todo lo erróneo y
falso.
Cuando Dios le pide a Moshé que lance la vara para transformarla en
bastón, tal vez está figurando que Él es el amo sobre todo lo existente,
el bien, pero también el mal. Que nada está fuera de su control. Que Él
reina solo y sin compañías. Que no está en altercados mitológicos con nada
ni nadie. Que Él es por sobre todo, y con dominio sobre todo.
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La serpiente en un principio
simbolizó la escasa fe que Moshé tenía en las posibilidades de los
Hijos de Israel para poder asumir la responsabilidad que conlleva la
libertad. El argumentó con Dios para no convertirse en el líder de la
Salida, y utilizó como premisa esto que mencionamos. Esta acción de Moshé
es evaluada por los Sabios como lashón hará
(habladurías), y a esta impropia actitud se la caracteriza a veces con una
serpiente.
Por lo que el Eterno le ordenó lanzar a tierra el bastón que se transformó
en serpiente, y luego retomarlo para que volviera a su condición anterior.
Con esto Dios quería enseñarle quizás que en sus manos (las de Moshé)
estaba el considerar a Israel como capaces de ser libres, o como
condenados a ser esclavos de Mitzraim por siempre.
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En el denso y poblado reino
de divinidades positivas y negativas de las creencias egipcias se
encontraba una poderosa deidad del mal denominada (a veces) Apofis, y que
era representada como una inmensa y terrífica serpiente. Entre otras
maldades Apofis devoraba cada día al dios sol.
Con el paso de los siglos los egipcios llegaron a identificar a esta
deidad con el supremo maligno, el Diablo de los egipcios, llamado
Seth.
Al Moshé dominar a la serpiente, y al ésta ser evidentemente real y no
triquiñuelas o ilusiones como las de los magos egipcios, estaba
demostrando que el Dios de Israel estaba encima de cualquier conflicto de
dioses, pues superaba al dios de la perversidad, cosa que no podían hacer
las deidades egipcias.
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La serpiente primordial, en
uno de los mitos de la mitología egipcia, fue de la que devino el Cosmos.
El Dios de Israel, que tenía el poder de convertir el palo en sierpe, y
retornarla a su estado primario, demostraba que la creación y el universo
no dependían de otra cosa que no sea Él.
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El bastón es rígido e
inerte.
La serpiente es dinámica y viva.
Moshé presentó ante la vista de todos, él, los israelitas, Faraón, la
corte real, que Dios domina lo vivo y lo que carece de vitalidad.
Que reina sobre lo flexible, y sobre lo rígido.
Que es el Poder por encima de todos los poderes.
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La serpiente, al igual que
el buitre, utilizados en las mitras o coronas de los faraones
representaban el poder imperial del faraón por sobre todo Egipto. Tal como
posteriormente el león fue usado para simbolizar al reino judío. O el
águila calva al reino norteamericano.
Por lo tanto, el que pudiera dominar la serpiente, como Moshé estaba
demostrando poder hacer, subyugaba simbólicamente a Egipto.
El relato de las serpientes
venenosas, y con la consiguiente orden de Dios para erigir temporalmente
una efigie metálica de víbora, que encontramos en el libro de Bemidvar /
Números, no tiene relación directa con el relato de la vara transformada en
serpiente en la corte faraónica, aunque por ser este animal representación
de lo que ya dijimos, siempre podemos hallar algún nexo.
Podría haber otras
interpretaciones, pero por ahora me parece que es suficiente.
Estoy deseoso de oír de usted, para que podamos seguir aprendiendo sobre
temas tan interesantes como éste.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco
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