Gracias por comunicarse.
Espero no defraudar su confianza, y le pueda servir de guía en la solución de sus circunstancias que siente adversas.

Tenemos tres cuestiones, bastante complejas por cierto.
La primera es el sentimiento que usted tiene acerca de la envidia inmotivada de muchas personas de su congregación hacia usted.
La segunda, las actitudes egocéntricas de alguno de los líderes de su comunidad.
La tercera, su propia decepción al percibir esto.

Por otro lado, su pregunta manifiesta es "cómo actuar contra la envidia y los envidiosos".

En principio, si realmente está rodeado de personas de este tipo, ¿le conviene esa cercanía? (Lea Tehilim / Salmos 1:1)
Si no puede, ni quiere, dejar esa compañía, tiene como opción el andar por el camino de la rectitud, que es: ni tomar el ejemplo de los que abusan de la supuesta autoridad que ostentan sobre el resto; ni entrar en el juego de los envidiosos.
¿Cómo se aplica esto?
Lo primero es no abusando del que está en posición desventajosa con respecto a usted, y por el contrario, ser un dechado de generosidad y solidaridad; de este modo predica con su conducta como es que debe comportarse una persona de bien.
Lo segundo significa que si realmente lo envidian, no les dé motivos como para que cimienten sus sentimientos con chismes y habladurías. Es decir, que todas sus acciones (las suyas) sean dignas de encomio y elogio. Que ni usted mismo se pueda reprochar en privado nada de lo que hace. Que cuando usted se vea al espejo de sus días, pueda verse sin vergüenza a sus propios ojos reflejados en sus actos. De este modo los envidiosos, quizás seguirán envidiando, y quizás con más encono (pues el corazón indigno rehuye la reprensión), pero, no tendrán armas para atacarlo en la realidad.
Y además, no deje que la decepción le arruine el día. Avance con galanura por la vida, sufriendo y gozando las ocurrencias y situaciones, pero siempre con dignidad y con los ojos puesto en lo que es correcto. (Lea Mishle / Proverbios capítulo 4)

Además, sería oportuno que confiara sus sentimientos a una persona que le sea de confidencia, para que un otro le sirva como referente para indagar si sus sentimientos están acordes con los hechos, o no.

Por último, no estaría de más que indagara en su interior para captar qué de usted le lleva a creer que hay numerosos otros que lo puedan envidiar. Si lo hace y halla respuesta, y la quiere compartir, aquí me tiene.

Siento que he escrito demasiado complicado en esta oportunidad, y que hasta a mí me cuesta entenderme, por lo que quedo las órdenes para que pregunte.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom

Yehuda Ribco

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