Gracias por comunicase, será un placer responderle.
Pero antes dos observaciones:

1. He dicho en infinidad de ocasiones que mi título no incluye el de rabino. A lo sumo Licenciado, Profesor o Maestro.

2. Pregunta similar ya ha sido contestada con anterioridad.

Pasemos a las respuestas, que serán cuatro concisos pasajes del Tanaj (lo que usted debe conocer con el falso nombre de Antiguo Testamento):

1. "Si no tiene lo suficiente para dos tórtolas o dos pichones de paloma, por aquello en que pecó, traerá como su ofrenda la décima parte de un efa de harina fina como ofrenda por el pecado. No pondrá sobre ella aceite ni incienso, porque es una ofrenda por el pecado."
   (Vaikrá / Levítico 5:11)
   Es muy claro, ¿no?
   Como ofrenda de pecado estaba habilitada la persona a llevar unos pocos kilos de... ¡HARINA!

2. "(11) Dice Hashem: ''¿De qué Me sirve la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y del sebo de animales engordados. No deseo la sangre de toros, de corderos y de machos cabríos.
   (12) Cuando venís a ver Mi rostro, ¿quién pide esto de vuestras manos, para que pisoteéis mis atrios?
   (13) No traigáis más ofrendas vanas. El incienso Me es una abominación; también las lunas nuevas, los sábados y el convocar asambleas. ¡No puedo soportar iniquidad con asamblea festiva!
   (14) Mi alma aborrece vuestras lunas nuevas y vuestras festividades. Me son una carga; estoy cansado de soportarlas.
   (15) Cuando extendáis vuestras manos, Yo esconderé de vosotros mis ojos. Aunque multipliquéis las oraciones, Yo no escucharé. ¡Vuestras manos están llenas de sangre!
   (16) ''Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras acciones de delante de Mis ojos. Dejad de hacer el mal.
   (17) Aprended a hacer el bien, buscad el derecho, reprended al opresor, defended al huérfano, amparad a la viuda."
   (Ieshaiá / Isaías 1:11-17)
   Y bien, habiendo oportunidad de ofrendar animales (o HARINA) en el Templo de Ierushalaim, el profeta (uno de los predilectos del judaísmo y del cristianismo) nos amonesta más o menos así: No es el derramamiento de sangre el núcleo de hacer las paces con el Eterno, sino cumplir con Sus mandamientos establecidos en la Torá y explicados por los Sabios. No es el sacrificio cruento lo principal, sino la acciones positivas en procura de alcanzar la armonía interna, con el prójimo y con el Eterno. Pues, ¿precisa Dios de sacrificios, sangre y asaditos? O Él quiere nuestro verdadero ARREPENTIMIENTO, expresado no por meras palabras (o sangre vertida insensiblemente CADA VEZ que se quería comprar a Dios para que hiciera la vista gorda), sino por el mejoramiento de la conducta.

3. "(2) ¡Vuelve, oh Israel, a Hashem tu Elokim; porque por tu pecado has caído!
   (3) Tomad con vosotros estas palabras y volved a Hashem. Decidle: ''Quita toda la iniquidad y acéptanos con benevolencia; en lugar de vacunos te ofrecemos [el fruto de] nuestros labios.
   (4) No nos librará Asiria; no montaremos sobre caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: 'Dioses nuestros'; porque en Ti el huérfano alcanzará misericordia.
   (5) ''Yo los sanaré de su infidelidad. Los amaré generosamente, porque Mi furor se habrá apartado de ellos."
   (Hoshea / Oseas 14:2-5)
   Tenemos al menos cuatro aspectos en este pasaje útiles a nuestro tema, y son:

   1. El rezo en lugar del sacrificio

   2. Confiar en Dios en lugar de en nuestra (o ajena) fuerza

   3. Confiar en Dios y no en "dioses nuestros", obras de humanos

   4. Es el amor de Dios el que sana de la infidelidad, amor que refleja el amor de cada uno en su búsqueda sincera por el arrepentimiento y el mejoramiento (a través de lo que dijimos en la explicación a Ieshaiá / Isaías)

4. "El que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y los abandona alcanzará misericordia."
   (Mishlei / Proverbios 28:13)
   El sabio entre los sabios nos enseña que es la teshuvá y no el sacrificio sanguinario, ni la inconsciencia, el modo de hallar la "misericordia".
   Si no recuerda lo qué es la teshuvá le pido por favor que lea esto.

Y bien, como puede apreciar está escrito (y no son interpretaciones) que con Templo, o sin él, lo importante no es la sangre, sino la actitud y conducta del penitente.
Con esto queda, a mí humilde entender, zanjada su pregunta.

Ahora, si me permite el atrevimiento, dos observaciones a su misiva de mi parte:

1. No es del todo incorrecto denominar al Templo de Ierushalaim como "Nuestro Templo", pero es más apropiado nombrarlo como lo hago yo generalmente, o como "Casa de Dios" o "Morada del Santuario".

2. "Remisión del pecado", como usted escribe no es una idea propia del judaísmo. Me sonaba particularmente extraña esa palabra "remisión", así que el diccionario me desasnó, enseñándome que significa "remitir". "Remitir" en una acepción secundaria es perdonar.
   ¿No sería más prudente (y adecuado al marco judío de la pregunta), hablar directamente del "perdón de los pecados" o con más precisión de "expiar el pecado"?

Espero que tenga paz.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom

Yehuda Ribco

  Comparta con nosotros su opinión, haga click aquí