Claves: Rezar, plegaria, tefilá, sinagoga,
templo, shil, kneset, sentarse, deseo, sexo, concentración, cavaná,
kavana, ezra, mejitza, mujer, hombre, Torá, bendición, cumplir, ortodoxo.
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Shalom.
Gracias por comunicarse, y quiera Dios que podamos continuar con nuestra
obra de difusión del judaísmo.
Gracias por sus atentas palabras, espero algún día ser merecedor de tanta
ponderación.
Sus preguntas no son una
jutzpa -desvergüenza-, sólo es deseo de mejorar, y eso nunca es algo
negativo, por lo que le insto a que siga investigando en pos de lo
correcto.
En la lectura de su amable y atenta misiva me parece reconocer que
usted ya cuenta con una presunta respuesta a su pregunta, pues
menciona a la tumá -impureza.
Si es así, ya le voy avisando que no anda por el camino más acertado para
entender la separación de géneros a la hora de los rezos.
Para entender esto, le ruego que lea este texto, y que además
recuerde lo enseñado por nuestro Sabios: "las palabras de la
Torá no reciben impurezas" (TB Berajot 22a)
Y con más ajuste a nuestro tema: "Todos los que están en estado de
impureza, incluso la mujer en estado de nidá -impureza-, están
permitidos de sostener un sefer Torá. Con la condición de que no
tengan sus manos sucias." (Shulján Aruj, Ioré Deá 282:9)
Entonces, ¿por qué es
tradicional que en los bate kneset -sinagogas- se establezca una
mejitzá -separación-, entre la zona reservada para damas, y la de
caballeros?
Mi apreciado, la respuesta se encuentra en el corazón, en las entrañas de
la naturaleza humana... no en complejidades del alma... y eso lo veremos
ahora, cuando le daré tres razones, en orden descendente de peso y
relevancia:
-
Hace muchos siglos, en
épocas del Templo de Ierushalaim, hombres y mujeres asistían a eventos
festivos juntos. Notaron nuestros Sabios que la solemnidad requerida no
era mantenida, pues, tarde o temprano se suscitaban distracciones
de índole sexual.
Para decirlo en claro: los ojos (y tras ellos corazones, mentes,
acciones) de los varones eran atraídos por la belleza de las mujeres (y
viceversa también, ¡mire que no somos machistas!), cuando, debían estar
concentrados en su relación con Dios... y no en intentar relaciones (de
otro tipo)...
Hasta donde yo entiendo, mucho no hemos cambiado en este aspecto... ¿o
sí?
Usted, en su buena voluntad, quizá pudiera argumentar: "pero, si voy con
mi mujer, ¿qué inconveniente habría?"
Y yo le respondería: "el mismo". Sus ojos, supongo que amantes de su
esposa, quizás se desviarían, aunque sea un poquito, para endulzarse en
su imagen... y una cosa, puede llevar a otra...
O, quizás usted tiene gran dominio de sí mismo, pero, ¿el que se sienta
a su lado también?
¿Y los solteros?
¿Y los galanes, ganadores, buscones?
¿Y las coquetas?
Y la lista continuaría mostrando que en el shil -sinagoga- la
concentración se desperdigaría (y no es mera teoría, lo puedo comprobar
a menudo, incluso habiendo una mejitzá de por medio, como las
miradas, sonrisas y coqueteos no faltan... en fin, ¡somos humanos!)
-
Otro motivo.
Las mujeres están obligadas a hacer tefilá -plegaria- diaria,
pero no es imprescindible que hagan los tres servicios diarios, tal como
el varón.
Por lo que, una modo de guardar el respeto, solemnidad y silencio
(especialmente éste) a la hora del servicio religioso es
manteniendo a los que están obligados juntos, y a los que están por
voluntad (sin obligación) juntos.
¿Se comprende la idea?
-
Este motivo es, a mi
entender poco relevante, pero para otros es bastante valioso.
Se continúa separando a hombres y mujeres en el rezo, porque esa es la
costumbre y el modo que recibimos de nuestros antepasados... y nada hay
que pueda modificarlo...
(Esto que parece un argumento cavernario, en realidad no es tan
integrista, pero no lo explicaré en este momento)
Así que, en definitiva, el
tema de la tumá no tiene gran incidencia en el tema que estamos
tratando.
Pasemos a la mujer lectora
de Torá, o que suba a bendecirla.
El Talmud (¡que dicen los ignorantes de sus vericuetos es machista!)
expresa con claridad: "Las mujeres son contadas entre los siete que
suben (a la lectura de Torá)... y también bendicen cuando son llamadas"
(TB Meguilá 23a, y Tosafot Rosh HaShaná 33a)
Sin embargo, eso no se practica en sinagogas ortodoxas, con la base
de que: "si la que no está obligada hace lo que no hace el que está
obligado, es un tanto ofensivo para éste" (basado en Meguila 23a)
Sí, suena triste, pero es importante que sea mantenido el respeto, pues, "Derej
eretz kadmá laTorá" - "el modo respetuoso antecede a la Torá".
Bien, espero que usted, su
señora y todos los suyos puedan vivir haciendo de sus vidas lo mejor.
Quedo a sus órdenes.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco
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