Claves: Guerra, paz, conflictos, psicología,
masa, Yetzer, Ietzer, Avraham, Abraham, Lej, Israel, Prometida, meta, fin.
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Shalom.
Gracias por participar.
Es una muy interesante
pregunta, para la cual le brindaré tres posibles respuestas (seguramente hay
más):
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No sé, pues nadie sabe los
motivos de Dios que Él no ha revelado expresamente en Su Torá.
Pues, este es el sucinto texto:
"Entonces el Eterno dijo
a Avram [Abram]: ''Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu
padre, a la tierra que te mostraré.
Yo haré de ti una gran nación. Te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y
serás bendición.
Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga maldeciré. Y en ti
serán benditas todas las familias de la tierra.''"
(Bereshit / Génesis 12:1-3)
No hay motivos ni razones,
sólo una orden muy clara que se divide en dos:
Y una promesa múltiple:
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De Avraham haría una gran
nación;
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será una nación bendita;
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será una nación querida;
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será de bendición a sus
allegados;
-
será de maldición para
quienes la perjudiquen;
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todas las naciones
recibirán el provecho de la bendición dada a la familia de Avraham.
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Avraham debía irse a la
Tierra Prometida, a Israel, pues Dios le tiene especial consideración, y
la ha consagrado de modo diferenciado. Tal como fuera declarado:
"una tierra de la cual
cuida el Eterno tu Elokim. Los ojos del Eterno tu Elokim están siempre
sobre ella, desde el principio del año hasta el final de él."
(Devarim / Deuteronomio 11:12)
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Por una razón psicológica.
Cuando la persona se descansa en los lazos de la seguridad habitual, en la
modorra de lo cotidiano, y no usa su espíritu crítico para trascender;
tarde o temprano se petrifica, no se desarrolla, y por lo tanto, decrece.
El Eterno obligó a Avraham a salir de lo conocido, pues si permanecía en
el entorno idolátrico, él o sus descendientes olvidarían a Dios, y
dejarían marchitar el pacto de bregar por convertirse en una nación
bendita.
Y debía salir Avraham en pos de lo recóndito, pues el Eterno no le indica
precisamente el lugar de arribo, sino tan sólo: "a la tierra que te
mostraré", la que permanece invisible para la persona, pero presente
para Dios.
Y cuando al fin se cree alcanzar la Tierra (sea la de Israel como en el
caso de Avraham, o la del plano espiritual que significa modos de vida
trascendentes), tampoco es ocasión para la pereza, para esclavizarse a
falsas seguridades, pues, como aprendemos:
"Ciertamente vosotros
vais a cruzar el Jordán para ir a tomar posesión de la tierra que os da el
Eterno vuestro Elokim, y la tomaréis y habitaréis en ella.
Entonces cuidaréis de poner por obra todas las leyes y decretos que yo
pongo hoy delante de vosotros."
(Devarim / Deuteronomio 11:31-32)
De lo que podemos entender,
que cuando se cree alcanzar el fin propuesto, la meta anhelada, la Tierra
Prometida a nuestros íntimos deseos, es entonces cuando el trabajo
recién empieza.
El trabajo de crecer, mediante el ejercicio de las prácticas correctas,
enunciadas por Dios en Su Torá y clarificadas por nuestros Sabios.
Trabajo que incluye el preguntarse constantemente, inquirir por la
rectitud de cada uno de los propios pasos, pues, un sólo paso desviado
puede llevar a perder la ruta.
Así pues, para resumir, en
ocasiones lo que se presenta como un lugar seguro, técnicamente puede serlo,
puede ser tan seguro que se adormece la facultad para vivir plenamente y
crecer.
La seguridad no se halla en la comodidad, ni en la carencia de estímulos que
encaminen hacia lo positivo, pues esa es una falsa seguridad.
La verdadera seguridad ha sido enunciada hace siglos:
"Cumplid, pues, Mis
estatutos; guardad Mis decretos y cumplidlos, y habitaréis en la tierra
seguros."
(Vaikrá / Levítico 25:18)
"Al Eterno he puesto
siempre delante de mí; porque está a mi mano derecha, no seré movido.
Por tanto, se alegró mi corazón, y se gozó mi lengua. También mi cuerpo
descansará en seguridad."
(Tehilim / Salmos 16:8-9)
Sus
comentarios son bienvenidos, y recuerden que quedo a las órdenes.
Iebarejejá H' - Dios te
bendiga, y que sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco
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