Estimado Yehuda,
Estaba meditando acerca del deseo, de la persona que realizó
la excelente
compilación de los logros de algunos judios en beneficio de la humanidad,
como respuesta de disuasión al antisemita y me pregunto si este tipo de
respuesta es válida, ya que en caso der serlo, estaríamos planteando una
especie de "genética judía positiva" tratando de demostar que el judío puede
brindar al mundo beneficios, y en conclusión no todo lo nuestro es negativo.
Ud.mismo sostuvo en varias oportunidades: no hay una genetica judia desde el
punto de vista "racial", ni mucho menos genes judios especiales de
intelegencia o superioridad, es cierto que podemos rastrear nuestros
orígenes hasta un ancestro común, como podemos llegar por ese camino hasta
Adam mismo, y los genes del antisemita no serán diferentes de los que porta
el judio.
Esta actitud, creo que tiene origen en la falta de confianza en nuestra
propia identidad, necesitamos demostrarnos que tenemos logros, que somos
capaces, debemos llenar el espacio de un orgullo "nacional", ponernos la
camiseta como decimos en la Argentina, que nos de una sensación de
seguridad: ganamos la guerra o el Nobel, un partido de futbol o el Oscar,
pero ganamos.
Hay sitios en Internet incluso, donde se promocionan personalidades judias,
con criterios que distan años luz de la Halaja, y aportan listados de
personalidades de todo ambito, con digamos un determinado porcentaje
familiar de judio, aunque sabemos que estas personas no son judias pero veo
que hay personas que alimentan estos sitios con empecinamiento.
Al recorrer incluso la lista publicada en Ser Judio, nos encontramos con
personas que fueron judias o descienden de judios, y sumamos sus aportes a
los "beneficios a la humanidad" por parte de los judios. Con lo que de
alguna manera parece que reforzamos la idea de la "raza".
El odio hacia los judíos es gratuito, por lo tanto realizar una lista con
los logros "judíos" en beneficio de la humanidad en todos los campos de la
actividad humana, es inutil. No porque los logros cientificos, artisticos,
etc, de los judios sean menores o despreciables, ya que actuamos en el mundo
como personas, iguales a cualquier otra.
Todas las mañanas cuando un judío dice las bendiciones, solicita la
protección del Eterno contra el malvado, el que gratuitamente nos ataca o
denosta, esta protección solicitada no nos limita a su vez a poder
defendernos por nustros propios medios, pero no debemos hacerlo creyendonos
con un sentido de superioridad, no fuimos elegidos por mejores, pero es
nuestro deber como judios cumplir las mitzvot y mejorar el mundo, las
acciones y beneficios, tanto personales como para el resto del mundo,
derivados de nuestro trabajo como medio de sustento en la vida, son un
"premio extra" y no la esencia de nuestra vida.
Shalom y que D-s lo bendiga.
Mauricio L.
Argentina
(Deben incluir en todos sus
mensajes para nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país
donde vive) |
Shalom.
Gracias por sus interesantes cuestiones.
Básicamente, yo estoy de acuerdo con usted.
Los judíos no tenemos porqué estar pidiendo excusas por vivir, ni demostrar
que somos valiosos, y por eso nos merecemos seguir respirando.
Tenemos similares derechos al resto de las criaturas de Dios (aunque un poco
más de deberes).
Desde este punto de vista, cualquier lista que realicemos (además de siempre
carente), es contraproducente. Es más... ¡a mí qué me importa cuántos judíos
fueron merecedores del reconocimiento del Nobel si asesinos como Arafat
obtienen el de la Paz!
Los elogios a los judíos surgen de andar por los pasos de Dios, tal como la
Torá expresa:
"Mirad, yo os he enseñado leyes y
decretos, como el Eterno mi Elokim me mandó, para que hagáis así en medio
de la tierra a la cual entraréis para tomar posesión de ella. Guardadlos,
pues, y ponedlos por obra, porque esto es vuestra sabiduría y vuestra
inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales al oír de todas
estas leyes dirán: '¡Ciertamente esta gran nación es un pueblo sabio y
entendido!'"
(Devarim / Deuteronomio 4:5-6)
Sin embargo, permítame que matice un poco el
pensamiento.
Por un lado, no podemos olvidar que casi dos milenios de exilio y
persecución han dejado su impronta en nosotros. Por lo que, no es de
extrañar que ahora que hemos podido sacar un poco la cabeza del hoyo,
queramos escudarnos detrás de nuestros logros como nación. Es decir, el
viejo y no-querido sentimiento de inferioridad operando tal cual es su
característica.
No es que sea un mérito el que reconozcamos nuestro sentimiento de
inferioridad, pero al menos al reconocerlo estamos un poco más cerca de
superarlo.
Y no por superarlo, los imbéciles que nos odian dejarán de hacerlo... pero,
al menos los que nos temen por sinceramente desconocernos ... esos quizás
nos descubran sin colas, ni cuernos, ni hedor, ni
maldad...
Por otro lado, está el tema que usted
menciona, de que actuando de este modo auto-justificativo, damos pie a los
ignorantes o perversos que nos suponen como una raza, y no como lo que
somos, una familia-etnia-pueblo-nación. Pues, los logros intelectuales se
explicarían por un gen judaico que nos haría más perspicaces.
Pero, NO es así, ni nada que se le parezca.
Es simplemente un seudogen llamado cultura judía.
La cultura judía, es decir, el modo de manifestarse el judaísmo en las
personas afines a él, por diferentes motivos y razones, ha privilegiado el
estudio y el desarrollo del potencial mental, antes que el de otras ramas de
la actividad humana.
Así pues, hay artistas, pero no son sensibleros, sino cerebrales.
Hay militares, pero no de fuerza bruta, sino estrategas.
Hay políticos, pero no de los maquiavélicos, sino de los negociadores.
Hay comerciantes, pero no de los tramposos, sino de los que innovan.
Hay científicos, pero no de los que repiten, sino de los que descubren.
Etcéteras varios.
¿Por qué?
Como he dicho, porque desde nuestro primer patriarca (Avraham) en adelante.
Y con el aval (o más bien dictamen) de la Torá. Hemos reconocido que la
única fortuna con la que contamos es nuestro intelecto, y la capacidad de
establecer lazos éticos y armoniosos con el entorno. No armas, ni tierras,
ni joyas, ni esclavos, ni estatuas, ni vanidades; sino la intangible
dimensión de lo verdaderamente humano: el espíritu que trasciende la
animalidad.
Para ir concluyendo.
Es interesante que los héroes de las naciones del mundo suelen ser reyes,
conquistadores, militares, cabecillas de manadas sanguinarias...
Pero, los héroes de Israel son reyes-poetas, profetas, estudiosos, pastores
de rebaños...
Es interesante que las naciones erigen monumentos pétreos o metálicos,
mausoleos, capillas, a sus héroes...
Pero, los héroes de Israel viven en libros, en plegarias, en añoranzas...
¡Qué cosa!, ¿no?
Como siempre, hay mucho más por añadir, pero
dejo la puerta abierta para más comentarios...
Sus
comentarios son bienvenidos, y recuerden que quedo a las órdenes.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir
Shalom
Yehuda Ribco
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