Shabbat I Adar 6, 5763 - 8/2/03
Comentario de la Parashá Terumá
: Ofrendar es elevarse
El tema general de nuestra parashá es el Mishkán, el Tabernáculo, que
era la tienda y sus entornos que servía como santuario para los hebreos
antes de la construcción del Bet HaMikdash -Templo en
Ierushalaim/Jerusalén-.
Se nos brindan instrucciones acerca de la construcción, de los materiales
para la misma, y de los recintos y utensilios que lo componían.
Para construir todo esto era imprescindible la
conjunción de tres elementos básicos:
-
La orden y el diseño de parte del Eterno.
-
El aporte material de parte del Pueblo de
Israel.
-
El trabajo de los expertos para transformar la
materia ofrendada en los elementos que el Eterno ordenó.
Los tres eran imprescindibles para erigir el
Santuario, eran como las patas del trípode que soportan en conjunto el peso
que recae sobre ellas.
Así, si faltaba la primer pata se podría tener muy bonitos
candelabros de oro, pero no la Menorá. Si faltaba la tercer pata,
podría haber mucho oro y el de tener una Menorá de acuerdo al plano divino,
pero no habría una Menorá. Y, si faltaba la pata central, todo
quedaba en idealismo, en buenas intenciones sin concretar.
Aplicando el modelo del Mishkán a
nuestras vidas, podemos reconocer que el mismo trípode es lo que convierte
los días de la persona en baluartes de lo eterno y santo.
Así pues, éstos son los elementos básicos para la trascendencia de la
persona y la sociedad:
-
Torá y mandamientos.
-
Todo lo que la persona tiene.
-
El esfuerzo y la dedicación constante para
transformar ese todo de la persona en un todo coherente con lo
que Dios demanda.
¿Quiere usted construir SU Santuario personal
que se adecue al Deseo divino?
Entonces: esfuércese en el estudio sistemático y vital de la Torá y cumpla
con las mitzvot; haga de cada minuto un motivo de regocijo, de cada
lugar un santuario, de cada acto un paso que lo aproxima al Eterno. Trabaje
con constante dedicación y ánimo confiado en el Eterno, pues así está usted
construyendo el mundo que Él quiere.
Así estamos dando vida a Sus palabras: "Que Me hagan un santuario, y Yo
habitaré dentro de ellos" (Shemot / Éxodo 25:8).
Hagamos con nuestra vida un santuario digno de Él, para que Él more
dentro nuestro.
Todo esto se resume en la palabra que designa
a nuestra parashá: Terumá.
Terumá se suele traducir correctamente como ofrenda, contribución,
donación.
Sin embargo, si buscamos su raíz etimológica comprobamos que se asocia
íntimamente con "elevar" - leromem.
Lo material, lo pasajero, lo perecedero, lo banal; es elevado por medio del
esfuerzo dedicado y coherente con la Torá; en procura de alcanzar los
mayores grados de trascendencia.
Ahora es el momento de SU TERUMÁ, de su
ofrenda, de su elevación.
¿A qué está esperando?
¡Shalom iekarim! ¡Les deseo Shabbat
Shalom!
Moré Yehuda Ribco
Otras interpretaciones de este pasaje de la
Torá, y más estudios los podrá hallar
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Éste es uno de esos estudios:
Si
Dios no precisa... ¿quién precisa?
De la Parashá
Terumá
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