Shabbat: Iyar 17, 5764 <> 8/5/04
Comentario de la Parashá -
Emor:
La única senda para la paz
(Esta semana corresponde leer la parashá
llamada Emor ("Di") que es la
octava del tercer tomo de la Torá, el
sefer Vaikrá, conocido en español como "Levítico".
Los insensatos,
los incultos e ignorantes,
los malvados y rebeldes,
los antagónicos a la divina Voluntad,
a menudo emplean como estúpida arma de ataque contra la santa nación de
Israel
el falso argumento de un presunto racismo, o segregacionismo negativo
de parte de los judíos y el judaísmo hacia los extraños, hacia los gentiles
en general.
Ese estúpido y malévolo reclamo,
motivado en el antisemitismo y/o en la torpeza,
cae estrepitosamente al suelo
cuando se lo ilumina con la luz del más sencillo análisis imparcial
del texto de nuestra sagrada Torá.
Pues en verdad,
con una claridad rotunda,
la Torá,
que es el original manantial de Israel,
declara sin cortapisas:
"Habrá una misma ley para vosotros, tanto
para el extranjero como para el natural; porque Yo soy el Eterno vuestro
Elokim."
(Vaikrá / Levítico 24:22)
No es necesario traducir estas palabras tan
exactas y precisas,
pero igual daremos una traducción, para que ninguno diga que no se ha
enterado:
Dios ordena que en el judaísmo, los judíos (que son los
naturales del versículo) así como los gentiles (los
extranjeros del versículo) estén sometidos a las mismas reglas de
juego,
sin predilecciones injustas,
sin menoscabar la dignidad humana de ninguna persona justa.
Debemos tener presente que esta paridad y equidad
no está solamente motivada por la hermandad de la especie humana,
sino que se basa también en que es un decreto dado por Dios,
por lo cual no existe ningún mecanismo para obviarlo o pervertirlo.
Dios quiere que todos estemos sometidos a la ley,
judíos y gentiles por igual,
viviendo de acuerdo a Sus leyes,
y no de acuerdo al antojo, la moda, o el populismo insensible a la
trascendencia.
(Recordemos que Dios ha dado 7 mandamientos para las naciones
del mundo, a los que se suman 66 normas fundamentales.
En tanto que para los judíos, Dios ha entregado 613 mandamientos, a los que
se les suma los decretos de las autoridad rabínicas legalmente constituidas).
Así pues,
él judío que se precie de ser fiel a su Tradición,
y por lo tanto al Uno y Único Dios,
lo más seguro es que jamás se atreva a denostar a un gentil justo,
o a despreciar a cualquier criatura humana.
Por otra parte,
no vayamos muy lejos en la Torá,
retrocedamos tan solamente unos pocos capítulos
para leer lo siguiente:
"Cuando un extranjero resida con vosotros
en vuestra tierra, no lo oprimiréis.
Como a un natural de vosotros consideraréis al extranjero que resida entre
vosotros. Lo amarás como a ti mismo, porque extranjeros fuisteis vosotros en
la tierra de Egipto. Yo soy el Eterno, vuestro Elokim."
(Vaikrá / Levítico 19:33-34)
No se ordena solamente que el judío ame a su
prójimo,
es decir a otro judío,
sino que también se exige que el judío ame al gentil, al extranjero, que no
lo violente y que le facilite modos honorables para su crecimiento personal.
(Atención a lo que está dicho claramente en el versículo: "al
extranjero que resida ENTRE vosotros", es decir, aquel que vive
pacíficamente, adoptando y aceptando los benditos preceptos que Dios ha
estipulado para los gentiles).
Dios reclama que la persona judía se comporte
con estricta justicia para con su vecino gentil,
y también reclama que la persona judía se comporte generosamente con su
vecino gentil.
Justicia y misericordia para con el hermano,
el hijo del mismo pueblo,
y justicia y misericordia para el extraño, el hijo de otro pueblo.
Éste es el verdadero mensaje de paz de la
Torá,
de Dios y del judaísmo: justicia y misericordia para el cercano y para el
lejano.
Ésta es la paz de estar cobijados bajo el abrazo fraternal del mismo Padre,
guarecidos por el mismo apego a las leyes que Él ha ordenado para nuestro
bien.
La única senda segura, confiable y saludable
para la paz
se encuentra en la Torá,
es cuestión de atreverse a reconocerla y asumirla como un compromiso
personal diario.
¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!
Moré Yehuda Ribco
Notas:
-Otras interpretaciones de este pasaje de la
Torá, y más estudios los hallan
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