Día 36 del Omer, correspondiente a 5 semanas y un día del Omer (21 Iyar).
Trabajamos sobre Jesed en Iesod.

Analiza los aspectos en tu conducta total (pensamientos, palabras, sentimientos, deseos, actos) que reflejen la generosidad que repercute en la unificación.

Respóndete, si quieres y puedes: ¿Tienes dificultades en juntarte con otras personas?
¿Eres capaz de darle al prójimo de acuerdo a la justicia, o siempre requieres más de lo que estás dispuesto a dar?
¿O das más de tu parte de lo que es razonable y constructivo?
¿Tienes problemas para manifestar tus sentimientos y pensamientos con aquellos que más cercanos a ti se encuentran?
¿Tienes mucho para compartir con alguien especial para ti, y deseas hacerlo, pero no hallas el modo de unirte a esa persona?

El que realmente es generoso, da sin esperar retribución, porque sabe que el amor (la generosidad) implica esencialmente el procurar del otro, en lugar del beneficio propio.
Cuando el deseo de dar es mutuo, entonces se enfatiza la armonía en la relación, y se construye la unidad entre las personas.
Pero, si se antepone el egoísmo, el deseo vacío de recibir, hay una distorsión en la unidad, en el equilibrio entre las partes.
La unidad con aquellos que son cercanos, permite el crecimiento y el desarrollo, pues la vida en soledad, el apartarse de otro, producen graves desequilibrios emocionales, que finalmente redundan en desarmonías integrales.
Por eso, es inestimable el valor de la generosidad real, del amor práctico, pues cimenta las oportunidades para vivir y evolucionar.
Y lo más grandioso, nunca es tarde para comenzar a actuar con amor, y se verá que pronto se convierte en un hábito indispensable en la vida.

Durante este día, examina cómo te relaciones con el prójimo, si hallas que eres egoísta, y que eso produce un escollo a la unidad; entonces debes saber que hay aquí un aspecto tuyo que debes trabajar con ahínco.