Netzaj, es la cualidad emocional de la perseverancia, la constancia, determinación y continuidad.
Maljut, es de la nobleza, el dominio y el mando.

Analiza los aspectos en tu conducta total (pensamientos, palabras, sentimientos, deseos, actos) que reflejen la perseverancia en nobleza.

Respóndete, si quieres y puedes: si eres el líder, ¿puedes mantener con determinación los objetivos y metas a alcanzar por tu grupo?
¿Sabes capear las tormentas de las vicisitudes cotidianas y mantener estable el rumbo de tu nave, o eres como una veleta, que apunta hacia donde el viento más fuerte se dirige?
¿Tienes idea de lo que estás haciendo, y tus asociados hacen, o te dejas guiar por la indolencia, la pereza, y la falta de auto-crítica?
¿Reconoces la diferencia entre ser inteligentemente perseverante, y ser obcecadamente necio?

El que realmente es una persona noblemente perseverante, ha estudiado las situaciones y ha determinado un destino para arribar. A lo largo de la travesía mantiene su rumbo con firmeza, sin desmoronarse ante fracasos y contratiempos, ni ser rebelde a lo que hubo considerado como lo mejor. Pero, la constancia de visiones y metas no debe ser una venda sobre los ojos, que le enceguece a captar la realidad. Pues, la nobleza de la perseverancia radica en la capacidad para cuestionarse, y cuestionar sus actos. Pero, una cosa es preguntarse con sinceridad, y responderse de la misma manera; y otra muy distinta es preguntar o responder guiado por la torpeza, la necedad o la terquedad.
Reconocer el error en las propias acciones, y poder cambiar de conducta es una muestra de saludable madurez, no de debilidad. Pues, débil es aquel que teme reconocer sus faltas, o habiéndolas visto, no hacer nada por modificar el estado lamentable de vida.
La terquedad demuestra debilidad y flacos principios de vida.
En tanto que la constancia, es sinónimo de fortaleza, dignidad y valentía.

Durante este día, examina tu cualidad de liderazgo (sobre tu vida o la del prójimo), si descubres que vives de arrebato en arrebato, o con temor a preguntarte por lo que estás haciendo y adonde te diriges; entonces debes saber que hay aquí un aspecto tuyo que debes trabajar con ahínco.