LaH' Haaretz UMeloa
- 7/10/2000 - Tishrei 7, 5761- Shabbat Shuva
Responsable: Licenciado en Psicología Prof.
Yehuda Ribco / Darjey Noam
Haazinu Devarim 31:1 - 32:52.
Queridos Talmidim y Javerim, Shabbat Shalom, el tema de este comentario es:
¡Regresa!
"Ciertamente
Hashem juzgará a su pueblo y tendrá misericordia de sus
siervos, cuando vea que se agota su fuerza y que no queda nadie,
ni preso ni abandonado." (Devarim / Deuteronomio
32:36)
"Llega el hombre al Olam HaBá (Más Allá)
e indignado pide hablar con Dios.
-- ¿Qué ocurre? -le preguntan.
-- Me han mentido, me habían dicho que Dios iba a estar siempre
conmigo, ¡y miren!, ¡compruébenlo por ustedes mismos! Vean
hacia atrás en mi vida, y verán que en efecto hay dos pares de
huellas, un par son mías, el otro par de seguro son las de
Dios...
-- ¡No!, miren bien. Vean como en los momentos de crisis hay un
sólo par de huellas... Dios cuando yo estaba mal me dejaba
solo... ¿eso es compañía?
-- Lo que ocurre es que, ese único par de huellas en tus épocas
de crisis son la marca de Dios, que te llevaba cargando cuando tú
ya no podías dar un paso por ti mismo..."
"¡Vuelve, oh Israel, a
Hashem tu Elokim; porque por tu pecado has caído!" (Hoshea
/ Oseas 14:2) con
estas palabras comienza la haftará para este Shabbat entre Rosh
HaShaná y Iom Kipur, y es muy sugerente.
Dios siempre está con nosotros, incluso cuando (por nuestra
decisión) ha des-aparecido de nuestras vidas;
incluso cuando creemos que estamos solos y sin fuerzas
abandonados... en lo peor, Él es fiel... aunque nosotros no lo
seamos...
Pero, ¿qué es lo que Dios quiere? Pues, que nosotros
regresemos a lo que nos hace crecer, mejorar, superarnos... que
retornemos a Él, de este modo estaremos imprimiendo nuestras
huellas junto a las Suyas en el camino de la Vida...
¿Queremos regresar al que nos acompaña
siempre?
¿Somos capaces de emular al Eterno en su paciencia, amor y misericordioso
juicio?
¿Tenemos el valor de reconocer que son sus huellas las que
quedan impresas en épocas funestas, porque sólo Él está con
nosotros en el tormento?
¿Queremos crecer?
¿Queremos reconocer que sólo nos sirve la compañía de aquel
que con su inquisitivo amor nos obliga a buscar nuestra
superación, o preferimos la modorra de las ilusiones (ídolos
vacíos que sólo sirven para llenar nuestro vacío solitario) que
finalmente acaban en inmenso vacío y alejamiento... en miserable NADA?
Al contrario de los ídolos, de lo que nos deslumbra
momentanemante, el que nos ama realmente nos confiesa: "Yo los sanaré de su infidelidad. Los amaré generosamente, porque mi furor se habrá apartado de ellos."
(Hoshea / Oseas 14:5)
¿Estamos preparados para asumir semejante amor, que incluso
cura la infidelidad, el furor?
Este es el tiempo de la reflexión... Kippur nos aguarda. El día del Veredicto está ya aquí, pero, recordemos... instantes después comienza Jag (Sucot), se inicia el summum de la dicha y alegría... el reencuentro bajo el "palio" de los novios eternos... ¿estamos preparados para esto? ¿Somos capaces de despertar y regresar a nosotros mismos?
"¿Quién es sabio para entender estas cosas, y prudente para que las conozca? Ciertamente los caminos de Hashem son rectos, y los justos andarán por ellos. Pero los rebeldes tropezarán en ellos." (Hoshea / Oseas 14:10)
Ojalá dejemos de tropezar y comencemos realmente a andar por el camino del retorno... de la plenitud junto a quien debemos estar...
Amén
Shabbat Shalom les desea Yehuda Ribco
Profundizando
esta semana:
¿Quiénes con puestos como testigos por Moshé?
Respuestas para la semana anterior:
Destellos de la parashá
Con
un canto Moshé pone a los cielos y a la tierra como
testigos objetivos sobre la conducta de Israel.
Es necesario este distanciamiento, porque a veces la
separación y la distancia permiten atender y reconocer
situaciones, conductas y actitudes que en la monotonía de
la rutina pueden estar ocultas a la comprensión, o incluso
a la percepción.
Por eso
también nos aconseja que seamos aténtenos en nuestro
proceder, pues en última instancia, somos (en enorme
medida) los responsables de lo que vivimos. A veces los
hechos nos superan, somos víctimas de fenómenos de la
naturaleza, o de la maldad o indolencia de otras personas.
Pero, en numerosas oportunidades sólo sufrimos lo que hemos
sembrado... y es a eso que apunta la enseñanza de Nuestro
Maestro Moshé, a que sepamos plantar las semillas de
Bien... pues, si plantamos de éstas, lo más probable es
que cosechemos beneficios; pero, si plantamos semillas erróneas
(voluntariamente o no), ¿qué podremos obtener finalmente?
El Eterno es
un misericordioso juez de plena Justicia, por lo que, el que
anda por los caminos del Bien, necesariamente obtendrá
Bien... aunque a veces nos cueste darnos cuenta de este
hecho básico y sostenido con firmeza por la Torá.
Y, cuando
comprendemos que hemos estado actuando de manera equivocada,
e iniciamos el camino del "retorno", de la Teshuvá,
hay un Dios que nos espera anhelantes.
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