Resp. 6123 – Que significa la palabra Israel realmente

Shalom, muchas gracias por su consulta.

1- Ser israelita (= judío) no es ser parte de ninguna raza, sino de una familia.
Como pasa con cualquier otra familia, se es parte de ella por ser descendiente de un miembro (en el caso particular de los judíos, de acuerdo a la ley judía solamente si la madre es judía al momento en que uno nace) o por ingresar a ella de la manera que la familia lo habilita (puede ser adopción o matrimonio por ejemplo, en el caso particular de los judíos la ley establece que el único método válido sea la que se denomina conversión leal y legal).
Por tanto, es absolutamente imposible considerar al judío como miembro de la “raza judía”. De hecho, creo que ya no se habla más de ninguna raza humana, pero no soy antropólogo para saberlo.
Uno es judío pudiendo ser de piel muy blanca o muy negra, con todo lo que hay en el medio. Uno puede ser judío teniendo origen en cualquier continente. Uno puede ser judío con cualquier apellido, ya que no hay apellidos judíos. Uno puede ser judío porque ha nacido judío, ya que su madre lo es; o porque realizó los pasos adecuados ante los organismos permitidos que convierten al judaísmo.
Uno puede ser judío sin ser monoteísta, sea que se cree en varios dioses (todos ellos falsos, como por ejemplo el de cristianos/mesiánicos) o no se cree en ninguno; porque ser judío no es ser creyente, sino miembro de una familia. En el caso de los judíos que se alejan activamente del monoteísmo para abrazar las religiones (recordemos que ni judaísmo ni noajismo lo son), siguen siendo judíos pero tienen suspendidos sus derechos como tales. Es decir, uno que es realmente judío y pasa a formar parte de la banda de los “judíos por Jesús”, seguramente que es de familia judía pero con todos sus derechos como tal denegados hasta que no abjure de la maldición de la idolatría y abandone la mentira en la que ha transformado su vida.

Otro punto, están también los de la simiente de Israel, que son los hijos de padre judío pero madre gentil, es decir ellos mismos gentiles porque su madre no era judía al momento de ellos nacer.
No son contados para las cuestiones sagradas del judaísmo, porque de acuerdo a la ley judía no son judíos. Pero SÍ son de la simiente judía, por tanto, cercanísimos a la familia, con las puertas más que abiertas si quieren ingresar a la familia de manera legal, por medio de una conversión.
Estas personas, amadas personas de la simiente de Israel, igualmente tienen derechos que no tienen otros gentiles, como por ejemplo a lo que corresponde a la Ley de Retorno del Estado de Israel.

Otro punto, la persona que ha decidido entrar voluntariamente a la familia de Israel, y por tanto transitó el único camino existente para hacerlo, que es la conversión leal y legal al judaísmo, deberá ser consciente de la existencia y presencia del Eterno. Deberá hacerse responsable y comprometerse a cumplir con los mandamientos que le corresponden, de acuerdo a la ley judía. No podrá trastornarse con deidades o poblar su mente con confusiones “religiosas”. Porque su pacto al momento de convertirse le obliga a ello.
Es decir, no hay conversión “laica”, ni cultural, ni negociando lo que uno creerá o hará; si se convierte al judaísmo habrá de hacerlo con la consciencia de que compra todo el paquete y deberá ser responsable con él.

2- La palabra Israel se encarga la propia Torá de darnos su significado al momento de inventar Dios la palabra.
Él dice que significa “porque contendiste con Elohim y personas y saliste airoso”.
Es decir, la persona que actúa con integridad tanto en las cosas que respectan a la divinidad como a las que respectan a Sus criaturas.
Por ello mismo también significa “la persona que anda en rectitud ante Dios”, porque así es la esencia del judío.

3- Es totalmente cierto, abunda la mentira, el engaño, la tontería, la desinformación, la mala fe, el mercadeo emocional y religioso con lo que corresponde al pueblo judío. Los motivos para todos estos desbarajustes son varios, y no los trataré aquí.
Por ello, lo más sano e inteligente que se puede hacer es encontrar una fuente digna de conocimiento, un maestro capaz y conocedor que guíe con sobriedad y verdad.
¡Mucho cuidado! Está lleno, repleto de impostores. Gente que se hace pasar por rabinos, por haham, por maestro de judaísmo, y en particular los creyentes en el tal Yeshuah (o el nombre que le quieran inventar), que como hongos después de la lluvia, que como pulgas en perro mugriento, se reproducen para hacer sus mezquinos negocios y obtener todo tipo de prebendas con falsificar el judaísmo y llevar el desorden mental/emocional por doquier. Esos mesiánicos, netzaritas, efraimitas, caministas antiguos y otros tanto estrafalarios que son expertos en el engaño, o ellos mismos atorados con tanto engaño que gan consumido como droga infernal.

4- No doy “respuestas contra otras religiones”, de hecho me importan poco y nada las religiones. Simplemente si me preguntan acerca de lo que sé que es falso, tengo que decir que es falso, o si no me convierto en cómplice del mal.

Ahora, me permito una pregunta para usted: ¿Cómo le servirán sus preguntas y mis respuestas para que usted sea un mejor noájida cada día y lleve a su entorno a una vida de plenitud noájica?
Será un obsequio obtener su respuesta, aquí debajo en los comentarios.

Tenga un excelente día, shalom y bendición.

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