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Comentario a la parashá Ki Tisá por parte del Rabino Oved Avrech.
En las parashot anteriores, leemos sobre el gran propósito de Am Israel de convertirse en “Un reinado de cohanim y un pueblo sagrado”. Y luego demuestra Am Israel que prefiere los bailes alrededor del becerro de oro por sobre el cumplimiento de la Torá y sus Mitzvot.
Y llega Hashem con un ofrecimiento tentador.: “Solamente déjame desatar sobre ellos mi ira y destruirlos y te transformaré a ti en un gran pueblo.” Este mismo pueblo del cual surgió Datan y Aviram y todos los que llegaron con sus quejas, pagará el precio del fracaso quedando fuera de la historia con la señal del “erev rav” las demás personas ajenas a Am Israel que se le sumaron al salir de Egipto. Y de inmediato surgirá en su lugar, un Am Israel nuevo: un pueblo que se formará de los descendientes del gran Moshé Rabenu.
Desde ahora no hará falta enfrentarse a todos los idólatras del deporte y el poder, del oro y la plata. Un nuevo pueblo surgirá, cuyo único propósito será materializar los grandes ideales, y corregir al mundo bajo el reinado de Hashem …en lo genes de los hijos de Moshé se trasmitirá la rectitud de Moshé.
Pero ¿cuál es la actitud de Moshé, el fiel pastor? No podemos decir que se entusiasmó con la oferta. Todo lo contrario!
El se atreve a ponerle un ultimato al Creador del Mundo: “Y ahora si soportas sus pecados” bien. Yo estoy dispuesto a enfrentarme a sus problemas y dificultades que me trae este pueblo. “Y si no, bórrame de tu libro el cual escribiste.” ¡Cortamos relaciones!
Yo no acepto tomar un grupo para formar de él un pueblo nuevo cuando todos mis hermanos son acabados.
Esta es la “Mesirut Nefesh”, la gran entrega de Moshé por Am Israel.
Moshé nos enseña a todos que somos un solo pueblo, que todos somos una familia, que somos todos hermanos. Y que los hermanos no tienen sustituto, no importa lo que te ofrezcan.
Y Hashem “Erige la palabra de sus siervo y el consejo de sus ángeles completa”. “Y se arrepintió Hashem de la desgracia que dijo le haría a su pueblo”
Escuché de mis rabinos en la Yeshivá, que esto lo repetía nuestro maestro el Rav Tzvi Yehuda Kuk de bendita memoria, cada salida de Shabat, cuando llegaba a esta parashá.
Shabat Shalom
