Claves: Torá, Shavuot, entrega, Moshé, Moisés, revelación, Sinai, Horeb, Joreb, Hashem, Dios

Shalom.
Gracias por su participar nuevamente.

La respuesta a su pregunta la hallamos en el propio texto sagrado:

"Acordaos de la Torá de Mi siervo Moshé [Moisés], a quien encargué en Joreb/Horeb decretos y leyes para todo Israel."
(Malaji / Malaquías 3:22)

En representación de todo el pueblo de Israel, Moshé recibió toda la Torá directamente de parte del Eterno (compare con Devarim / Deuteronomio 4:5).
Una parte de la misma, el comienzo del Decálogo, fueron receptores directos los (aproximadamente) tres millones de integrantes del pueblo escogido, tal como leemos:

"Cara a cara habló el Eterno con vosotros en el monte, de en medio del fuego."
(Devarim / Deuteronomio 5:4)

Por el inconcebible estremecimiento ante la Presencia, por sentir la gente que era insoportable para la persona estar frente a frente con Dios, el Pueblo solicitó de Moshé que fuera él el receptor de la Palabra revelada:

"Yo estaba entonces entre el Eterno y vosotros, para declararos la palabra del Eterno; porque vosotros tuvisteis temor del fuego y no subisteis al monte."
(Devarim / Deuteronomio 5:5)

También, fue el Eterno el que esogió a Su intermediario, el que era representante de Israel:

"En aquel tiempo el Eterno también me mandó a mí que os enseñara las leyes y los decretos, para que los pusieseis por obra en la tierra a la cual pasáis para tomar posesión de ella."
(Devarim / Deuteronomio 4:14)

Y el Pueblo no dudo de la fidelidad de Moshé, de la sinceridad en su labor como mensajero y no inventor de una legislación espuria (no declarada por Dios); pues el mensaje que él iba desgranando frente a ellos venía acompañado por las grandes maravillas y señales irreproducibles por otro que no fuera Dios, tal como dice:

"¿Existe otro pueblo que haya oído la voz de Elokim hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, y que haya seguido viviendo?
¿O algún dios ha intentado venir y tomar un pueblo para sí de en medio de otro pueblo, con pruebas, señales, prodigios, guerra, mano poderosa, brazo extendido y grandes terrores, como todo lo que hizo por vosotros el Eterno vuestro Elokim en Egipto, ante vuestros propios ojos?
A ti se te ha mostrado esto para que sepas que el Eterno es Elokim y que no hay otro aparte de Él."
(Devarim / Deuteronomio 4:33-35)

En resumen, tres millones de personas que pudieron declarar la falsedad de la Torá, de lo descabellado de sus relatos, de su falta de tino, sin embargo, en su gran mayoría fueron testigos que se hicieron los baluartes de la Torá.
Una Torá que Dios les había entregado a ellos, solamente a ellos y sus descendientes, a nadie más, por intermedio del siervo Moshé.
En cuanto a la ley, si por tal entiende usted los mandamientos de la Torá, la respuesta es: todos ellos fueron emanados de Dios, recibidos por Moshé en nombre de Israel, dejados por escrito en la Torá, tal como deducimos:

 "de acuerdo con el mandato del Eterno dado por medio de Moshé"
(Bemidbar / Números 9:23)

Será un placer recibir los comentarios edificantes de los lectores en la casilla de e-mail: comentario@serjudio.com?subject=rap1222

Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom

 Yehuda Ribco