Claves: Aborto, concepción, embarazo, interrupción, muerte, vida, madre, médico, doctor, rabino, Talmud, legal

Shalom.
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La halajá -normativa judía- no sólo permite en determinadas circunstancias el aborto, son que a veces lo indica como procedimiento ineludible. Cuando la vida de la madre está en riesgo a causa del feto, y tras la consulta médica, rabínica y paterna es obligatorio el aborto.

Según el Talmud Babilonio, Oholot 7:6, un niño nonato posee el estatus de "vida humana en potencia" hasta que su cabeza no ha emergido de las entrañas materna.
Una vida humana en potencia es valiosísima, por lo que no debe ser perjudicada ni eliminada banalmente.
Pero, es mayor el valor de una vida humana existente.
Por lo tanto, ante la disyuntiva entre salvar al nonato o salvar a la madre, se opta por salvar a la madre.
Pues, el feto es asumido como un miembro de la madre, por lo tanto, el aborto a veces es una lamentable pero necesaria operación.
Pero, el Talmud es muy claro cuando establece: "desde el momento que su cabeza ha emergido está prohibido tocarlo (quitarle la vida), pues una vida no tiene precedencia sobre la otra" (Sanhedrin 72b).

Evidentemente es un tema delicado, que cuenta con numerosos reglamentos e interpretaciones, por lo que cada situación debe ser estudiada por lo expertos correspondientes, y la decisión tomada junto con los padres.

En cuanto a su segunda interrogante, hubo y hay varios rabinos que también contaban con el título de médicos.
Por ejemplo, el rabino actual de la Comunidad Israelita del Uruguay, el Rav. M. Maarabi además de poseer el título (semijá) de rabino, es psiquiatra.
En la historia, no podemos dejar de mencionar al príncipe de los pensadores, Maimónides, reconocida eminencia médica de su época.
En el Talmud, propiamente dicho, se menciona por ejemplo a Rabbi Janina ben Dosa como un efectivo sanador y terapeuta.

En general los sabios del Talmud dedicaban también parte de su jornada a actividades mundanales, en procura de ganarse el sustento y de contribuir al mejoramiento de la sociedad; por lo que no es de extrañar que se cuenten entre las filas de los Sabios numerosas profesiones, oficios, y labores.
La práctica de la medicina ha sido vista como una de las profesiones que sirven para asociarse con el Eterno en procura del desarrollo del mundo, por lo tanto, de indudable valor.

Aprovecho para desear a todos un 5763 de plenitud y bendiciones, ¡Shaná Tová!

Recuerden que me agradaría recibir sus comentarios edificantes en la casilla de e-mail: comentario@serjudio.com?subject=rap1317

Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom

 Yehuda Ribco