Claves: Talmud, Torá, Biblia, Avraham, Abraham, patriarca, pacto, días, nacimiento, Bris, Brit, circuncisión, prepucio, señal, pacto, alianza, eterno, hebreo, Israel, judío, espíritu

Shalom.
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Está escrito:

"Éste será mi pacto entre Yo y vosotros que guardaréis tú y tus descendientes después de ti: Todo varón de entre vosotros será circuncidado.
Circuncidaréis vuestros prepucios, y esto será la señal del pacto entre Yo y vosotros.
A los ocho días de nacido será circuncidado todo varón de entre vosotros, a través de vuestras generaciones; tanto el nacido en casa como el comprado con dinero a cualquier extranjero que no sea de tu descendencia.
Deberá ser circuncidado el nacido en tu casa y el comprado con tu dinero. Así estará Mi pacto en vuestra carne como pacto perpetuo.
El hombre incircunciso, que no haya circuncidado su prepucio, esa persona será borrada de su pueblo, porque ha violado mi pacto.
Elokim dijo también a Avraham [Abraham]: –A Sarai tu mujer no la llamarás más Sarai; Sara será su nombre.
Yo la bendeciré y también te daré de ella un hijo. Sí, Yo la bendeciré; ella será madre de naciones, y de ella procederán reyes de pueblos."
(Bereshit / Génesis 17:10-16)

Es evidente del texto que, más allá de la notoria imposibilidad física, tampoco hay un mandamiento relativo a circuncisión o nada similar para la mujer judía. Es una obligación exclusiva para el hombre hebreo.

Como advertirá, el pacto entre Dios y el judío se sella por vez primera mediante la circuncisión del prepucio.
En tanto que entre Dios y la judía hay una relación un tanto diferente, ya que Él la bendice, la introduce al pacto eterno, sin necesidad de un ritual inicial, ni perfeccionamiento físico desde el amanecer de su vida.
Según ya hemos explicado en otras ocasiones, la condición espiritual de la mujer es primordialmente un tanto superior a la del varón, por lo que es dable deducir que la obligación de circuncisión que recae sobre el varón, es tendiente a darle una ocasión particular para elevar su nivel espiritual.
Luego, a lo largo de la vida, tendrá innumerables mandamientos para cumplir, que servirán con idéntico fin.
Tal como la mujer, también debe cumplir mandamientos a lo largo de su vida, pues, aquel que no labora por sostener lo que ha alcanzado, lo pierde. Y además, porque las mujeres nacen con un estado espiritual un tanto superior al de los hombres, pero no perfecto, sino perfectible.
Por lo cual, hombres y mujeres. cada cual desde sus posibilidades y cualidades, debe esforzarse a diario en cumplir la Voluntad del Eterno.

En definitiva, la señal de pacto femenina se encuentra en su espiritualidad innata, y especialmente en la práctica cotidiana de los preceptos acordes a la Torá y la Tradición de Israel.

El tema de la circuncisión es extenso y variado, por lo que quizás usted sienta que la respuesta es demasiado concisa.

Aprovecho para desear a todos un 5763 de plenitud  y bendiciones, ¡Shaná Tová!, y recuerden que la tzedaká es uno de los favorecedores en el juicio de Rosh HaShaná, y de la liberación personal-social.

Recuerden que me agradaría recibir sus comentarios edificantes en la casilla de e-mail: comentario@serjudio.com?subject=rap1349

Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom

 Yehuda Ribco