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Lic. Prof. Yehuda Ribco (I Adar 29, 5763 - 3/3/03)

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BeShem H' El Olam


 Respuestas a Preguntas
// Vestimenta // Creencias             

      Vestimenta y mirada

Claves: Ropa, vestido, vestimenta, moda, cubrir, pudor, recato, sobriedad, sensualidad, ánimo, conciencia, sentimiento, Génesis, Bereshit, patriarca, José, Egipto, pecado, consideración, respeto, cuerpo, desnudez, mirada, ver, pagano, judaísmo, iglesias, Torá

judíos preguntas respuestas mashiaj hamashiaj fiestas jaguim shabat shabbat rezos plegaria Dios Pregunta:  Yehuda

Una mujer después de convertirse y adoptar una forma de vida judia, debe
utilizar algún tipo de ropa en especial?
Como tendría que comportarse con respecto a la vestimenta y el cabello en su
vida diaria ?
Hay algún tipo de prohibición ?
Que dice la Torà ?

Gracias

En reserva
País: Uruguay

(Deben incluir en todos sus mensajes para nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive)

Shalom.
Este texto es una continuación de una respuesta recientemente publicada, que podrá leer haciendo clic aquí.

Vimos el origen de la ropa, surgida a raíz de la primera desobediencia humana contraria a los mandatos de Dios. Y aprendimos cómo la ropa tuvo la finalidad de esconder a la persona de reconocerse a sí misma, y de obstaculizar el diálogo sincero con el prójimo.
Por último, estudiamos también acerca de la re-orientación que el Eterno dio al uso de la vestimenta, para que sirviera como puente entre las personas, como medio para encontrar lo esencial del otro, y no lo que es superficial y llamativo para la mirada.
De esta divina intervención surge el primer fundamento de la tzniut, que es la modestia, el recato, la actitud de valor la interioridad del ser en lugar de lo que es pasajero y circunstancial.

Ahora, daremos un paso más, para comprobar cómo la valoración excesiva de la vestidura (del ornamento, de lo externo, de lo visual) suele estar en las confusiones que perturban el entendimiento fraterno entre las personas, y el progreso de las sociedades.
Tomaremos cuatro ejemplos de la Torá, que supongo son bien conocidos por la mayoría de los lectores de Serjudio.com:

  1. Iaacov usurpando la identidad de su hermano Esav.

  2. Iaacov suponiendo la muerte violenta de su hijo Iosef.

  3. Iosef siendo acusado de vejámenes por la esposa de Potifar.

  4. Tamar engañando a su suegro Yehudá al vestir ropas de prostituta.

En la primer situación Iaacov se vistió con las ropas de su hermano Esav, y así ataviado engañó a su ciego padre, por lo cual recibió la bendición que parecía corresponder a otra persona.

En el segundo caso, los hermanos mayores de Iosef lo envidiaban y repudiaban. Especialmente se habían ensañado con una vestimenta principesca que el padre la había regalado exclusivamente a él, su hijo preferido. Luego de despojarlo violentamente de su ropa, y de venderlo como esclavo, empaparon de sangre de animal los andrajos de lo que fuera la gala de un príncipe, y se la enviaron al padre. Éste al ver la evidencia de una muerte terrible, tuvo la casi convicción de que su preferido había sido devorado.

En la tercera narración la esposa del amo de Iosef lo desea sexualmente. Intenta seducirlo, pero Iosef se eleva por sobre su deseo, y es leal a su patrón, a Dios, a las enseñanzas de su padre, y a sí mismo. Pero, la mujer desesperada por la pasión, arranca las ropas de Iosef, dejándolo al desnudo. Como incluso así Iosef se negó a mantener contacto sexual, la mujer comenzó a gritar que el hebreo la estaba violando. Cuando vinieron a rescatarla mostró como prueba de la bajeza moral del hebreo las ropas que ella tenía en sus manos. Y Iosef fue condenando a un futuro tortuoso a causa del engaño.

En el cuarto relato, la nuera de Yehudá se viste como prostituta, y así seduce a su suegro, acostándose con él y concibiendo un hijo.

(Hasta aquí los brevísimos resúmenes, bueno sería que se tomaran el tiempo para leer las narraciones en el texto de la Torá, y así descubrir más detalles y ramificaciones).

Si le pidiera, amable lector, que encontrara un elemento y un argumento en común en las cuatro historias, ¿que señalaría?
Evidentemente que el elemento común es la vestimenta.
Y el argumento en común es: la ropa utilizada para el engaño, para hacer creer aquello que no es cierto. (En hebreo bagad es tanto traicionar, engañar como vestirse).
Así es, apreciados lectores, nuestra cáscara removible, nuestro antifaz cotidiano, en la Torá es señalado una y otra vez como herramienta para el ocultamiento y el fingimiento.
Que el hábito no hace al monje, es lo que la Torá nos enseña reiteradamente.
Que no es el aspecto externo lo que se debe valorar, sino interiorizarse de los temas antes de evaluarlos.
Que la persona es algo más que lo que aparece ante la vista.
Y, por deducción, que la vista es tan engañosa como el corazón. (Como regla general: la mirada es del rango de la idolatría/falsedad/deslealtad, en tanto que el escuchar es elemento de la fidelidad. Piense, por favor en la gloria de los imperios paganos, y encontrará arquitectura, pintura, escultura, teatro, estatuas, templos fastuosos. Piense en el tesoro del judaísmo, y hallará palabras, sonidos y argumentos...)

Por lo cual, ¿cómo vestir y cómo actuar para estar en procura de armonizar lo externo con lo interno?
¿Cómo hacer de las vestimentas un puente para comunicarse realmente con el otro (y con sí mismo), y no que sean usadas como empalizadas o espejos de trucos que perturban el contacto?
La respuesta, la brinda la Torá:

"Habla a los Hijos de Israel y diles que a través de sus generaciones se hagan flecos en los bordes de sus vestiduras y que pongan un cordón azul en cada fleco del borde.
Los flecos servirán para que al verlos os acordéis de todos los mandamientos del Eterno, a fin de ponerlos por obra, y para que no os desviéis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, tras los cuales os prostituís.
Será para que os acordéis y cumpláis todos Mis mandamientos, a fin de que seáis santos para vuestro Elokim.
"
(Bemidbar / Números 15:38-40)

La respuesta es: vistiendo lo que la Torá prescribe como correcto. Que en general son aquellas prendas que ocultan de la mirada ajena lo que excita las pasiones sensuales, pues las pasiones tienden a obnubilar la razón y enlentecer el apropiado actuar.
Desde la perspectiva tradicional del judaísmo, el hecho de vestir con recato no es un asunto de modas, gustos personales, o mojigatería santurrona.
Sino que es despojarse de máscaras que alejan a la persona de sí misma, y del verdadero abrazo del prójimo.

Aunque pueda resultar paradójico para personas liberadas del occidental siglo XXI: cuanto menos se excita la mirada, más se atrae.
Cuanto más se cubre aquello que debe estar cubierto, más se descubre aquello que debe ser revelado.

Si mi modesto trabajo aquí presentado le ha sido de bendición, no olvide que este sitio y su autor se mantienen gracias a Dios, que en parte canaliza Su bondad a través de la colaboración económica de los lectores.
No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso para ser parte de la Obra del Eterno.

Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le son fieles servidores, y que sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.

 Yehuda Ribco

comentario@serjudio.com?subject=Rap1984


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