Lic. Prof. Yehuda Ribco |
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Responsable: Licenciado en Sicología Prof. Yehuda Ribco / Darjey Noam
Respuestas a Preguntas
Consulta recibida
"... el rabi Yeshua ben Miriam demostró indudablemente con sus milagros que era el profeta más grande de todos, superior a Moisés el hijo de Miriam, por eso sus palabras son superiores a la Ley -Torah. Además, esos milagros son la demostración cierta de que era el Mesías Salvador de los Hombres..."
Uruguay
Respuesta
Bien, tal parece que debemos seguir tratando estos tópicos
ajenos al judaísmo.
En fin, reitero mis cuidadosas advertencias a las nobles personas creyentes en
el cristianismo, y que con buena fe no intentan convertirnos, ni eliminarnos,
que no es nuestra intención buscar la ofensa, ni la burla de su fe, ni queremos
prosélitos, tan sólo que no mezclemos judaísmo con lo que no lo es.
- De él se dice que no hubo otro de su rango
- Conoció al Eterno "cara a cara"
- "Nadie fue como él"
- A través suyo hubo prodigios y señales públicamente visibles, por millones de testigos, amigos y enemigos, crédulos y sabios
- Fue pastor fiel del numeroso y encabritado rebaño de Israel en su conjunto
- Fue el que recibió la Torá y la puso por escrito y fue elegido por Dios para ser el depositario y trasmisor de las verdaderas interpretaciones de la misma
Sin dudas, ¡poca cosa!
¿Acaso Ieshu pudo siquiera rozar la grandeza del humilde Moshé?
Respondamos tres preguntas, de muchas que se podrían formular:
¿Acaso Moshé enquistado en odio maldecía árboles que no daban alimento,
o ciudades que no le prestaban atención? (Como ejemplos citamos solamente
Libro de Mateo capítulo 21, versos 18 y 19, y también el capítulo 10 del
mismo libro, versos 14 y 15).
¿Acaso Moshé perseguía a los que disentían con su dirección, o
permitía que fuera Dios el que decidiera, públicamente y sin atisbos de
duda de quien era Su elegido? (Como ejemplos citamos solamente Bemidbar /
Números 16; y Libro de Mateo capítulo capítulo 23, o el, sumamente
llamativo, capítulo 16 verso 23 (¡!)).
¿Acaso Moshé pedía para sí, o no es que es llamado por la Torá:
"mi (humilde) servidor"? (Como ejemplos citamos solamente Devarim
/ Deuteronomio 34:5, y el Libro de Mateo capítulo 14, el relato de la
"caminata sobre las aguas"; o, ¡bizarra humildad de Ieshu!,
capítulo 11, verso 25 al final del capítulo).
- ¿Estamos seguros de que los textos canónicos cristianos son fieles, fidedignos, dignos de confianza como testimonio certero e indudable?
No.
Por lo tanto, puede que hubiera milagros. O que eran otra cosa. O que ni siquiera existió un Ieshu real, o si existió no es como lo "pintan"...
En definitiva, los testimonios son dudosos.- Personas poseedoras de conocimientos ocultos, (de las ciencias secretas, o que aún no han sido clasificadas por la ciencia oficial), también pueden hacer "milagros"; ante nuestros ojos se pueden desarrollar eventos maravillosos, pero, realmente, no entran dentro de la categoría de lo que un "milagro" es en la concepción netamente judía y de acuerdo a la Torá.
Los encantadores y científicos de Faraón podían hacer malas copias de las señales menos portentosas realizadas a través de Moshé... entonces, ¿aquellos sabios egipcios son profetas verdaderos, o el Mesías Salvador? (Ejemplo, capítulo 7 de Shemot / Éxodo).
¡Por favor!- Los milagros son siempre obra de Dios, y sirven para que un hecho indispensable (en el Plan de Dios, y que quizás mucho después nosotros podemos advertir) suceda; y son sin dudas una forma para que la existencia de Dios se haga indudable.
Compare II Melajim / Reyes 17 y 18, con, por ejemplo el Libro de Mateo capítulo 11, versos 5 y (¡por favor!) el 6. (Muy al pasar, casi al final de los "milagritos" de Ieshu en capítulos 14 y 15, se dice que eran para glorificar a Dios... pues, no parece ser la tónica del resto del texto, más bien parecen gloriar a otro, que no es Dios...)- ¿Eran en realidad milagros, o mejor dicho, para coincidir con apartados "b" y "c", sucesos sobrenaturales?
Yo creo que no.
¿No resulta curioso que Ieshu haya inventado (y sin base en el Tanaj, obviamente): "no hay profeta en su tierra" (es una paráfrasis de las cuatro versiones que se leen en los libros canonizados por el cristianismo), cuando, precisamente en la localidad que lo conocían, que sabían de su nacimiento, infancia, formación, personalidad, etc., no creían en él (en sus cualidades que lo hicieran algo distinto de un orate, o extraviado, o idealista, o chantajista), y por lo tanto, no se producían milagros para ellos... (por ejemplo, Libro de Mateo capítulo capítulo 13, versos finales).
Es en verdad llamativo que, en donde y quienes más debían ser seguidores suyos, de su persona y sus ideas, fueran los más contrarios y reacios. ¡Si hasta su propia familia se mofaba de sus presuntuosas presunciones! (por ejemplo, Libro de Juan capítulo capítulo 7, versos 2 al 5; y Libro de Mateo capítulo capítulo 12, versos finales).
En definitiva, cuando la víctima está prevenida, por conocer al embaucador, es más difícil que se produzca la estafa (o, la curación de índole histérica, o la alucinación, o el delirio... o todo lo que deseen menos milagros que sean obra de Dios, pues, ¿acaso Dios no puede obrar milagros en la propia localidad del profeta?)- Supongamos que Ieshu efectuaba milagros (sólo supongamos).
¿Eso lo convierte en profeta?
Para nada. Hubo muchos (verdaderos) rabinos sanadores, y hay manosantas, y hay obradores de maravillas (laicos o religiosos), el idolátrico Sai Baba por ejemplo, entonces, ¿ya son ellos profetas verdaderos de Dios?- Supongamos que Ieshu efectuaba milagros (sólo supongamos).
¿Eso lo convierte en Mashiaj (el rey judío para los judíos)?
Moshé, Eliahu (Elías), Elishá (Eliseo), incluso Ieshaiá (Isaías) fueron (entre otros) intermediarios de hechos portentosos del Eterno (milagros); y sin lugar a dudas recibieron la vera palabra de Dios para trasmitir... sin embargo, ¡yo no veo un culto idolátrico a la personalidad de alguno de ellos! (Y sin dudas, más de uno de los mencionados operó maravillas superiores a las que se cuentan de Ieshu, y dijo profecías que se han corroborado)...
Para ser Mashiaj se precisa algo distinto a que sucedan milagritos... (Lea: ¿Cómo reconocer al Mashiaj? y ¿Cómo reconocer al Mashiaj? (2)).- Para terminar, pues no quiero extender la respuesta mucho más, pues ya hemos demostrado la carencia de bases para sus afirmaciones:
"(1)''Tendréis cuidado de hacer todo lo que Yo os mando; no añadiréis a ello, ni quitaréis de ello.
(2) ''Si se levanta en medio de ti un profeta o un soñador de sueños, y te da una señal o un prodigio,
(3) si se cumple la señal o el prodigio que él te predijo al decirte: 'Vayamos en pos de otros dioses' --que tú no conociste-- 'y sirvámoslos',
(4) no escuches las palabras de tal profeta ni de tal soñador de sueños; porque el Eterno vuestro Elokim os estará probando, para saber si amáis al Eterno vuestro Elokim con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.
(5) En pos de el Eterno vuestro Elokim andaréis, y a Él temeréis. Guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz. A Él serviréis y a Él seréis fieles.
(6) Pero tal profeta o tal soñador de sueños ha de ser muerto, porque predicó la rebelión contra el Eterno vuestro Elokim que te sacó de la tierra de Egipto y te rescató de la casa de esclavitud. Él trató de desviarte del camino por el que el Eterno tu Elokim te mandó andar. Así eliminarás el mal de en medio de ti."
(Devarim / Deuteronomio 13)
Y:
"(20) Pero el profeta que se atreva a hablar en Mi Nombre una palabra que Yo no le haya mandado hablar, o que hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá.'
(21) ''Puedes decir en tu corazón: '¿Cómo discerniremos la palabra que el Eterno no ha hablado?'
(22) Cuando un profeta hable en el nombre del Eterno y no se cumpla ni acontezca lo que dijo, ésa es la palabra que el Eterno no ha hablado. Con soberbia la habló aquel profeta; no tengas temor de él."
(Devarim / Deuteronomio 18)
Creo que nada más para agregar. (Si tiene dudas si estos dos párrafos de la Torá perfecta se aplican a Ieshu, pregúnteme y le contestaré en que lugar de los textos canonizados por el cristianismo hallamos pruebas de esto (y para el vil Pablo de Tarso también).
Bendiciones y que pronto el conocimiento del Eterno no tenga necesidad de ser proclamado (Irmiá / Jeremías 31:33).
Yehuda Ribco - Iyar 10, 5761
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