Estimado More:
Consulto tu site con gran regularidad y sabes que es una fuente de
aprendizaje para mí. Permíteme unas palabras pues observo con una extraña
y abigarrada mezcla de alegría y preocupación la enorme cantidad de artículos
que leo sobre personas que desean convertirse.
Intentaré explicarme: Cuando se quiere algo se debe saber que es lo que
se quiere, yo no puedo pretender ser un hanif, ni un bahai, si no sé lo
que es ser un hanif o un bahai...
Lo malo es que todo el mundo cree saber lo que es ser judío. He conocido
mucha gente que quiso ser judío, algunos se creían que sería un mundo
feliz donde todos los judíos eran gente buena que les ayudarían en todas
sus dificultades, una especie de racismo en positivo, y se sentían muy
decepcionados cuando veían que los judíos eran gente normal con sus
virtudes y sus defectos, y sin alas de ángel.
También he conocido gente que lo que le gustaba era disfrazarse de judío,
lo guapo que se sienten con un talit o utilizando una kippa. Y los hay que
se sienten identificados por las historias de la Biblia, por el
sufrimiento del pueblo judío en la historia e, incluso, conocí un extraño
personaje que, amante como es de todo lo bélico, se acercaba al judaísmo
admirado por los logros del ejercito israelí.
Y... pregunto yo sin ninguna inocencia... ¿cuántos saben lo que es el
judaísmo? Eso es el principio de toda conversión, saber a lo que te vas
a convertir, y si no lo sabes... ¿a qué se está jugando?
Sé que muchos tienen sentimientos sinceros, que buscan de verdad al Dios
de Israel... pero ahí está precisamente la cuestión: buscar, estudiar,
prepararse.
Al principio de esta carta hablaba de mis sentimientos encontrados a la
hora de leer los artículos publicados en <<Ser Judío>>: Decía
que sentía alegría por ver que aún quedan personas que se preocupan de
algo más de lo que van a hacer el fin de semana, que se sienten atraídas
por esta rica cultura judaica y que, incluso, sienten deseos de entrar a
formar parte de ella. Y, al tiempo, sentía preocupación de ver que,
realmente, muchos de ellos, no se han preocupado de aprender nada, ni
siquiera leen respuestas ya dadas queles harían avanzar más, les
permitirían formular preguntas más interesantes (sobre la base de otras
anteriores) y no harían perder el tiempo respondiendo una y otra vez a lo
mismo.
Muchos se quejan de lo difícil que resulta la conversión, pero tengan en
cuenta que están a tomar la decisión más importante de su vida: Toda su
forma de vida se va a ver alterada, desde sus costumbres de fin de semana,
hasta su forma de comer. Es decir la conversión no es lo difícil, por
muy difícil que sea, lo difícil es mantenerse fiel toda su vida, y eso
es lo que pretende un tribunal rabínico, comprobar el grado de madurez
del prosélito.
¿Qué tipo de atleta sería aquel al que el entrenador mima en vez de
inculcarle el sacrifico del deporte? ¿Qué tipo de licenciado sería
aquel que le facilitaron los exámenes durante la carrera? ¿Qué aprecio
le podría dar a un título o medalla regalada y no conseguida con
esfuerzo?
¿Qué tipo de judío sería aquél al que no han preparado para serlo?
He conocido personas que quisieron ser judías pero no lo lograron y,
sintiéndose rechazados, acusaron a los judíos de elitistas y se
transformaron en "judío-fóbicos"; Una prueba más de su
inmadurez para tomar tan seria decisión. Otros recurren a las"gangas
o rebajas" de conversiones y aceptan algunas vía net o fax de pseudo-rabinos
que por unas monedas te dan un certificado de dudosa licitud... El propio
converso no tardará en sentirse desanimado y, o bien terminará su juego
de rol o bien, si es sincero buscará un rabino "de verdad" para
hacer un verdadero proceso.
He visto varios e-mail que sus autores dicen "que se sienten judíos"
y que tal ya basta para una relación con Dios... Bueno, en realidad ni
tal cosa es necesario, todo hombre puede buscar su relación con Dios, y
la Biblia nos habla de gente, totalmente ajena al pueblo de Israel, que
tenían relación muy intensa con Dios. En cuanto que sentirse judío ya
es ser judío, el lic. Ribco ya lo ha respondido en numerosas ocasiones.
Por cierto de pequeño me creía superman... pero les aseguro que nunca
logré volar.
Yo que no soy, ni seré, judío permítame dar unos consejos a todos los
que buscan la conversión:
- Investiguen las razones por la que buscan la conversión.
- Intenten diferenciar de cuando es capricho y cuando es una verdadera
necesidad.
- No lo hagan por miedo a estar lejos de Dios. Él está cerca de todos,
judíos y gentiles.
- Piensen que todas las dificultades que les ponga un rabino o el tribunal
no serán ni la mitad de las que tendrán en su vida judía. (Recuerdo que
de estudiante pensaba: "que duros son mis profesores", pero
ejerciendo mi profesión siempre me he dado cuenta de: "que blandos
habían sido mis profesores")
- Estudien, sepan lo que ES SER Judío antes de intentar serlo: su
historia, sus libros, sus costumbres... y no estaría mal su lengua.
- Un consejo especial a los que escriben al Lic Ribco: Aunque él puede
responder sus dudas, no tiene una varita mágica que les solucione el
problema. Las cosas son como son, él no escribió la Torah.
- Antes de formular otra pregunta al More Ribco recomiendo a todos los que
desean (sea como anhelo o como capricho) estos tres artículos:
-
http://serjudio.com/dnoam/conversionbitton.htm
-
http://serjudio.com/dnoam/rap148.htm
-
http://serjudio.com/dnoam/rap68.htm
y si desean seguir adelante busquen por aquí entre los
diferentes artículos que seguro que verán un caso similar al suyo: http://serjudio.com/personas/index.htm
En todo caso habrán aprendido, y realizarán preguntas más
interesantes, y, quizá, más difíciles de contestar, que serán un reto
para el Lic Yehuda y una fuente de crecimiento para todos sus lectores,
entre los que me incluyo.
Con mis mejores deseos a todos.
ICP.
U. E. (unión europea)
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