Pregunta: > Saludos mi muy estimado Lic.
Ribco.
Nuevamente le escribo para molestarle, con algo que no puedo describir sino
con las palabras que en el "subject" de este mail le he escrito.
Ha pasado tiempo desde la última vez que me comuniqué con usted, pero no
crea que he dejado de leer y aprender de sus enseñanzas y menos aún crea
que me he olvidado de mi promesa de enviarle una pequeña ayuda, sólo que
por razones que no vienen al caso no me ha sido posible enviársela. De
hecho no tenía la intención de volverle a escribir hasta no tener el agrado
de colaborar con usted, pero ayer tarde me ha ocurrido algo que me ha
dejado "Compungido, constipado y arrepentido".
Paso a relatarle el hecho: A una muy apreciada vecina mía, se le
diagnosticó un tumor cerebral el cual le fue extirpado hace tres días, ayer
fui a verla con mi esposa en el hospital; pero como todos, ella tiene un
gran defecto y me refiero a que todos tenemos defectos, verdad. Ella es
católica fervorosa, en pocas palabra una idolatra, pero como ella en manera
alguna me ha irrespetado como gentil justo que me considero, imponiéndome
su fe; pues simplemente mi aprecio es por ella como persona bondadosa que
siempre ha sido.
Mientras permanecimos con ella todo iba bien, hablamos de su operación y de
su asombrosa recuperación, en mi corazón le pedía al D-os de Israel para
que le diera fortaleza y le sanara prontamente; pero las cosas se
complicaron con la llegada inesperada para mi, de un sacerdote católico.
En el momento le sugerí a mi esposa que no fuéramos, pues presentía que la
situación se me iban a poner incomoda, pero mi esposa me replicó
argumentando que era de mala educación retirarnos de esa manera y que
esperara un poco para disculparnos e irnos, a lo cual tontamente accedí,
paso por mi mente en ese momento la imagen de Java tentando a Adam, pero
sin mediar más palabras el sacerdote católico comenzó a repartir
"galletitas", entiéndase hostias y a orar en vos alta su oraciones
idolátricas, allí fue cuando comencé a arrepentirme de no haberme ido en el
acto. Por supuesto que no me comí ninguna galletita, ni ore con ellos sus
oraciones; sin embargo sentía que con solo estar allí, ya me hacía
participe de todo aquello.
Para colmo de males, mi vecina le comenta al curita que, y sito sus
palabras; "se nos había muerto un bebe". Y para mi constipación, le pone
las manos en la cabeza a mi esposa y comienza a propinarle una supuesta
"bendición". En ese momento, lo único que pude hacer fue pedirle perdón a
D-os por permitir yo que tal cosa ocurriera.
Estimado Yehuda, disculpe por extenderme tanto y por molestarlo con mis
asuntos, pero le suplico que me oriente en estos casos, que por cierto
desde la desaparición física de mi hijo, me ocurren con mayor frecuencia;
pues siempre hay alguien que al saber de lo ocurrido, nos quiere regalar
una oración a san no se quién o al espíritu santo o a la virgen de no se
donde, etc, etc. ¿Cómo le digo a la persona, que tome lo que me está dando
y lo aplique a él si le parece, pero que a mi ni me lo acerque?, pues
aborrezco con cada fibra de mi cuerpo todo lo que tenga que ver con la
idolatría. ¿Cómo se lo digo a las personas sin lastimarlos?, pues sé que no
lo hacen con mala voluntad, pero me hacen daño.
En ocasiones me vale, simplemente les digo que no soy cristiano y no lo
acepto, pero en esta oportunidad las cosas se me complicaron y no me pude
escapar.
Y ahora estoy muy, muy, muy compungido.
Hasta una próxima oportunidad.
Shalom!!
Luis N.
Venezuela
(Deben incluir en todos sus
mensajes para nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país
donde vive) |
Shalom.
Gracias por su pregunta.
Si la entiendo bien, usted quiere alguna receta para poder apartarse
de las prácticas erróneas de la idolatría sin lastimar a la persona que con
buen corazón las realiza.
Ante todo le tengo que dar la razón: sí, a
veces resulta complicado ser diferente a la masa; y más difícil aun querer
preservar la identidad ante el avasallamiento de los muchos.
Se me ocurren cuatro respuestas alternativas
y/o complementarias:
-
Agradezca las buenas intenciones de la
persona, pero dígale que usted no participa de sus creencias. Esto no es
motivo para que nadie (en sus cabales) se sienta ofendido, pues hasta
donde yo sé en la mayoría de los países latinos se permite pensar y creer
con libertad.
Dígale que reconoce la buena voluntad, y el noble gesto, pero que el medio
que quieren emplear no es mejor. Entonces:
-
Proponga usted la oración o bendición a
formular, en lugar de recibir y acatar pasivamente las que le quieran
imponer.
Así si, por ejemplo, usted conoce que doña María invocara a la virgencita
de idéntico nombre, ¿por qué no le dice que oren juntos lo
siguiente?: "Padre Celestial, invocamos Tu santo Nombre para que
bendigas a ......., de modo que le des los que en Tu Amorosa Sabiduría
consideras lo mejor, y rogamos para que reine la paz para todas tus
criaturas. Amén".
Es una oración que se me ocurre cualquier persona religiosa puede
compartir con usted, y no atenta contra creencias de ninguna religión.
-
Si la persona es tozuda o irrespetuosa e
insiste en mancharlo a usted y los suyos en las invocaciones idolátricas;
entonces: sea usted más terco aun, y muy respetuoso en su
oposición. (A los gritos y empellones no se edifica la armonía y el
crecimiento).
Opóngase activamente, pues a idolatría en nada beneficia, y en todo
perjudica, tanto para la vida
pasajera en esta tierra, como para la vida verdadera en el Más Allá.
Por lo tanto, hágales a usted y a los otros un favor, y no permita que los
arrastren ni siquiera por compasión (o buenos modales) hacia la idolatría.
Créame que el Patrón sabrá retribuir su adhesión a la Verdad Eterna, y que
quizá usted con su empecinado actuar en contra de la falsedad promueve que
el que está en pecado y error rectifique su vida ¡y viva!
-
Si a pesar de todo no le hacen caso,
entonces discúlpese y retírese pacíficamente. Usted actuó con corrección y
nobleza, por lo que si no lo respetan, ¿para qué permanecer en donde no es
bien considerado?
Si alguien se ofende con su actitud, usted puede guardar la confianza en
que si ha procedido con justicia, nadie tiene lo qué reprocharle.
Usted recordó a Adam tentado por Javá, pues entonces, no se dé la
oportunidad de errar en grande mientras cree estar actuando de buena fe.
Un pedacito de falsedad, ya es estar involucrado con lo falso.
Espero haber sido claro en la explicación, si
lo fui o no, aguardo los comentarios edificantes que serán bienvenido
en la casilla de e-mail:
rap1197@serjudio.com
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |