Shalom.
Gracias por su pregunta.
La lectura superficial del relato (en
el capítulo once de 2 Shemuel / II Samuel) referente al affaire entre David
y Bat-Sheba/Betsabé, lleva a que el lector condené al rey a muerte, tal como
usted hizo en su misiva; y tal como yo mismo hago cuando no profundizo en
los hechos y en las leyes.
Pues, al parecer evidentemente el rey David cometió al menos tres delitos
gravísimos, que tras un juicio justo merecen la sentencia capital:
-
Mantuvo relaciones sexuales con la esposa de
otro hombre:
-
Mandó matar (asesinar) a un inocente.
-
Provocó que el Santo Nombre fuera ensuciado
y burlado.
Entonces, debemos aprender que no todo es tan
aparente como aparece a la vista.
Estas son las razones que aliviaron el castigo sobre el rey David:
-
Técnicamente la esposa de Uriá estaba
divorciada de su marido al momento de mantener relaciones sexuales con
David; por lo tanto David puede ser acusado de licencioso (que merece una
pena de latigazos), mas no de adúltero (con pena capital).
Resulta que hacía tiempo, bastante antes del encuentro ente David y
BatSheba, se había decretado que todo varón casado que saliera a la guerra
debía dejar en poder de su mujer la "carta de divorcio". Así, si el marido
era uno de los desaparecidos en batalla, o de los cautivos de los cuales
se perdía el rastro, la mujer quedaba en libertad de casarse nuevamente
(pasado cierto tiempo prudencial). De lo contrario, de no haber "carta de
divorcio", y el marido desaparecer, la mujer quedaba (queda) en la penosa
situación de aguná, que significa que es casada pero sin marido. O
sea, ni viuda, ni divorciada, ni casada en la práctica.
Esta "carta de divorcio" abierta, es una sabia disposición legal.
Y es la que técnicamente dejaba a la esposa de Uriá libre de cohabitar con
el rey David sin incurrir ambos en el espantoso pecado/delito de la
infidelidad conyugal.
Así que: David inocente de crimen capital.
-
En el reino de Israel, tal como creo en
todos los reinos del pasado, las órdenes del rey (en tanto no contrarias a
la norma superior, que en el pueblo judío es la Torá) eran ley, aquel que
no las cumplía era reo de "rebelión contra la corona".
David con insistencia ordenó a Uriá que fuera a casa y visitara a su
mujer.
Pero, Uriá desobedeció al menos en dos ocasiones la orden directa del rey.
A eso se le llama sedición, por lo tanto Uriá ya se había hecho pasible a
ser ajusticiado por parte del rey.
Pero, por si fuera poco en 2 Shemuel / II Samuel 11:11 leemos como Uriá
antepuso la dignidad de su comandante militar a la del rey que estaba
frente a él. Esto, también es punible con la pena de muerte, pues es otro
acto de sedición.
Quizás a usted no le guste que así haya sido las leyes en el reino de
Israel, quizás a mí tampoco me agraden, pero esa era la ley, lo
legal, lo justo, y lo verdadero.
Así que, cuando David ordenó que Uriá muriera, no estaba asesinado, sino
haciendo que se cumpliera la legal sentencia que había dictado contra Uriá.
Así que: David inocente de crimen capital.
-
Por el delito de promover que el Santo
Nombre fuera mancillado, no hay excusas ni apelaciones.
Es por este crimen que David se encontró a sí mismo culpable, e imploró (2
Shemuel / II Samuel 12:13) el perdón de Dios.
Y Dios le perdonó.
Pero, como las consecuencias de los actos perversos se manejan de acuerdo
a leyes muy exactas, David sufriría las penurias por los actos cometidos.
Las perores consecuencias se reflejarían en sus hijos, que aprendieron del
mal ejemplo del padre, y entonces el sexo sería moneda de abusos y no de
elevación; y la muerte sería compañera, en lugar de irremisible pasajera.
Pues, si bien los dos pecados anteriores vimos que no lo eran, en realidad
fueron actos hechos de tal modo que dejan un manto desagradable sobre
David, un manto de sospechas, tal como usted ha tenido por él.
Si me ha seguido hasta ahora lo que se puede
resumir es que:
-
David pecó, pero no en lo que generalmente
se cree que lo hizo.
-
David buscó el perdón de Dios, y tras
arrepentirse lo obtuvo.
-
David con su proceder no muy claro (aunque
no necesariamente pecaminoso), fue un modelo confuso para los hijos,
quienes finalmente pagaron al ellos pecar gravemente.
-
Es menester actuar siempre con corrección,
mucho más si se es modelo de otras personas, no sea cosa que otros se
perjudiquen al no comprender nuestras acciones o palabras difusas.
-
Dios ama al que se
arrepiente, y desea que el pecador regrese a la senda correcta.
Espero haber sido claro en la explicación, si
lo fui o no, aguardo los comentarios edificantes que serán bienvenido
en la casilla de e-mail:
rap1198@serjudio.com
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |