Shalom.
Gracias por participar.
Sí es correcto, se saluda Shaná Tova umetucá, que quiere decir "Dulce
y buen año".
Antes de responder, permítame corregirlo en
dos puntos.
El primero es que Moshé no es considerado como "mayor de los hombres", sino
el "más humilde entre las personas", y como "el que alcanzó mayor nivel de
profecía (comunicación con Dios)".
Son cosas muy distintas.
El segundo punto: no fueron los sabios los que distinguieron a Moshé con los
calificativos de "más humilde" y "mayor profeta"; sino que fue el mismo Dios
en Su Torá:
"Moshé [Moisés] era un hombre muy manso,
más manso que todos los hombres que había sobre la faz de la tierra."
(Bemidbar / Números 12:3)
"...con Mi siervo Moshé [Moisés], quien
es fiel en toda Mi casa.
Cara a cara hablo con él, en persona, y no por enigmas. Y él contempla la
apariencia del Eterno. "
(Bemidbar / Números 12:7-8)
"Nunca en Israel se levantó otro profeta
como Moshé [Moisés], a quien el Eterno conociera cara a cara."
(Devarim / Deuteronomio 34:10)
¿Quedan aclarados estos aspectos?
Ahora pasemos a la mujer tzadeket.
Realmente el Tanaj abunda en mujeres justas: las matriarcas, la reina
Esther, la profetisa Julda; y alguna de ellas reconocidas por estar en un
nivel mayor de profecía y conocimiento que el alcanzado por sus esposos o
pares de la época. (Sobre esto ya hemos escrito anteriormente).
Cada generación cuenta con un considerable número de mujeres justas, fieles
al Eterno y bastiones para su prójimo, tan grande su número que es difícil
distinguir a una de otras.
Por ejemplo, la generación de los que salieron de Mitzraim, es notorio y
reconocido el hecho que los varones estaban bastante rezagados en
comparación con las mujeres. Y que mientras los hombres se comportaban
habitualmente como obstáculos para el crecimiento, y funcionaban como
verdaderas anclas aferradas a la ideología del esclavo; las mujeres luchaban
por desarrollar al pueblo y alcanzar cada día nuevas alturas de pureza y
libertad. (Sobre esto, también ya hemos escrito anteriormente).
Además, por actitudes naturales el varón tiende a manifestar su
individualidad, su mucha o poco preeminencia sobre sus congéneres; en tanto
que es más acorde con la naturaleza femenina el descollar de modo silencioso
(y más efectivo).
No en vano la frase popular: "cherchez la femme" (que se puede
interpretar como que detrás de todo gran hombre hay una inmensa mujer).
Avraham y Sará es el ejemplo de esto que el Tanaj nos brinda de los primeros
hebreos.
Pero, tal como no hubo varones de la estatura
profética de Moshé, tampoco hubo mujeres a su nivel.
Moshé fue un caso particular, único e inigualable.
¿Por qué?
Las razones quedan en la mente del Eterno, no en la nuestra (Rashi
Bemidbar 12:8).
Sin embargo, tal como dijimos el rol de las
mujeres fue crucial en la Salida de Egipto, que es el momento del nacimiento
del Pueblo de Israel.
Por lo tanto, una mujer estaba también a la cabeza liderando el pueblo:
"Yo te hice subir de la tierra de Egipto.
De la casa de esclavitud te redimí y envié delante de ti a Moshé [Moisés],
a Aarón y a Miriam [María]."
(Mijá / Miqueas 6:4)
Así tenemos a Miriam, la profetisa y hermana
de Moshé, que ocupó un lugar de preponderancia en la conducción de Israel
desde la opresión hacia la trascendencia.
Repito, Moshé en un grado de profecía inalcanzable por cualquier otra
persona, pero con Miriam liderando a su lado, en un papel que le ha sido
reconocido por todas las personas adeptas al estudio de la Torá, y que jamás
se le ha negado, tal como nuestros Sabios atestiguaron.
Aprovecho para desear a todos un 5763 de
plenitud y bendiciones, ¡Shaná Tová!
Recuerden que me agradaría recibir sus
comentarios edificantes en la casilla de e-mail:
comentario@serjudio.com?subject=rap1286
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |