Es una pena que debamos perder nuestro
precioso tiempo leyendo preguntas/afirmaciones como éstas, que en nada
benefician al crecimiento personal y colectivo, además de estar por fuera
de los precisos límites marcados en nuestro sitio... ¿es ésto acerca de
judaísmo o psicología?
Ni una ni la otra.
Pero, como ambas están en contra de la distorsión, que para lo único
que sirve es para petrificar a la persona en un capullo de falsedades, me
permitiré corregir brevemente.
Ay... gracias por dejarme pensar como
quiera... necesitaba personalmente su permisión para no sentirme
usurpador de la libertad de pensamiento que la Consititución de mi
República me permite...
Ahora, pasemos a los mandamientos.
Si un budista dijera que predica el amor al prójimo, y el amor a la
divinidad de Israel (una deidad más, ¿en qué le puede afectar?)...
¿eso lo convierte en judío?
Y, si un pastor protestante lo hiciera... ¿es judío también?
Por lo que si su dios Ieshu / Jesús predicó esto... ¡bien por él!
En cuanto a que no vino a cambiar nada de la Torá... ¿por qué pretende
negar la realidad material y evidente para la mayoría de las personas
lúcidas?... ¿Acaso los seguidores de Ieshu son cumplidores de la Torá
en sus estrictos términos...? ¡Por favor!
Además, ya hemos mostrado en otro artículos alguno de los numerosos
errores de Ieshu en su interpretación/re-escritura del texto de la Torá
que provocó el pecado personal y colectivo. Le recomiendo que lo busque y
lo lea, se encuentra en la sección de "Otras
Creencias", bajo el título de "¿Ieshu rabino?".
En cuanto a que los primeros discípulos de
su dios eran judíos, eso es indiscutible. ¿Acaso alguien dijo lo
contrario?
Pero, al igual que los seudo-judíos que son cristianos-mesiánicos
nacidos judíos, al momento de adherir a una creencia en un dios ajeno a
Dios, se ponen fuera de la Familia de Israel.
Esta drástica pena no es invención de los "rabinos", sino
orden de Dios (si no sabe la razón, lea, por ejemplo, el libro de Hoshea
/ Oseas).
El idólatra que ha nacido hebreo se puede reintegrar a su esencia cuando
abandona absolutamente la vanidad de la idolatría, y regresa por completo
al seno de su pueblo, con la convicción puesta en el Único y Uno.
En tanto permanezca en el error gravísimo de la adoración falsa, no
importa cómo se llame, qué cosas positivas haga, quiénes sean sus
parientes... pues, no tiene derechos de judío ni es considerado como
judío... (aunque, evidentemente tiene todos los derechos humanos de
persona, de hijo
(errado) de Dios...)
Por lo tanto, los primeros discípulos de Ieshu, en tanto aprendieran de
un maestro equivocado en sus enseñanzas... ¡y bueno, Herrar es Umano!
Pero... ¡ay!... cuando el delirio (¿alucinación sería la palabra que
usaría usted?) llegó a la veneración
de Ieshu... ¡eso es otra cosa!
Ahora una anécdota para el que es de luces.
Don Jacobo vino a esta tierra con una mano detrás y otra delante,
huyendo del terror en la vieja Patria.
Se radicó en una pequeña y no muy próspera ciudad del interior.
Tenía nada material, pero una integridad intachable, una ética
asombrosa.
Comenzó siendo vendedor de trapos viejos, que recogía por ahí.
Por su notable tenacidad, entereza, coraje, calidad y calidez humanas y
etcéteras varios logró instalar una pequeña tiendita a la que llamó
"Popular".
Casado con Rebeca, educó a sus críos con sus principios, ideales, metas,
modos rectos de comerciar.
Su hijo Samuel dotó al negoció de una nueva prosperidad, mientras el
estilo afable y honrado de comerciar era mantenido.
Don Samuel, además, inauguró una nueva modalidad.
Basado en los principios recibidos de sus padres, cuando el cliente
declaraba no contar con recursos, le era fiado de inmediato. Sin
conformes, sin cheques, sin pagares. La sola palabra era suficiente... ¡y
ni hablar de cobrar intereses, moras, multas!
Y si la cosa no le marchaba al cliente, Don Samuel parecía olvidar de
pronto la deuda, o incluso le daba plata a la vecina en desgracia,
diciéndole que él recordaba que en una ocasión ella le había prestado
unos pesos...
¡Ese era Don Samuel!
¡Esa era la política de negocios de la "Popular"!
El nieto de don Jacobo, Jonás, aprendió de sus mayores.
Y se hizo, a su tiempo, cargo de la tienda, con la misma política de
honestidad, servicio, solidaridad... el negocio de crecer junto al
cliente...
Jonás se enamoró de Petrona, hija de Carlos, el dueño de la tienda
"Veleta", la presunta competidora de la "Popular".
Carlos era duro en los negocios... ya saben a lo qué me refiero.
Y Petrona había aprendido de Carlos... pero, el amor es tan ciego... a
veces...
Petrona le insistía a Jonás para que adoptará las políticas de su
familia a los negocios, pues sin dudas que en los tiempos que corren , el
marketing, los impuestos, los morosos, la crisis, y yo qué sé cuántas
cosas más...
Y Jonás no quería, ¡no podía! ceder a las pretensiones de Petrona...
Y Petrona por un rato silenció sus pedidos... mientras en secreto urdía
su trama...
Hasta que presentó la solicitud de divorcio ante la Corte de familia.
Le fue concedido, junto a una buena tajada de la "Popular"... no
me pregunten la razón, no soy ni juez ni abogado...
En la vieja y ruinosa tiendita de su padre, con el nuevo capital obtenido
del divorcio, y con alguna de las prácticas robadas a Jonás, inauguró
su propia tienda, llamada "Nueva Popular".
Y al principio, los precios allí eran imbatibles, ¡regalaba en lugar de
vender! Las mercancías aparentaban una calidad inmejorable. El servicio
era de un esmero y profesionalismo único, por ejemplo, en la
"Popular", si uno iba a comprar un metro de tela perdía
medio día, entre charlas, café, elección, consejos, corte, recorte,
etc. Pero, en la "Nueva Popular" la eficiencia era un lema.
Metro de tela era lo que quería el cliente, al instante lo tenía, y
salía satisfecho del local... claro, sin café, sin charla, sin consejos,
sin apreciar otras oportunidades, sin calidez de trato humano, sin...
Jonás recurrió legalmente por el nombre de la tienda de la competencia.
Pero, nuevanente no sé motivos, la ¿justicia? dictó a favor de Petrona,
quien pudo mantener el nombre de "Nueva Popular"... evidente
plagio...
De a poco el que era un negocio generoso para la familia de Don Jacobo fue
decayendo.
Las personas murmuraban sobre ellos, verdades y falsedades, y mezclas de
ambas.
'Qué caro en comparación a la "Nueva Popular"... que el
servicio era lento... cuánta charla... le robaban mercadería a los
proveedores... odiaban a los compradores... decían que no cobraban
interés, pero en verdad lo podían hacer por lo precios superelevados...'
Petrona instigaba a los compradores... que fácilmente se dejaban guiar.
Ponía en contra a los proveedores. Sobornaba a los inspectores de
impuestos para que no "olvidaran" visitar más que
periódicamente la empresa competidora...
La "Popular" estaba al borde de la bancarrota.
Entonces Petrona subió abruptamente los precios.
La "Popular" obtuvo una fama tal, que comprar ahí era sinónimo
de bajeza moral.
Entonces Petrona cortó todo trato humano para con su clientela, quienes
se tranformaron en deudores perseguidos con toda saña.
La "Popular" se mudo, las condiciones en esa ciudad no le
permitían continuar abierto allí.
Sólo unos perros vagabundo acompañaron a Jonás y los pocos empleados
fieles que lo siguieron... es más, algunos DEUDORES abuchearon y
apedrearon al que debía marchar al exilio...
La "Nueva Popular", cuando tomó el lugar físico de la
"Popular" quiso despojarle también su nombre, y reescribir la
historia... pero no pudo usurpar el patrimonio espiritual, ni llenar el
vacío dejado...
¿Era la "Nueva Popular" continuadora
de la "Popular"?
¿Era Petrona seguidora de los preceptos y ética de Don Jacobo?
¿Se necesita de explicaciones?
Shalom, Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y le dé la oportunidad de hacer
algo provechoso con su vida... mientras, nos brinda otra oportunidad para la Paz.
Yehuda Ribco
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llegar que son siempre muy bienvenidas. |