Shalom.
Gracias por sus comentarios. No soy digno de elogios.
Continuemos pues.
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A la sinagoga no sólo se
concurre a rezar. Ese pensamiento es más bien de la cultura occidental y
cristiana.
El shil es un lugar de reunión para los judíos.
El motivo central debería ser la tefilá -rezo-, pero no lo es
todo. El hecho de la comunión con otros es central; y luego, el espacio
destinado a un vínculo particular con el Eterno.
En cuanto a que la persona no está haciendo lo debido si se distrae a la
hora del rezo, puede que sea cierto, ¡por algo se distrae!
Pero no en vano cualquiera le puede reconocer que el poder del sexo es
enorme, inmenso. No voy a darle ejemplos ahora de esto, usted lo sabe
tan bien como yo. Sólo pensemos en cuales son las palabras más buscadas
en Internet... ¡y por lejos respecto a las que le siguen!
El sexo distrae/atrae más que el fútbol, política, economía... ¡Dios!
Por lo que cuanto más se aleje la posibilidad de ser
influidos por el deseo carnal a la hora de rezar, ¡mucho mejor!
Hay tiempos para el romance, para la pasión... pero no en el momento de
rezar.
Y sobre que hay otros motivos de distracción, ¡es verdad! Por eso no
verá televisores encendidos, ni la radio, ni diarios, ni gente
comerciando, ni balones de fútbol, ni comida, ni... ¿o los hay?
Y si los rezantes se ponen a charlar de Boca y River, y de Cavallo y
Menem, y de Bush y Bin Laden, y de Abbot y Costello, y del Dolar y el
Narcodolar... ¡es decepcionante! Pero, ¿nos arrancamos los cerebros,
orejas, ojos, lenguas, todo para dejarnos sumidos absolutamente en la
dimensión del rezo?
En cuanto a rezar.
El motivo para hacerlo no es para pedir, agradecer, exigir; sino servir
al Eterno. Secundariamente se puede (y de hecho se hace) las otras
acciones que mencionamos. La persona que va con la mente y el cuerpo
dispuesto a servir al Eterno por medio de la tefilá no se inmuta
si está sentado o no junto a su señora, novia o hija... pues todo su ser
se arrebata en el vínculo con Dios.
Pedir sentarse junto a la esposa, es asumir que uno está en el templo
con fines secundarios, sociales, lo que fuera... pero... ¿para servir
completamente al Eterno? No lo sé... no lo sé...
De lo que acabo de decir se podrá argüir que entonces no hace falta la
separación en zonas para hombres y mujeres, pues todos estaríamos al
servicio del Eterno sin percatarnos de interrupciones.
Y mis dos respuestas son: ¡ojalá y así fuera! Y la segunda: ¿no dije ya
el poder extraordinario del deseo sexual en atraer la atención? No en
vano era usado como carnada por los pueblos idólatras de la antigüedad,
para llevar a los ingenuos a las aberraciones más grotescas, endulzadas
con orgías sabrosas.
En definitiva, y para concluir la respuesta a (1): géneros por separado,
pues somos muy humanos y aunque desde lo profundo llamemos al Eterno,
nuestras entrañas a veces nos empujan para otro lado.
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Las mujeres y los rezos.
La mujer está obligada a servir al Eterno, por ser criatura que debe
reconocerLo y servirLo, al menos una vez diaria.
Pero, no está obligada a los tres rezos diarios, tal como el varón. Ni a
concurrir a la sinagoga para rezar.
Y no es ni injusticia, ni chauvinismo, ni edadmedismo, ni ningún ismo
más que judaísmo.
Le explico rápidamente, porque ya lo hice más extensamente en otro
texto.
Una muy querida amiga emigró a Austria hace cosa de un par de años.
No sabía mucho de alemán.
Allí conoció a un joven austriaco, germano parlante, por supuesto.
Se casaron.
¿Es razonable que ella le reproche a él porque no la acompaña a sus
clases de alemán de tres horas diarias cuatro veces semanales?
¿Es correcto que ella se ofenda porque él domina excelentemente su
idioma natal, mientras ella chapurrea y balbucea?
Las mujeres tienen un plus espiritual con respecto al varón (saben
alemán desde la cuna, según nuestro ejemplo)
Los varones venimos del Río de la Plata (es decir, de abajo), y debemos
aprender a desarrollar lo que para las mujeres es parte de su
naturaleza.
El rezo obligatorio y tres veces diario es parte de nuestra práctica
para superarnos (para llegar al nivel de las mujeres)
¿Es justo que mi amiga lleve a su marido a las torturantes clases donde
se le enseñaría: Ich, Sie, Du, etc.?
¿Es justo pretender que la mujer se esfuerce en alcanzar algo con lo que
ya cuenta?
Así que, si la sinagoga no es lugar habitual (en la práctica
tradicional) para la mujer, no es en demérito de la mujer, tal como que
el marido de mi amiga no vaya al Goethe Institut a aprender Deutsche no
es muestra de su incompetencia en esa lengua.
Pero, "no estar obligada" no quiere decir "tener vedado", por lo que las
puertas de la sinagoga están abiertas para la mujer, si ella quiere
concurrir.. claro...
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Que el judaísmo es
dinámico no es novedoso.
Pero, tradicionalmente le cuesta cambiar. Y cuando lo hace, es sin
afectar normas de base. Además, porque es imprescindible el cambio.
Las sinagogas de la ortodoxia moderna son un tanto diferentes a
las antiguas, sin embargo, mantienen la mejitzá.
¿Por qué?
Releamos juntos el primer punto contestado en este texto...
El tema de la lectura de la
Torá... no antes, permítame una digresión.
No quiero ofenderlo con lo que voy a expresar ahora, pero, ¿no sé
por qué me suena esta misiva a un intento de enfrentar posturas y
corrientes del judaísmo con el simple ánimo de hacerlo? Hay demasiados
detalles que no se escapan al ojo avizor...
Si me equivoco, lo siento por mi grosería.
Si no estoy errado, le pediría que para su próxima misiva viniera sin
rodeos a preguntar lo que le aflige, es un placer dialogar con franqueza.
Además, ¡qué tengo yo que ver con disputas que me resultan ajenas por
completo! SerJudio.com (y quien escribe estas líneas) estamos contra las
etiquetas, y no queremos ser etiquetados (aunque lamentablemente
lo seamos)
Y repito, si me equivoco en la apreciación, pido perdón nuevamente por mi
suspicacia.
Bien, luego de descargar mi conciencia, volvamos a la lectura de la Torá.
Le confieso que a mí tampoco me agrada completamente lo que escribí al
respecto en la respuesta anterior.
Me faltó agregar que en un minián -cuenta, reunión- de mujeres,
claro que ellas pueden subir a la Torá, pues no se afecta el
honor de los varones que no suben.
Algo más, las mujeres no están obligadas a estudiar Torá (no obligadas,
que no es lo mismo que vedadas), pero sí de escuchar su lectura. Sin
embargo, en tiempos remotos al parecer las mujeres (muchas de ellas) no
eran cuidadosas al respecto. Al parecer, es por esta razón histórica que
se derivó en la norma consuetudinaria de que no subieran a la Torá, pues
de hacerlo constituiría una falta de respeto hacia los que son constantes
en la sinagoga. Le daré un ejemplo. Supongamos Maradona sigue siendo el
"Pelusa" de hace una década atrás. Pero es remiso a ir a entrenar, y por
esto y aquello no fue convocado a la selección de su país. Como número
diez en la selección argentina esta X, que va a todas las prácticas, hace
todos los ejercicios, es un buen jugador... pero, un buen día don Maradona
llega al vestuario, habla con el técnico, y el jugador X es dejado en el
banco y entra orondo el genio de Maradona a la cancha, a deleitar a
propios y adversarios con sus encantos (y superioridad, ya lo mencionamos
más arriba, ¿no?) Pregunto: ¿qué pasa por el corazón de X en ese momento?
Y, ¿las personas sensibles no se sentirían atropelladas por el
ingreso de Maradona?
Veamos bien, Maradona no hace nada malo. Ama a su país, a su selección, a
su pueblo; sólo que no le gusta entrenar, pero... ¡es Maradona!
El técnico tampoco hace nada malo, ¡busca lo mejor para su cuadro!
X sabe que Maradona no es malo, pero, ¿no le duele?
Maradona merecía el honor de jugar, ¿quién lo duda? ¡Es Maradona!
Pero, ¿y X?
Bien, supongo que el ejemplo no le saciará su apetito por saber.
Es cuestión de meditarlo.
Para terminar, por ahora,
¿por qué pedir para hacer algo que no le es ordenado, habiendo tantas
cosas ordenadas por realizar?
Quedo a las órdenes, y pido
nuevas disculpas si me extralimité.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco
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