Es un placer volverle a
escribir, después de hace mucho tiempo. La mayoría de los textos que he
logrado leer y en los que he podido meditar más profundamente en el quehacer
diario y en el compartir con otras personas acerca de la gran bendición que
se encuentra en el judaísmo. Yo, personalmente, anhelo conpenetrarme más y
más en la cultura sociedad judía y sobre todo en el estudio del más grande
regalo dado por H´ a Israel y a la humanidad: Su ley mandamientos y
preceptos.
En esta ocasión, hay algo que me inquieta y desearía que según la sabiduría
y entendimiento que el Creador, me la ayudara a responder: Las veces que se
nombra a satan en el Tanak son pocas (tres o cuatro) - y por cierto que
debería ser así. Sin embargo, ¿qué dice al Talmud o el Midrash acerca de
ese?
Con esta pregunta no quiero ser imprudente o algo por el estilo, pero es que
el cristianismo lo presenta a cada momento*, pero veo en el Tanak y no logro
asociarlo con nada.
Una vez más gracias por la ayuda prestada y que Adonay le siga bendiciendo
en gran manera a Usded y los suyos.
*El enemigo, el engañador, el destructor, el ladrón, el hacedor de maldad,
etc.
P.R.
Colombia
(Incluiremos el e-mail
del remitente que no nos escribe su nombre completo, el nombre de la ciudad
y país donde vive) |
Shalom.
Gracias por participar. Le ruego que no exceda el máximo de 50 palabras por
e-mail.
Sobre Satán ya hemos escrito,
por lo que le ruego que busque el material en las sección de "Seres".
Especialmente quizás este texto.
La Torá no tiene interés
siquiera en mencionar a Satán, sino que apreciamos su servicio al Eterno en
algunas secciones. Algo similar ocurre en el resto del Tanaj.
En cuanto al Talmud, y el pensamiento posterior, menciona a Satán con más
frecuencia, pero sin darle ni importancia, ni preponderancia.
Algunos autores medioevales fueron teñidos con ideas foráneas al judaísmo, e
inconscientemente con sus enseñanzas pudieron haber introducido al Satanás
ajeno a las ideas judías, pero, gracias a Dios, el judaísmo tradicional
tiene sus filtros, que funcionan con aptitud.
Ya enseñamos que en el Talmud
Satán fue identificado con el ángel de la muerte y con la inclinación hacia
la maldad, pues los tres tienden a lo mismo: a poner distancia entre la
persona y Dios.
Y, aunque suene paradójico con la frase anterior, Satán es un servidor de
Dios, y como tal es útil a los planes del Eterno.
¿Sabe para qué sirve principalmente?
Para que lo bueno de las personas deje de ser una fuerza potencial y se
trasforme en actos que modifican la realidad.
Le daré un ejemplo, que se puede relacionar a un texto reciente.
El joven siente que su pulsión sexual (normal, y por lo tanto positiva)
le insta a relacionarse sexualmente con una joven cara a su deseo. Para lo
cual, debe aproximarse, y (moral y legalmente) acceder al matrimonio, no
para satisfacer su apetito, sino para construir "nuevas vidas". Entonces, la
inclinación negativa (Ietzer HaRá, alias, Satán) le murmura a su interior: "Panchito,
tu eres feo, pobre, tonto, etc. Ella jamás te miraría, pues es hermosa,
rica, brillante, etc. Panchito, eres un perdedor, no aspires a nada. Pero...
allí está tu PC... hmmmm, ¿qué te parece si visitas XXX.sexo y con esas
imágenes deliciosas te refrescas. Vamos Panchito, que ya no aguantas más...
y es tan fácil acceder a XXX.sexo, y ella jamás te miraría... Panchito,
Panchito..."
Y el joven se encamina a su PC, se conecta a Internet, teclea las palabras
que su inclinación negativa le susurro a su corazón, pero, en eso, recuerda
que lo que está a punto de hacer lo aleja de su amada, que lo convierte en
un esclavo de sus pasiones, en lugar de hacerlo un ser humano que aspira al
crecimiento. Y rápidamente borra las palabras que lo dirigen a la
pornografía, y escribe Tora.Tora, y lee acerca del poder sexual bien
encaminado que permite el alcanzar metas superiores. Y la fuerza que se
estaba por encaminar hacia lo negativo, se transforma en acciones positivas
que generan más positividad.
¿Se entiende el ejemplo?
Es bastante simplón, pero me parece que hasta cierto punto es habitual.
En resumen, Satán es poco
mencionado, porque lo que la Torá busca es liberar a la persona y a la
sociedad, y no aprisionarla. Convertirnos en conscientes hijos/súbditos de
Dios, y no de continuar siendo esclavos de pasiones o amos detestables.
Por lo que, llenar de miedo los corazones, o amenazar con infiernos,
castigos o demonios, como método dilecto de enseñanza... muy poco enseña, y
para escasa construcción aporta.
Si le quedan dudas, quedo a
las órdenes.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos
construir Shalom
Yehuda Ribco
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