Lic. Prof. Yehuda Ribco
BeShem H' El Olam
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LaH' Haaretz UMeloa
Responsable: Licenciado en Sicología Prof. Yehuda Ribco / Darjey Noam
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Respuestas a Preguntas
Pregunta recibida
"... me encantó un viejo artículo suyo, "El misterioso Moshé", pero hay algo que no entiendo, ¿cómo es eso de la libertad de pensamiento pero de estrictez legal? que ahí menciona usted..."
E.R.
Austria
Respuesta
Apreciada amiga, gracias por esta interesante pregunta.
Le sugiero dos artículos: "Parejas
formadas en el Cielo" y ¿Pareja
Celestial?
Y uno reciente: Leyes
de vida, para referirla a otros artículos legalistas.
Como yo no soy experto en leyes, le daré un símil, que nos ayudará a
pensar el tema.
El semáforo.
No explicaré su funcionamiento visible (aunque me gustaría conocer su origen,
desarrollo y un poco de su tecnología).
Existen las personas que cruzan con la luz roja, quizás antes atisbando que
no venga un vehículo en trayectoria de colisión.
Otro cruzan con la roja, sin percatarse de su error, omisión u actitud
criminal.
Otros suponen que pueden cruzar cuando y como se les antoje.
Existen los trasnochados que argumentan que los reglamentos son para los que los
respetan, no para ellos...
Otros lo respetan tácitamente, y no se permiten ni siquiera utilizar la luz
ámbar para iniciar el movimiento.
Otros a pesar de estar habilitados para el cruce, se detienen o aminoran la
marcha.
Otros conocen el reglamento, lo respetan, y tienen suficiente confianza en sus
semejantes -y en la tecnología operante- como para pasar con tranquilidad.
Otros, ambulancias, bomberos, policía, pueden violar el reglamento, bajo el
amparo de la ley que los habilita en ciertos momentos y circunstancias, a lo que
de otro modo sería una falta.
Otros están moralmente o intelectualmente en contra del reglamento, les
fastidia, o no lo desean, pero lo respetan, pues conocen las posibilidades
negativas de ignorarlo.
Estas son también las conductas respecto al reglamento, a la halajá.
Cambie el semáforo y sus luces, por las halajot y sus particularidades y
comprenderá la razón por la cual al haberse establecido la halajá, no
importan las opiniones, sino el acatamiento del reglamento.
La majshavá, el pensamiento, por su parte -desde la perspectiva
judía- es libre.
Uno puede suponer que se cruza con la luz verde, porque recuerda el color de los
prados.
Otro, que el rojo es instintivamente una señal de peligro.
Otro, que el semáforo es un invento de los capitalistas del Norte.
Otro, que no sirve de nada.
Otro, que es un regalo de los legisladores municipales.
Otro que es hermoso cruzar con la roja.
Otro, que los colores deberían ser distintos.
Otros que...
Esas son las opiniones, que mientras no afecten la conducta respecto al
reglamento, son permisibles.
Espero que el símil le haya sido de utilidad.
Cualquier cosa, a las órdenes.
Bendiciones en el nombre del Eterno.
Yehuda Ribco - Sivan 17, 5761
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