Gracias por comunicarse, me apabulla con tantos elogios inmerecidos.

Estoy de acuerdo con usted, jamás podremos entender lo de las almas gemelas, porque no tenemos cómo conocer lo qué es el alma.
Hace 200 años, por decir algo, ondas de radio (en ese rango del espectro) existían, tenían sus efectos y alcances, pero los humanos ni nos percatábamos de ellas. No contábamos ni con la idea, ni con los sentidos para percibir o captar, ni con la tecnología para facilitarnos la tarea. Es más, hoy tampoco las percibimos en sí misma, aunque las conocemos, medimos, usamos, disfrutamos de sus servicios, porque lo que nuestra radio nos da a oír, lo que los aparatos grafican, etc. no son las ondas en sí mismas.
Más complicado aun es intentar describir algo que no es material ni tiene semejanzas, por lo tanto no tenemos ni cómo captarlo, ni cómo representarlo.
El alma está más allá de nuestros pensamientos, es por ello, quizás, que la Torá (tan práctica y relacionada a los eventos de Este Mundo) apenas si nos da idea de ella, y poco o nada vinculándola con ideas místicas o metafísicas.
Siguiendo a Maimónides (en Moré Nebujim) lo único que me atrevo a decir es que es el soplo de vida, la voluntad, energía vital, lo que queda después de la muerte de lo físico, lo inalcanzable por el Ietzer hara.

Sobre las almas gemelas le ruego que lea un texto que hemos escrito hace mucho tiempo. Si le quedan dudas específicas, será un placer poder estudiar juntos las futuras respuestas.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom

Yehuda Ribco

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