| Shalom.Gracias por participar.
 Antes de proceder a la respuesta, le ruego que 
    lea dos artículos previos: Luego, le pido que tenga en mente un punto: 
    cada uno comprende hasta donde su limitada comprensión le permite. No se le puede pedir al niño que razone como un anciano experimentado; ni a 
    éste que sea ingenuo y superficial como un infante.
 No se le puede pedir al que profundiza en Torá y en el conocimiento de Dios, 
    que se hunda en la llaneza del ignorante; ni a éste que se eleve de 
    inmediato hasta las alturas de aquel.
 Y, no se nos puede pedir que veamos con los anteojos de otro, cuando 
    ni siquiera reconocemos que sobre nuestras narices tenemos anteojos ya 
    puestos.
 Esto significa que, tendemos a ver el mundo al como nosotros vivimos.
 Ahora pasemos al texto: 
      "(5) No te inclinarás ante ellas (las 
      imágenes de idolatría) ni les rendirás culto, porque Yo soy el Eterno tu 
      Elokim, un Elokim celoso que castigo la maldad de los padres sobre los 
      hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación de los que Me 
      aborrecen.(6) Pero muestro misericordia por mil generaciones a los que Me aman y 
      guardan mis mandamientos."
 (Shemot / Éxodo 20:5-6)
 Y ahora, demos la interpretación.La lectura superficial, tal como la inmadura, nos dirá que estamos ante una 
    deidad primitiva, celosa del amor que las personas exponen a otros dioses, 
    que como un niño se enoja muy mucho si no es el preferido, y como niño se 
    venga y pelea. Pero, con el amigo es tierno y sumiso.
 Evidentemente, esta imagen es la de un dios infantil, producto de la mente 
    infantil.
 ¿El Eterno qué nos dice en realidad en estos 
    versículosVeamos algunas respuestas:
 
      
      Lo negativo en la conducta de la persona es 
      abandonar al Uno y Único Dios, detrás de idolatría, es decir, de lo que es 
      falso, y pierde a la persona.Otra especia de idolatría, es la egolatría, el egoísmo exacerbado, pues no 
      sólo niega a Dios, sino también al prójimo.
 
      Lo positivo es actuar de acuerdo a los 
      mandamientos que Dios ha impuesto en Su Torá, o heredado a través de 
      Noaj/Noé a todos los humanos.Cumplir estrictamente con los mandamientos es amar a Dios, otra cosa que 
      se piense que es amarLo que no sea el fiel acatamiento de Sus preceptos, 
      es vanidad, es decir, parte del primer numeral que expusimos.
 
      Todos los actos, conllevan consecuencias. 
      Ante actos positivos, consecuencias acordes. Y los actos negativos, 
      también.
      Los modelos de conducta de las figuras 
      relevantes o de autoridad, sumado al medio socio-cultural penetran hondo 
      en la personalidad de las personas y seguidores, y tienden a reproducir en 
      éstos sucesores sus normas de vida.El idólatra, naturalmente, engendrará hijos tales.
 El fiel a Dios, educará hijos que vayan por los caminos del Bien.
 
      Sin embargo, y a pesar de los dos puntos 
      anteriores, no hay una determinación sobre la personalidad, sino 
      determinantes y opciones.El ser humano siempre tiene la elección sobre sus pasos.
 Un hijo de idólatra, puede transformarse en hebreo, líder y cabeza 
      de la revolución ética y cultural, tal el ejemplo de Avraham Abinu.
 Un hijo de sabio, puede devenir en extraviado, tal el ejemplo del rey 
      Menashé/Manasés hijo de Jizkiá/Ezequías.
 En resumen.El texto expresa que los padres pagan por sus propios errores, tal como los 
    hijos también por los propios. Tal como el judaísmo sostiene con claridad 
    (Iejezkel / Ezequiel 18:20), cada cual recibe la estricta retribución por 
    sus actos.
 Además se nos enseña que el ejemplo (bueno o malo), induce a recrearse en 
    los que nos suceden y rodean, note como el versículo dice en presente "de 
    los que Me aborrecen", es decir, los hijos aborrecen a Dios, tal como 
    sus padres hicieran o más aún.
 Sin embargo, el buen ejemplo tiene más vitalidad, pues se nos habla de mil 
    generaciones en su relación con Dios, en tanto que ante la estirpe del 
    pecador se nos mencionan pocas posteridades.
 Y ahora, hablemos de lo inesperado en el 
    texto.Usted menciona una presunta maldición generacional.
 Y yo le aseguro que este párrafo lejos está de ser tal maldición.
 En verdad hay una bendición dentro del castigo/retribución.
 ¿Sabe por qué?
 Pues, porque Dios está afirmando que el malvado no perece, pues se continúa 
    en sus generaciones.
 Aunque sufren las retribuciones lógicas a los males que ocasionan, aunque 
    quizás ellos no lo perciban. Y estas retribuciones/consecuencias tienen al 
    menos dos finalidades:
 ¿Comprende lo que le estoy diciendo?En lugar de la deidad rabiosa que suponen los ignorantes que es el Eterno, 
    en realidad tenemos a un Dios que en Su estricta Justicia igualmente 
    manifiesta Compasión, pues, no elimina al malvado, sino al mal.
    No desea 
    la muerte del pecador, sino del pecado. No desea sacrificios de sangre, 
    sino rectitud en las acciones. No es el dios de la muerte, sino el Dios de 
    la Vida.
 No es un dios vacío que sufre y muere, sino que es Dios, que nos da la 
    libertad para escoger, la opción de errar, el camino para retornar, y el 
    Amor como para recibirnos.
 Si le quedan dudas al respecto, hágamelas 
    llegar.Sus 
    comentarios son bienvenidos, y recuerden que quedo a las órdenes.
 Iebarejejá H' - Dios te 
    bendiga, y que sepamos construir Shalom
  Yehuda Ribco   |