| Claves: 
    Cabalá, Kabbalah, mística, sod, secreto, Dios, bienestar, paz, armonía, 
    desarrollo, crecimiento, felicidad, salud, normas, generosidad, egoísmo, 
    equilibrio, alegría, enfermedad, rectificación, alimento, comida, sangre, 
    refinamiento, trascendencia, psicología, emocional, hijos, familia, crianza, 
    educación, adicción, emoción, intelecto, sefirot, poder, esfera, 
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    judío, judaísmo | 
  
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    A modo de definición
 Como seres humanos, naturalmente tenemos sentimientos y pensamientos acerca 
	de nosotros mismo que fluctúan a partir de las experiencias diarias. El 
	afrontar un examen final en la carrera, el tratamiento que recibimos de 
	amigos, los altibajos en la relación sentimental, los problemas laborales 
	pueden promover un temporal impacto en nuestro bienestar.
 Nuestra auto-estima, sin embargo, es algo más 
fundamental que las normales fluctuaciones asociadas a situaciones concretas. 
Para las personas con una adecuada auto-estima, las fluctuaciones debidas a 
experiencias puntuales, no atacan su auto-percepción, ni representan un colapso
(más o menos importante) de su sistema de vida. Es 
decir, los picos y pozos habituales, de una vida que es dinámica, lejos de 
desestructurar a la persona, solamente sirven para dinamizar aún más su 
existencia.Esta persona es capaz de reconocer que cuenta tanto con defectos como virtudes, 
y que un logro actual, o un fracaso presente, no implica una modificación 
sustancial de su personalidad.
 Esto significa que las personas con adecuada auto-estima, en cierta manera han 
alcanzado una conciencia correcta acerca de sí mismas, de sus fuerzas, 
potenciales y limitaciones. Al mismo tiempo reconocen su valor, más allá de las 
condiciones o circunstancias del momento. No suelen caer presas de conceptos 
totalitarios ni fatalistas, sino que más bien emplean términos que relativizan y 
moderan las situaciones (no dicen "todos somos 
perdedores", sino "algunos han perdido"; no dice "siempre me sale mal", sino "en 
esto me he equivocado").
 En contraste, para la persona con escasa auto-estima, estos 
				altibajos cotidianos suelen representar un impacto que marca una 
				diferencia en su percepción del mundo, y del sí mismo.Estas personas a menudo se basan en lo que sienten en ESTE 
				momento, para determinar lo que sienten en forma total al respecto de ellos 
				mismos. Es decir, si han cometido ahora un error, entonces creen que 
				su etiqueta es "cometo siempre errores". Siendo así, con desespero creen 
				precisar de experiencias exteriores positivas que contrarresten 
				sus sentimientos y pensamientos negativos de ellos mismos. Pero, 
				incluso así, ese buen sentir es solamente temporal.
 Así pues, la persona con baja auto-estima es un adicto al 
				aplauso externo, que lo confirmaría en su valor bueno. Pues, de 
				no sentir ese apoyo de fuera, de dentro de sí solamente cree 
				recibir reclamos, quejas y negatividad.
 ¿De dónde procede la auto-estima?Nuestra auto-estima se desarrolla y modifica a lo largo de nuestras 
	vidas, en tanto vamos construyendo dinámicamente una imagen interna de 
	nosotros mismos a partir de nuestras interacciones con otras personas o en 
	las diversas actividades que acometemos. Así pues, hasta el último día de 
	existencia el ser humano está capacitado naturalmente para mejorar y 
	evolucionar en el plano emocional y mental.
 Sin embargo, debemos tener presente que las experiencias en nuestras 
	primeras edades constituyen un importante factor en el sostén del edificio 
	de nuestra personalidad, y por ende de nuestra auto-estima. Hay, por tanto, 
	un núcleo fundamental que será especialmente resistente a cualquier cambio 
	futuro.
 Mientras vamos viviendo:
 
		
		nuestras vivencias (éxitos y decepciones),
		
		el modo en que 
	reaccionamos a ellas,
		y cómo percibimos/creemos que reaccionan las personas 
	significativas de nuestro entorno,  van profundizando las pautas que hemos 
	adquirido en la primera infancia, o tienden a modificarlas. 
	PADRES
	EDUCADORES
	La auto-estima encuentra su primer basamento en la primera 
	infancia
		
			
				| Baja auto-estimaExperiencias infantiles 
				que inducen a conformar una baja autoestima: 
					ser duramente criticado
se le grita y/o pega
ser ignorado, 
					ridiculizado o burlado
se espera que sea 
					perfecto todo el tiempo
no se lo instruye a 
					controlar o canalizar apropiadamente las fuerzas del
					
					Ietzer HaRá, sino que se lo deja arrollar por él
se le obliga a convivir 
					con el egoísmo
encuentra amigos, 
					colegas y compañeros que lo mantengan en la posición dolora 
					pero conocida de sufrir los efectos de su escasa autoestima
tiene fallos en las 
					tareas que emprende y se les hace sentir como si toda su 
					vida fuera un fracaso. | 
					 Auto-estima saludableExperiencias infantiles 
				que contribuyen a una autoestima saludable: 
					ser reconocido
ser atendido / se le 
					presta atención
se le habla con respeto
recibe cariño y contacto 
					físico apropiado
tiene éxitos en las 
					tareas que emprende
se le van dando 
					herramientas que le permiten canalizar las fuerzas del 
					Ietzer HaRá para llevarlas a cometidos positivos
se le enseña a lidiar 
					con el egoísmo
tiene amigos confiables 
					y leales.
 
 |  Las experiencias que conduce a la baja 
	autoestima, también van generando una disonancia entre el "yo esencial" y el 
	"yo vivido". Esto significa que las experiencias lesivas van desviando a la 
	persona de su esencia, de su personalidad espiritual, lo que conlleva una 
	paulatina asunción de máscaras, posturas, actitudes, filosofías que no 
	sirven para nutrir la dimensión espiritual, y por ende, a la misma persona.Así pues, en el fondo, una persona con escasa autoestima, además de haber 
	sufrido emocionalmente en su niñez, y sentirse falto en el plano emocional, 
	es también una persona que no está satisfecha en lo espiritual
	(y por tanto, su relación con el Eterno puede estar 
	empañada, falta de vigor e idoneidad).
 No podemos dejar de apuntar que la persona 
		nace carente de autoestima, y que todo lo que vaya adquiriendo de la 
		misma, es una construcción, un añadido, dependiente de múltiples 
		factores. Por tanto, incluso cuando hay padres cariñosos, un entorno 
		saludable, experiencias enriquecedoras, incluso así, el edificio de la 
		autoestima personal termina teniendo habitaciones sin terminar, espacios 
		mal diseñados, restos de obras abandonadas, etc. Las voces internasNuestras pasadas experiencias, incluso aquellas cosas que no están 
	conscientemente en nuestra memoria, están todas vivas y activas en nuestra 
	vida cotidiana en la forma de "voces internas" (que 
	cuando son opresivas solemos denominar como "Faraones internos").
 Sin bien la mayoría de la gente no se percata de que escucha esas voces, lo 
	cierto es que de muchas maneras ellas actúan como haciendo caso a los 
	dictados de esas voces, que constantemente repiten su mensaje a nosotros.
 Para las personas con una saludable 
		autoestima, los mensajes de buena parte de sus voces internas son 
		positivos, reafirmadores de su personalidad segura y confiada. Y a las 
		voces internas negativas, no les dan más importancia que la que ellas en 
		realidad tienen.Pero, para los que tienen una escasa autoestima, sus voces internas 
		suelen ser de áspera crítica, de desprecio, de punición, de destrucción, 
		de desprecio de lo que haya alcanzado.
 Teniendo esas constantes voces en el oído 
		interno, no es difícil comprender que las personas que no se aprecian 
		saludablemente, sufran de continuo, no se concentren, y dejen pasar 
		momento de satisfacción que de otra manera sabrían reconocer y apreciar. Por otra parte, cuando las personas deben 
		estar apaciguando voces internas, suelen presentar un discurso y una 
		actividad muchas veces apocada, disminuida, como temerosa de mostrarse 
		para no recibir mayores desprecios. Y quizás también, un discurso o una 
		actividad confusa, en vaivén, dubitativa por demás, sumamente presionada 
		y falta de gozo, pues, están pendientes de satisfacer los reclamos y 
		quejas de sus voces internas, en lugar de concentrarse en expresar sus 
		verdaderos deseos, o manifestar un discurso simple y directo. La energía 
		desperdiciadaRecordemos algo básico: las voces internas se generan en el pasado, pero 
		extraen su sustento, su energía que las mantiene activas, del presente. 
		Por tanto, buscan repetir situaciones lesivas del pasado, para que de 
		ese modo sean confirmadas en su validez, y reciban así nuevos aportes de 
		energía de la persona.
 Esa energía mal distribuida, obviamente que incide en desgastar a la 
		persona, apartarla del gozo, aburrirla, enojarla, etc.
 Por ejemplo, una voz interna que nació del 
		mensaje paterno "Eres un tonto inútil, no haces nada bien". ¿Cómo se 
		perpetúa? Pues, confundiendo a la persona y llevándola a situaciones en 
		las que aparezca como tonto e inútil, de ese modo, el mensaje nocivo 
		interno demuestra ser exacto y valioso. Así pues, reclama la voz 
		interna energía vital, que quita de ser empleada para mejores destinos. Otra manera de malgastar energía, por 
		atender a las voces negativas, se da de la siguiente manera: como se le 
		negó en un lejano pasado, y se le niega, toda aprobación, entonces está 
		hambriento de ella, y todo lo que hace es para buscar aprobación y huir 
		del fracaso. Y una persona que actúa así, está condenada al fracaso, a 
		la desaprobación y a reintentar infructuosamente alcanzar algo que ella 
		misma se veda. Como resultado, pierde su energía. Las tres máscaras de la escasa autoestimaEs habitual (aunque no obligatorio) que los 
	que cargan con su baja autoestima presenten alguna de estas tres máscaras
	(o una mezcla de ellas):
 
			
			El rebelde o tirano: su máscara lo lleva 
			a actuar como si las opiniones y buenos deseos de las otras personas 
			-especialmente la gente que es significativa y poderosa- no tuvieran 
			importancia. Vive con el enojo a flor de piel, y se atormenta con 
			que no se siente "suficientemente bueno". Se pone constantemente a 
			prueba, para demostrar que los juicios y críticas de los otros no lo 
			lastiman, y eso le puede ocasionar serios problemas, como por 
			ejemplo inculpar a otros en exceso, quebrantar reglas o luchar 
			ilegalmente contra la autoridad.(Cuando el rebelde alcanza posición de 
			autoridad, se suele convertir en el "tirano").
 
			El impostor o súper-triunfador: actúa como si 
			estuviera todo el tiempo feliz y fuera exitoso, pero detrás de su 
			máscara realmente tiene un miedo tremendo al fracaso. Vive con el 
			continuo miedo de que en cualquier momento será descubierto 
			en su impostura. Está necesitado de un constante exitoso, y que sea 
			apreciable por el resto de las personas, para mantener en su lugar 
			esta máscara de saludable autoestima. Esta actitud le 
			ocasiona serios inconvenientes, pues vive presionado, no tolera 
			ningún error, le hace rabiar las demoras, es competitivo y además se 
			exalta con facilidad.
			El perdedor o víctima: actúa como 
			desvalido y como si no pudiera hacer frente al mundo, en su máscara 
			de víctima indefensa está a la espera continua de que alguien venga 
			a rescatarlo. Emplea la auto-lástima, o la indiferencia como un 
			escudo contra el miedo a tener que hacerse responsable por su vida. 
			Está en la búsqueda constante de otros para ser guiados, lo que los 
			suele llevar a grandes inconvenientes, tales como falta de decisión, 
			falta de logros y una excesiva dependencia del aplauso externo o 
			adicción a las relaciones personales. Si recordamos los cuatro hijos de la 
		Hagadá de Pesaj, podremos corroborar que el rebelde es el rebelde, el 
		impostor es el perplejo (más conocido como "el que 
		no sabe preguntar"), y el perdedor es el simplote.Si desea más información sobre los "cuatro hijos", lea el texto que se 
		abre haciendo
		clic aquí.
 En otra ocasión habíamos tratado el tema de los tipos de personalidades 
		no basadas en fundamentos saludables desde una perspectiva alterna, y 
		los habíamos presentado con otros nombres. Si lo desea, encontrará esta 
		otra información haciendo
		
		clic aquí.
 Como se puede apreciar, el impostor y el 
		rebelde comparten una característica energética: ambos son activos, 
		tienen un (aparente) plus de energía 
		disponible, que no es canalizada correctamente, en pos del crecimiento, 
		sino que es derivada hacia el mantenimiento de la fachada que aplasta el 
		"yo esencial" detrás de los escombros de la escasa autoestima. Con este
		(aparente) plus energético, ambos 
		caracteres tienden a no reconocer adecuadamente los límites impuestos 
		por la realidad, y entonces fracasan en adecuarse al contexto.Por su parte, en el fracasado la cualidad energética pareciera ser en 
		menos, ya que se manifiesta como un ser pasivo, falto de fuerzas, 
		implorante del ánimo ajeno. En su caso, siente como si el mundo lo 
		penetrara, como si no tuviera contención, y la realidad lo arrollara.
 (Estas dos cualidades energéticas en la abaja 
		autoestima han sido apuntadas en los escritos del Rav Volbe).
 Conocer estas cualidades energéticas es importante para definir la 
		estrategia de crecimiento que se priorizará llegado el momento oportuno.
 Consecuencias de la escasa autoestimaLa escasa autoestima puede conllevar
		
		consecuencias devastadoras:
 
			
			puede crear ansiedad, estrés, 
			sentimiento de soledad e incrementar la posibilidad de
			
			depresión.
			suele traer confusión, enojo, 
			constante sentimiento de culpa y escaso gozo.
			puede conllevar problemas en las 
			relaciones interpersonales, con amigos, parejas y familiares.
			puede generar impedimentos académicos 
			o bajo rendimiento en las actividades laborales.
			puede conducir a bajo rendimiento y 
			aumentar la vulnerabilidad a todo tipo de dependencias y abusos. Lo más dramático es que estas 
		consecuencias negativas refuerzan la auto imagen negativa que la persona 
		se forma de sí misma. Esto lleva por un espiral descendente, en el 
		transcurso del cual la autoestima se negativiza aún más, y se puede 
		alcanzar grados de auto destructividad o pasividad lindante en lo 
		mortal. Otro dato dramático es que la persona con 
		baja autoestima, pareciera ser llevada por un negro destino a 
		repetir situaciones en las cuales salta a la luz su precaria 
		personalidad, y sus escasas defensas sostenidas en su endeble 
		autoestima. Lo cierto es que el destino no es el que genera estas 
		circunstancias nefastas, sino que es la misma persona la que pareciera 
		inconscientemente buscar o fabricar la situación para reconfirmar su 
		creencia de poca valía e ineptitud. Cinco 
		pilares para 
		mejorar la autoestimaAntes de comenzar a mejorar en el plano de la autoestima, es 
		imprescindible que la persona se diga sinceramente, y acepte con 
		honestidad, que es responsable por su vida, y que es capaz de modificar 
		muchos de sus patrones de conducta nocivos.
 Una mínima cuota de confianza en sí mismo, es indispensable.
 Los cambios internos, en los patrones de 
		conducta, no necesariamente se dan con facilidad o rápidamente, pero 
		suceden si uno trabaja con constancia, dedicación y asertividad para 
		lograrlo. Saber que uno no es impotente, es básico.Y saber que uno no es todopoderoso, también es básico.
 Una vez que uno ha aceptado, o al menos 
		querido aceptar, que uno no es impotente, entonces está habilitado para 
		dedicarse a fortalecerse mediante la construcción de estos pilares que sostienen el empezar a mejorar la autoestima: 
			
			Desinvestir 
			(quitar poder a) las voces internas destructivas.
			Mimarse.
			Recibir ayuda apropiada de otros.
			A-G-C.
			Comunicación auténtica. El primer pilar para reforzar la autoestima 
		es quitar el poder a las voces internas que con sus mensajes negativos 
		pretenden destruirnos. Aquí presentamos algunos ejemplos de mensajes 
		perversos de las voces internas, y la manera de dejarlos inermes. 
					
						
							|   Voz 
							interna negativa que... |  Estrategia |  
							| es abusiva y desproporcionada: "Eres 
							un ridículo, nadie se viste así. Ahora serás el 
							hazmerreír de la reunión. Bueno... como siempre, ¿o 
							acaso hoy ibas a cambiar? El que nace tonto se muere 
							tonto. Tienes mal gusto, mal aliento, mal carácter, 
							mala disposición, mala vida, eres malo en 
							definitiva"  | No seguir el tema propuesto: 
							"Que lindo día que hace. Voy a 
							pasarla muy bien en esta reunión, espero que haya 
							asado, ¡con lo que me gusta!"  |  
							| es injustamente áspera: "La 
							gente dice que le gustó mi presentación, pero no 
							estuvo ni cerca de lo buena que pudiera haber 
							estado. No puedo creer que ellos no se hayan dado 
							cuenta de mis errores. Soy un falso que los está 
							engañando."  | Ser asertivo: 
							"¡Qué bueno que les gustó! 
							Quizás no fue una presentación perfecta, pero hice 
							un buen esfuerzo y dio sus buenos frutos. Estoy 
							complacido por esto, y ahora se que puedo hacerlo 
							igual o mejor"  |  
							| generaliza fuera de todo parámetro: 
							"Saque mala nota en este trabajo. Es 
							que soy un burro e idiota. ¿A quién quiero engañar? 
							No debo tomar más clases. Soy un estúpido que no 
							debo estar en este colegio más, es una pérdida de 
							tiempo."
							 | Ser específico: 
							"Que pobre nota saqué en este 
							trabajo. Pero, no estuve tan mal en las tareas 
							domiciliarias y en otras tareas Parece que hay 
							ciertas cosas que aún no comprendo, y que yo pensé 
							que ya sabía. Me parece que voy a revisar un poco 
							mejor mis conocimientos" |  
							| hace cabriolas con la mente: "Él 
							está enojado. No ha dicho nada, pero yo sé que eso 
							significa que me desprecia."  | Desafiar lo irracional: "Es 
							cierto, parece enojado, pero no sé porqué. Quizás no 
							tiene nada que ver conmigo, así que en lugar de 
							presuponer, mejor le preguntaré" 
							 |  
							| aterroriza: 
							"¡Me dejó plantado en nuestra 
							primera cita! Estoy sumamente humillado y lastimado. 
							Nadie me quiere ni se preocupa por mí. Nunca 
							encontraré una novia. Estaré por siempre solo. 
							Moriré como un perro abandonado."  | Tender a la objetividad: 
							"¡Ay! Esto duele. Ella no 
							quiere salir conmigo, pero, eso no significa que yo 
							sea un fracaso. Yo sé que tengo mis virtudes y 
							belleza. Sé que soy agradable, y no tengo porqué 
							gustarle a todo el mundo. Sé que encontraré a 
							alguien para mí."  |  
							| como un perro con su hueso seco: 
							"¡Él está con esa otra! Cómo 
							los odio. Todo para ella y a mí me dejó en la calle. 
							Yo le di mis mejores años de vida, y ahora no tengo 
							nada. Pero él ahora están el restaurante pasándola 
							como un rey. Y con ella. Y yo sola aquí. No valgo 
							nada. Pero a él le dan todo..."  | Dedicarse a construir: 
							"Con mi tiempo libre, ahora que 
							estoy divorciado, puedo por fin dedicarme a muchas 
							de esa cosas que siempre quise hacer. Voy a abrir el 
							negocio de decoración que siempre soñé, daré clases 
							de jardinería, estudiaré Filosofía, me dedicaré a 
							pasear con mis nietitos... la vida puede ser 
							bella..."  |  
							| hace dar vueltas y vueltas: 
							El joven se acerca a su esposa y: "Tú sabes que yo soy tu pareja, 
							tu marido, pues vivo contigo y tenemos un contrato 
							matrimonial. Y eso me permite decirte, y quiero que 
							le prestes atención, no como otras veces que no lo 
							has hecho, a pesar de que yo te escucho y respeto en 
							tus cosas, lo que quiero decirte, y es importante 
							que lo captes en su verdadero sentido, porque la 
							relación que tenemos me permite decírtelo, es algo 
							muy importante que guardo en mi corazón como se 
							guarda un tesoro lejos de manos de ladrones y 
							codiciosos. Como una vez me dijo mi tío, ese que tú 
							no aprecias tanto como debieras, o al menos eso es 
							lo que me parece a mí, y quiero que eso no lo tomes 
							a mal, porque no es momento de discutir lo que te 
							estoy diciendo... (media hora después, quizás 
							concluye con)... lo que te 
							quiero decir es que te quiero"  | Ser simple y directo: 
							"Querida, ¡cuánto te quiero!"  |  Esto es muy importante para reforzar la 
				autoestima, pero no suficiente. Dado que nuestra 
				autoestima se construyó esencialmente a partir de nuestras 
				relaciones con otras personas en el pasado, es necesario que 
				aprendamos a tratarnos con el respeto y aprecio que nos 
				corresponde como criaturas creadas a imagen y semejanza del 
				Eterno.Podemos enviarnos mensajes que nos demuestren que somos 
				valiosos, competentes, meritorios y dignos de aprecio. Hay 
				muchas maneras de mimarse / nutrirse 
				(a sí mismo):
 
			
			Practicar hábitos básicos del cuidado 
			propio: dormir lo suficiente, comer de modo saludable, hacer 
			ejercicio regularmente, tener hábitos de higiene, y otras conductas 
			por el estilo.
			Tener tiempo para el esparcimiento y 
			el relajamiento: hacer cosas que den satisfacción personal, y no 
			busquen ningún otro objetivo. Cosas tales como un hobby, tomar una 
			siesta, dar un paseo, ver una película, hacer jardinería, cualquier 
			cosa que sea agradable y que no contravenga ni leyes ni 
			mandamientos.
			Recompensarse por los logros: uno 
			puede tomarse la noche para celebrar el examen salvado, pasar el 
			tiempo con amigos, o simplemente darse un aplauso interno por haber 
			hecho esa difícil llamada por teléfono.
			Recordar las propias fuerzas y logros: 
			una manera es hacer una lista de cosas que nos agradan de nosotros. 
			O guardar un registro de éxitos y premios, certificados, cartas de 
			agradecimiento, etc. Tener recuerdos de momentos de felicidad y sano 
			orgullo en algún lugar que esté visible.
			Plantearse objetivos a corto plazo: 
			dedicarse a realizar proyectos concretos, más o menos accesibles, a 
			los cuales procurar alcanzar sin presionarse.
			Perdonarse por no haber alcanzado la 
			meta propuesta: ser crítico no significa ser criticón. Es bueno 
			reconocer dónde uno ha fallado, pero cuando la crítica solamente 
			sirve para destruir, mejor dedicarse a otra cosa. Recuerde que las 
			voces internas son muy duras y exageradas.
			Quererse, aunque uno no se crea digno 
			de eso: "créaselo" hasta que sea cierto. Cuando uno se quiere, 
			aunque en principio no se crea digno del auto-cariño, finalmente llegara a quererse de verdad. El tercer pilar, de 
				recibir ayuda de otros, es uno de los pasos que suele ser 
				muy difícil de dar. Personas con baja autoestima habitualmente 
				no piden ayuda porque sienten que no son merecedores de ella. 
				Pero, dado que la autoestima se construye esencialmente a partir 
				del trato dispensado por otras personas en el pasado, va a ser 
				necesaria la ayuda ajena en el presente para desafiar los 
				mensajes críticos que provienen de experiencias pasadas.He aquí algunas ideas para recibir ayuda de otras personas:
 El cuarto pilar, es AGC, 
		siglas de:  Éste es el pilar que consideramos decisivo 
		y central, pues la autoestima, sea la saludable o la que ha estado 
		dañada, se fortalece mediante el ejercicio del bien hacia el prójimo.Atención que el bien hacia el prójimo, jamás representa un daño a sí 
		mismo, por tanto, aquel que con su autoestima por los pisos supone que 
		arrastrándose como un felpudo para congraciarse con alguien está siendo
		generoso, en realidad, está lesionándose y perjudicando al otro.
 Como quinto pilar tenemos la 
		comunicación auténtica, que apenas si mencionaremos ahora, y que 
		consta de cuatro componentes indispensables: 
			
		 Los cinco pilares para modificar 
		correctivamente la auto-percepción y acrecentar la autoestima no se 
		basan en la idea de que se debe corregir lo que está mal o enfermo, 
		sino en destacar y aprovechar las áreas saludables y los potenciales 
		desaprovechados de la persona.Esto es, se comienza por donde se quiere llegar: se confía en que la 
		persona puede hacerse responsable y navegar hacia un estilo de vida más 
		saludable, y una autoestima más favorecedora del gozo y el crecimiento.
 
    
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