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Shalom.
Gracias por participar nuevamente con preguntas de tanto contenido.
Tiene razón cuando dice que los gentiles no
deben atribuirse la práctica de los preceptos que Dios ha dado a los judíos,
pues lo que Dios ha dado directamente a unos y no a otros, ¡por algo será!
Sin embargo, debemos hacer una distinción
entre
Los preceptos abiertos son aquellos que Dios
entregó al pueblo de Israel, y no a las naciones, pero que están a
disposición del gentil que voluntariamente quiera hacerlos. Con la salvedad
que debe el gentil que así procede saber y reconocer que está haciendo lo
que voluntariamente ha escogido, y no que está cumpliendo un mandamiento de
Dios. (Lea un poco más al
respecto en este texto).
Los preceptos exclusivos y excluyentes, como
su nombre indica, son los que Dios ha conferido en exclusividad a los
miembros del pueblo escogido, es decir a los judíos, y a nadie más.
Aquella persona que sin pertenecer a Israel practica alguno de estos
preceptos, en lugar de estar haciendo lo correcto y bueno, está violentando
el orden establecido por el Eterno, y usurpando la heredad que Dios asignó a
los judíos.
Entre estos preceptos exclusivos para los israelitas se encuentran los cinco
signos de la Alianza eterna, sellada entre Dios e Israel:
-
Circuncisión.
-
Talit.
-
Tefilin.
-
Mezuza.
-
Shabbat y festividades judías.
Por lo tanto, apreciadísimo Ricardo, ni usted
ni su familia tienen la potestad para celebrar el Shabbat tal como el Eterno
ha ordenado, pues Shabbat es una señal
eterna entre Dios e Israel, y nadie más, tal como está dicho:
"Tú hablarás a los Hijos de Israel y les
dirás: 'Ciertamente guardaréis Mis Shabatot (sábados y festividades),
porque esto es una señal entre Yo y vosotros a través de vuestras
generaciones, para que sepáis que Yo soy el Eterno, el que os santifico."
(Shemot / Éxodo 31:13)
Bien, pero entonces, ¿qué queda para el gentil
justo y fiel al Eterno?
¿Celebrar un día especial en el idolátrico domingo, o en el fatuo viernes?
¿O no tener un día especial en la semana?
La respuesta la podemos encontrar si apelamos
a los cuatro pilares del Shabbat:
-
Recuerdo. Tal como está escrito: "Acuérdate
de que tú fuiste esclavo en la tierra de Egipto y que el Eterno tu Elokim
te sacó de allí con mano poderosa y brazo extendido. Por eso el Eterno tu
Elokim te ha mandado que guardes el día del sábado." (Devarim /
Deuteronomio 5:15).
Significa que este día debe servirnos para retrotraernos al trágico
momento de nuestra esclavitud (nuestra = de los judíos); y para que
revivamos la benevolencia divina que nos rescató de la inmensa opresión de
Mitzraim/Egipto.
-
Señal. Tal como está escrito: "Tú
hablarás a los Hijos de Israel y les dirás: 'Ciertamente guardaréis Mis
Shabatot (sábados y festividades), porque esto es una señal entre Yo y
vosotros a través de vuestras generaciones, para que sepáis que Yo soy el
Eterno, el que os santifico." (Shemot / Éxodo 31:13).
Esto significa que el día sábado es algo más que una jornada, que un giro
de la Tierra sobre su eje, que un día celebrado por algunos.
Shabbat es una señal eterna de que entre Dios y el pueblo escogido hay una
alianza eterna.
Para darle un símil, un anillo de bodas es algo más que un aro de metal en
un dedo; pues cuenta con un valor simbólico único, el de servir como
testimonio de una alianza. Shabbat es como un anillo de las bodas entre
Dios e Israel.
¿Comprende el ejemplo?
-
Sumisión. Tal como está escrito: "Porque
en seis días el Eterno hizo los cielos, la tierra y el mar, y todo lo que
hay en ellos..." (Shemot / Éxodo 20:11).
Esto significa que debemos tener presente especialmente en este día que el
Eterno, y sólo Él, es digno de ser nuestro Rey, pues Él nos creó y nos
sostiene; por lo tanto nos sometemos a Su Voluntad, por ejemplo,
absteniéndonos de manifestar nuestro dominio humano sobre la naturaleza.
-
Deleite. Tal como está escrito: "Si
apartas tu pie por respeto al sábado, para no hacer tu capricho en Mi día
santo; si al sábado llamas delicia, consagrado al Eterno y glorioso; y si
lo honras, no haciendo según tus propios caminos ni buscando tu propia
conveniencia ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en
el Eterno. Yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te daré a
comer de la heredad de tu padre Iaacov [Jacob]. Porque la boca del Eterno
ha hablado." (Ieshaiá / Isaías 58:13-14).
Lo que significa que el respeto de las leyes del Shabbat están para
posibilitar la elevación espiritual, el llamado "Deleite del Shabbat", que
no es solamente comer, beber, dormir, no trabajar, descansar; sino
desarrollar aquellos aspectos más y trascendentes y que generalmente
permanecen embotados durante el trajinar cotidiano.
Shabbat es del Eterno, y para ser respetado por el judío. Pero, si el
Shabbat es respetado, es el judío el que encuentra deleite en su
cumplimiento.
Ahora bien, como podrá constatar los dos
primeros son exclusivos para los judíos. Solamente a nosotros nos rescató
Dios de Mitzraim; solamente con nosotros hizo una alianza eterna que tiene
como uno de sus señales al Shabbat.
Pero, los dos últimos que son también esencialmente para los judíos, tienen
un rango aplicable a las naciones; pues todos fuimos creados por Dios; y
todos podemos encontrar un deleite al preocuparnos por lo valioso en lugar
de lo urgente y pasajero.
Por lo tanto, a la pregunta si es el domingo u
otro día el que el gentil debe consagrar, la respuesta es obvia y única:
solamente Shabbat es el día señalado por Dios como consagrado.
A la pregunta si el gentil puede cumplir el Shabbat como lo debe respetar un
judío, la única y estricta respuesta es: no, no puede. Los judíos tenemos un
compromiso singular con este día, compromiso que excluye a otros.
Entonces, ¿qué puede hacer el gentil para celebrar el consagrado día del
Shabbat sin incurrir en pecados y vejaciones de las leyes divinas?
Primero, reconocer que Shabbat es un don de Dios para Israel.
Segundo, reconocer que los mandamientos acerca del Shabbat son de
Dios para Israel.
Tercero, reconocer que Shabbat tiene un beneficio para todas
las personas que desean ser fieles al Eterno y Sus leyes, pero que los
destinatarios del don son primeramente los israelitas.
Cuarto, intentar de no desarrollar o no manifestar dominio sobre la
naturaleza. Es decir, en la medida de las posibilidades no realizar labores
o trabajos innecesarios.
Quinto, priorizar lo íntimo, lo familiar, lo que aproxima; a otro
tipo de actividades. Por ejemplo, en lugar de que el domingo sea el día para
comer en familia, ¿por qué no hacerlo el sábado?
Sexto, dedicar tiempo a cultivar el espíritu y las amistades, en
lugar de lo material y profesional.
Creo que con estos pasos usted y los suyos
estarán en el camino de los que actúan con fidelidad al Eterno, y con amor
al prójimo.
Les deseo éxitos y bendiciones, y si les quedan dudas, será un placer
recibirlas.
Me agradaría recibir sus comentarios
edificantes en la casilla de e-mail:
comentario@serjudio.com?subject=rap1246
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |