Gracias por sus bendiciones y pregunta.
Le ruego que antes de enviarnos sus interesantes dudas
tenga a bien buscar en nuestro sitio si ya fue publicado algo al respecto,
pues, hemos contestado idéntica pregunta con anterioridad.
En cada página de serjudio.com tiene un casillero de búsqueda, es
cuestión de ingeniárselas para dar con la palabra clave que lo puede
aproximar a una respuesta.
Pero, como sea, estamos para ayuudarle.
Aquí tiene lo ya publicado: Primeros
capítulos de Bereshit.
Podemos agregar un aspecto más a lo expresado allí.
El que es un asesino, o un criminal, carga sobre sí el peso de su acto
pernicioso.
La persona que a pesar de sus errores, adquiere conciencia de su mal,
sufre notablemente.
El perdón está disponible y es bienvenido, tanto por quien ha pecado y
vuelve de su mal y empieza a caminar por la senda del Bien, como por el
que perdona que puede aliviar su propio pesar.
Sin embargo, debe primar la justicia, el justo castigo (o consecuencia
como es más apropiado denominarlo) por los errores es un elemento
indispensable para sostener el equilibrio cósmico. Es decir, no es un
Dios malicioso y vengativo el que anuncia que existe castigo, sino
un Dios de Verdad. Pues, el equilibrio de la Creación se debe mantener, y
cada causa tiene su efecto necesario. Ante un acto perverso (es decir,
fuera del camino del Bien), se genera un efecto o cadena de efectos
adversos, que tienden a restablecer el orden superior. Lo mismo -pero en
sentido contrario- ocurre cuando se hace un acto positivo, se genera un
efecto o cadena de efectos positivos, que las mentes primitivas o simples
pueden denominar como "premio".
Todo esto viene a colación de la señal en la frente de Caín.
El Cosmos sufrió una terrible alteración al ser asesinado Ebel, tal como
ocurre con cada crímen. El Cosmos (personificado -perdón por la
expresión- en Dios) reclama que de algún modo sea restaurado el
equilibrio ("La voz de la sangre de tu hermano clama a Mí desde la
tierra" Bereshit / Génesis 4:10), y eso
implica un costo energético inmeso. No es simplemente tener idea de la
magnitud del pecado... ¡es vivir todo su horror y ser señalado por el
Autor de Todo!
¿Cómo pretender que nada ha pasado?
¿Cómo simplificar el hecho diciendo que la muerte es parte de la vida?
¿Cómo obviar el inconmensurable daño perpetrado?
Quizás estos pensamientos, y otros de similar índole comenzaron a
atosigar a Caín, quien no podía escapar, por más que se escondiera que
fuera errante
y errático, su conciencia y Dios estarían ahí para reclamar...
justicia... reparación... no venganza o más miseria...
Tal como leemos: "Entonces Hashem puso una señal sobre Caín, para que no lo matase cualquiera que lo hallase."
(Bereshit / Génesis 4:15).
No es con más muertes que se restaura el equilibrio...
Ah, claro... ¿entonces qué explicar sobre la posterior ley del Talión,
o el reclamo de la sangre del asesinado por parte de la familia?... es
tema para otra ocasión.
Para concluir, la marca en la frente es la señal de la propia muerte, del
desequilibrio que genera... y al mismo tiempo de la terrible calamidad que
debió aprender a soportar Caín a partir de que fue encarado por su
error...
Arrugas de preocupación, marcas de ser consumido desde dentro por el mal
que no se pudo restañar...
Espero haber sido de beneficio, estoy a sus órdenes.
Shalom, Iebarejejá H' - Dios te bendiga.
Yehuda Ribco
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llegar que son siempre muy bienvenidas. |