Gracias por comunicarse.
Esencialmente, no habría problemas legales
de base con el hecho de que las mujeres sean llamadas a la lectura de la
Torá, u oficien como lectoras públicas de la misma.
De acuerdo a esto, reformistas, reconstruccionistas y algunos
conservadores convocan a las mujeres a la Torá.
Sin embargo, los ortodoxos (y algunas congregaciones conservadores) se
oponen firmemente, argumentando el principio de "kevod hatzibur"
- respeto al público- (TB Meguilá 23a).
¿Qué es esto?
Ante todo, debe quedar claro que kevod hatzibur no solo se
determina en esta situación, existen otras diversas, sin relación con la
mujer.
Antiguamente el que era llamado a la lectura de la Torá no sólo
bendecía, sino que también acostumbraba a leer la porción que le
tocaba. Si alguna persona no leía, el oficiante se hacía cargo. En las
sociedades chauvinistas que nos tocó vivir, era considerado ofensivo el
que una mujer tuviera mayor prestancia que el varón en el campo del
conocimiento (para entender esto, lean los informes del trato a las
mujeres en países fundamentalistas islámicos, bajo el Talibán, por
ejemplo). Para acompasar la vida judía a la del entorno (generalmente
hostil), nuestros Sabios debieron tomar en ocasiones forzadas
determinaciones. Y, a mi modesto entender, ésta es una de ellas.
Considerar que si una mujer sabía leer una porción de la Torá, en tanto
que el varón no, era un humillación pública del hombre, es una
cuestión comprensible en su contexto cultural e histórico (tal como
comprendemos que mujeres no islámicas vayan cubiertas con el chador -velo-
si visitan Irán, por ejemplo).
Las condiciones históricas y sociales para la mayoría de los judíos han
cambiado, pero, en ocasiones algunos reglamentos cuentan con candados
legales, que no les permiten ser actualizados.
Otro argumento en contra, es que no están
obligadas a la lectura de la Torá, en tanto que los hombres sí (TB Rosh
HaShaná 33a).
Y, existe un pincipio que dictamina que el que está exento con su acción
(con voluntad de ser extendida) no da cumplimiento para el que está
obligado. Por lo que, si una mujer leyera de la Torá públicamente no
estaría pecando con ese acto, pero tampoco estaría liberando a los
hombres presentes de la obligación que ellos poseen de lectura de Torá,
y ellos si estarían incurriendo en omisión.
Por lo que, para liberar a todos los presentes del precepto de lectura de
Torá, es preferible que sea un varón adulto el que la lea.
Por último, está el tema del pudor
necesario. Para preservar la dignidad del momento, se considera preferible
no hacer intervenir activamente a las mujeres en estos actos públicos.
Como sea, en una reunión de mujeres ellas
se pueden encargar de la lectura de la Torá.
Espero haber sido claro, quedo a las
órdenes,
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y nos permita pronto construir
Shalom.
Yehuda Ribco
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