Gracias por comunicarse.
Quizás el artículo al que usted se refiere
sea: "Según el ojo..."
Lo sea o no, recomiendo encarecidamente su lectura pues contesta en buena
medida alguna de sus interrogantes, y nos abstenemos de estar repitiendo
conceptos.
Veamos qué dice Dios en Su Torá:
"(20) ''No tendrás relaciones
sexuales con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella.
(21) ''No darás ningún descendiente tuyo para hacerlo pasar por fuego
a Moloc. No profanarás el nombre de tu Elokim. Yo, Hashem.
(22) ''No te acostarás con un hombre como uno se acuesta con una
mujer. Eso es una abominación.
(23) ''No tendrás cópula con ningún animal, contaminándote con él;
ni mujer alguna se pondrá delante de un animal para tener cópula con
él. Eso es una depravación."
(Vaikrá / Levítico 18:20-23)
Pongámonos en el contexto.
Los versículos previos a la cita nos indican las relaciones sexuales
prohibidas, en especial las incestuosas.
Los versículos posteriores nos dicen uno de los fundamentos para estas
restricciones sexuales:
"Guardad, pues, lo Mío que habéis
de guardar [ordenanza], no cometiendo las cosas abominables que se
practicaban antes de vosotros; y no os contaminéis con ellas. Yo Soy
Hashem, vuestro Elokim.''"
(Vaikrá / Levítico 18:30)
El fundamento es:
si la persona tiende a practicar cosas que el Eterno no desea que
practique,
eso la distancia (en sentido espiritual) de Él;
y resulta en reacciones materiales adversas al crecimiento integral de la
persona.
¿Qué pasa específicamente con el
homosexualismo?
La Torá prohíbe la relación sexual entre varones, sea en posición
pasiva o activa.
La considera algo indigno, tal como lo es comer alimentos prohibidos (ver
Devarim / Deuteronomio 14:3), tal como es no acatar los límites impuestos
por Su Voluntad y Sabiduría.
Aunque más adelante (Vaikrá / Levítico 20:13) dice que el tribunal debe
aplicar luego del juicio la pena capital.
Sin embargo, la Torá no prohíbe que un hombre ame a otro varón.
Tenemos el ejemplo de David y Iehonatán, que se amaban profundamente, que
son ejemplo de amor, y son alabados por la pureza de sus sentimientos...
pues, era un amor que no se centraba en la sexualidad, en el desagote de
los instintos carnales, sino que se elevaba en la conjunción de dos almas
gemelas (I Shemuel / I Samuel 18:1).
Además, y no es un detalle menor, el amor de estos dos personajes no se
convirtió en un cerrarse al Mundo, en centrarse en un yo-tú excluyente
de otros, sino que permitió que su amor, otro tipo de amor, se
construyera junto a sus esposas, a sus hijos...
Por lo tanto, si un varón ama a otro, ¿cuál es el problema?
Si una pareja de varones se sienten mutuamente atraídos, ¿a quién,
aparte de a ellos, le debe interesar?
Sin embargo, si su amor deviene en actos prohibidos, o en abandonar los
lazos con el Mundo, entonces, en sus manos (en las de ellos, y sólo de
ellos) está el intentar liberarse de una relación que los hace descender
(espiritualmente estamos hablando, y no en su dignidad como personas, o en
su valor humano) en lugar de crecer.
¿Por qué la prohibición?
En principio digamos que la ciencia en un momento consideraba a la
práctica de la sexualidad entre varones como una aberración. Luego como
una enfermedad, una parafilia similar a la zoofilia (prácticas sexules
con animales), o a la paidofilia (ídem con niños). Hoy en día entra
dentro del campo de la normalidad. ¿Y mañana...?
No sabemos cabalmente qué conduce a un hombre hacia la homosexualidad.
Puede ser un componente genético. O uno hormonal. O emocional (fobia a
las mujeres, por ejemplo, que lleva a buscar el consuelo sexual con
un varón). O educativo. O cultural.
Sea cual sea el motivo, y las razones, desde un punto de vista estricto de
la Torá, el que el varón ejerza su genitalidad con otro, no es lo
correcto, ni lo apropiado, ni lo digno para ellos. Pues, la Torá nos
enseña que es el hombre conjugado con la mujer, la mujer conjugada con el
hombre, el ideal (Bereshit / Génesis 2:24) Porque es la reunión
de lo que fuera separado. Y, porque la sexualidad (hetero) posibilita
el sostén y difusión de la especie humana, tal como la Torá ordena
(Bereshit / Génesis 1:28)
Quizás es por esto que el versículo anterior a la prohibición de la
práctica genital homosexual, mencione una práctica idolátrica no
sexual: el ofrendar (hasta la muerte) al hijo primogénito a un dios del
terror. Quizás, para que sepamos que el que usa su simiente
en vano, desperdicia la oportunidad de perpetuar la especie, de
encontrar un camino a la inmortalidad...
Y quizás la Torá recién en el versículo posterior prohíbe las
relaciones sexuales con animales, como para hacernos recordar que Adam
buscó entre los animales aquello que le posibilitara completarse, pero no
lo halló.
Adam encontró su interidad e integración cuando reconoció la existencia
de la mujer, y ésta la de aquel... (Bereshit / Génesis 2:18-25)
¿Qué pasa si en la familia hay un
homosexual?
Se lo debe amar, respetar, valorar, comprender y en lo posible hacerlo ver
que él tiene la responsabilidad por sus actos, por su vida, y que de su
decisión depende el camino que seguirá.
Para finalizar, la Torá parece ser muy dura
con el que practica su homosexualidad de forma genital. Esto lo podemos
entender al menos desde dos aspectos:
-
quiere hacer entender la importancia de
buscar y hallar la pareja acorde para que la persona se complete
con corrección;
-
nos habla alegóricamente de la muerte
que sobreviene a aquel que en su vida "no plantó un árbol (Eretz
Israel, o cumplimiento de mitzvot), no escribió un libro (sefer
Torá), ni creó un hijo"...
Salud y paz
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y nos permita pronto construir
Shalom.
Yehuda Ribco
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