Gracias por comunicarse. Para su otra
pregunta hallará respuesta en la próxima RaP.
Me resulta sumamente dificultoso responderle
a su pregunta, pues sencillamente, no la comprendo.
¿Qué significa salvación?
¿Salvación que ofrece el judaísmo? ¿De qué? ¿Cuándo? ¿Por qué?
¿Para qué? ¿Cómo? ¿A cambio de qué? ¿Salvación?
Cuando el Tanaj (lo que erróneamente se
llama Antiguo Testamento) la menciona, habla directamente de lo que su
diccionario le indica llanamente que es esta voz: librar de un riesgo,
sortear un obstáculo, vencer la contrariedad, y por el estilo.
Muy poco, o nada que ver con espíritu, limpieza de pecados, eternidades,
etc.
Veamos ejemplos claros.
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Tehilim / Salmos 20: Dios salva a quien
lo invoca de manos de los enemigos.
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II Melajim / II Reyes 19: Dios salva a
Iersuhalaim del asedio del enemigo.
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Tehilim / Salmos 28: Dios salva de
calamidades y penurias a quien confía en Su Poder.
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Tehilim / Salmos 98: Dios da la victoria
a Su Pueblo escogido, haciéndoles vencer victoriosos ante todas las
dificultades y los planes de los reinos adversos.
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Shemot / Éxodo15: Dios liberó a Su
Pueblo de la esclavitud de Egipto.
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Ieshaiá / Isaías 12: Dios salva de los
peligros, y permite vivir con seguridad, paz y armonía.
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Ieshaiá / Isaías 49: Dios da paz a la
Tierra de sus escogidos.
La salvación es en este mundo, aquí
en lo cotidiano, pues es el movimiento por sortear todos los pesares que
apesadumbran el ánimo, y por otra parte es la alegría que permite el
encuentro con el prójimo y con Dios.
Como es fácil ver, el justo sabe que la
salvación proviene del Eterno (aunque a veces se represente en la acción
de una persona, un grupo, un evento, etc.)
Por lo tanto, podemos argumentar que la salvación es, en primera y
última instancia, la intervención favorable de Dios, aunque Él
no esté visible para el salvado. Una vívida descripción sobre el
particular es la historia de Purim,
que la encuentra en el libro de Esther.
Para alcanzar la comprensión de esto, es necesario limpiarse antes
de los pecados, es decir, iniciar
el camino del retorno a la esencia, pues es preciso estar en pos de
Dios, para enconrtarLo en cada una de nuestras sendas.
Por lo tanto, no es un regalo, ni un don, ni una merced; sino que es
esfuerzo, trabajo, dedicación, empeño por lograr allanar el camino a la
salvación.
Así que, en definitiva, la salvación es muy humana, muy material, muy
cotidiana, muy accesible, muy trabajosa de conseguir...
El Mundo por venir, la vida eterna, no se consigue como
regalos o inspiradas salvaciones, sino con práctica de buenas acciones y
el intenso estudio para aprender y entender cómo cumplirlas...
A las órdenes.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y nos permita pronto construir
Shalom.
Yehuda Ribco
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