Responsable: Lic.  Prof. Yehuda Ribco (Elul 3, 5761 - 22/08/01)

Beshem H' El Olam


 Respuestas a Preguntas // Estudios

 La marca del equilibrio

Continuación de una respuesta anterior.

Shalom.

A todo lo ya explicado, vamos a añadirle un estudio más.

Caín era el agricultor, el hombre dedicado a la tierra, a lo quieto, receptivo.
Ebel era el pastor, el hombre dedicado a los animales, a lo móvil, fluctuante.
Vemos, por un lado, una imagen del desarrollo de la sociedad, tal como si se representara la extinción del tipo nómade, desarraigada y universalista a manos de la cultura sedentaria, asentada en localidades, nacionalista-localista.
¿No da para pensar?
Relea los escasos versículos del capítulo 5 de Bereshit / Génesis con esto en mente, y luego dígame que le parece...

Pero, yendo a una visión un tanto más esotérica, podemos decir que al ser Ebel asesinado por su hermano, éste asumió parte de la identidad del muerto.
Mire el versículo 9. Dios indaga: "¿Dónde está tu hermano Ebel?". La interpretación literal, de lo evidente, es obvia: Dios pregunta porque sabe que ha muerto, y para inducir a que de algún modo confiese su crimen el asesino.
Pero, en la visión que desemboza lo oculto de lo latente, podemos suponer que Dios le está interrogando: ¿qué de él hay en ti?
Ahora, con esto presente, reveamos el verso 12, cuando Dios le dice: "Cuando trabajes la tierra, ella no te volverá a dar su fuerza. Y serás errante y fugitivo en la tierra.", lo que hasta ahora era la identidad (al menos laboral) de Caín, ya no le sirve más. El trabajo de la tierra no le dará su fuerza, es decir, Caín dejó de ser quien era antes del asesinato, su fuerza ha sido modificada, disminuida. Ahora, para continuar existiendo debe tomar parte de las características personales (energía vital) del occiso: "errante y fugitivo en la tierra".
Y como vemos en el versículo 17, a pesar de la maldición, efectivamente construyó una ciudad, pues, Caín seguia siendo él, uno que se establecía, pero, ahora con atributos del difunto... errante y vagabundo.
En breve conlusión, la frente de Caín portaba una señal, de que era (en cierto modo) Ebel.
Los opuestos se mezclaron, y formaron una nueva realidad, el ser Caín tras la muerte de Ebel. Los dos formaron un tercero.

Bien, espero haberle sido de utilidad, a las órdenes.
Bendiciones.

Yehuda Ribco

Si les quedan interrogantes, comentarios o sugerencias, háganlas llegar que son siempre muy bienvenidas.


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