Gracias por comunicarse, sus preguntas son
siempre edificantes.
Usted hace referencia a un comentario
nuestro a la parashá Nitzavim
publicado recientemente, en el cual decimos: "La Torá afirma que para Israel es más sencillo de lo que parece a simple
vista. Lo que debe hacer cada uno de los integrantes de la Nación, es
decidir entre lo que es bueno y lo que no lo es... y optar siempre por lo
positivo, por lo que promueve la vida, apartándose del engaño, el error,
la miseria, la pereza, el incorrecto proceder.
Y la decisión se debe tomar basados en la palabra de la Torá, pero
también en lo que el corazón sabe qué es lo mejor, pues tal como está
escrito: "las palabras de la Torá están muy cercanas, en el
corazón y en los labios... para decirlas y cumplirlas"".
La última de las
frases es parafraseando a:
"Ciertamente muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas."
(Devarim / Deuteronomio 30:14)
Primero, aclaremos un término.
Corazón no significa el órgano que bombea sangre al resto del organismo.
Sino que es tomado como una representación de la intimidad de la persona.
Corazón es el Hombre allá donde no se puede enmascarar como otra cosa.
Entonces, cuando este humilde maestro, de
acuerdo a lo que aprendió del Árbol de Vida, enseña que hagamos lo que
el corazón sabe que es lo correcto, ¿significa que cada cual puede hacer
lo que su corazón le dicta, y suponer que está en la senda del
crecimiento y vida?
No. Pues, el corazón del Hombre -desde muy joven- alberga una tendencia
hacia lo negativo, tal como afirma Dios en Su Torá (Bereshit / Génesis
8:21).
Por lo tanto, para que el corazón tome una decisión moralmente correcta
debe reencontrar el camino hacia el Bien, que nos conforma.
Esto se consigue merced al estudio de Torá, y al empeñoso esfuerzo con
el cual se debe acometer la labor de perfeccionarnos,
y perfeccionar
al Mundo.
Tal lo que hemos escrito en el artículo aludido: "La decisión se
debe tomar basados en la palabra de la Torá...", es decir, sólo
corazón, sin dedicación, sin educación, sin trabajo... a menudo se
queda en bonitas intenciones vacías... ¡o peor!
Dije que el Bien nos conforma.
Así es. Porque, tal como la tendencia al Mal es parte nuestra, también
lo es la tendencia al Bien. Y el componente del Bien, tiene una ventaja,
pues por estar nosotros hechos con espíritu insuflado por Dios, estamos
conformados por una parte de Él. Por lo tanto, para toda persona,
incluso la que ha llegado al más bajo de los niveles morales, la
posibilidad de la teshuvá
existe... aunque se la desaproveche.
Esta preminencia estructural del Bien en la
persona es lo que me permite decir: "el corazón sabe qué es lo
mejor".
Porque, es como si hace mucho, mucho tiempo hubiéramos escuchado una
melodía especial. Y luego, el paso de la vida nos llevó a olvidarla, a
perder noción de su existencia. Hasta que en alguna ocasión,
desprevenidamente, la sentimos susurrar y nos suena como algo muy antiguo
y muy arraigado allí en lo profundo y lejano de nuestra memoria, de
nuestro ser... pero reconocible... es la
antigua melodía que nos hace sentir en casa, que nos resulta
extrañamente familiar. Por lo
que, procuramos hacer del susurro un estruendo. De las tenues imágenes
del pasado, una realidad presentificada.
Eso que el corazón guarda, para algunas personas en cajones
extremadamente recónditos y sepultados. Para otros, flotando a la deriva.
Para algunos, a flor de piel, como modo de conducirse por la vida.
Eso que está ahí, es el Bien.
Como usted sabiamente dice, la puerta queda
entreabierta...
Si le quedan dudas, estoy a sus órdenes.
Shaná Tová - Buen Año.
Shalom, Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y nos traiga la Paz.
Yehuda Ribco
Si les quedan interrogantes, comentarios o sugerencias, háganlas
llegar que son siempre muy bienvenidas. |