Shalom.
Gracias por participar.
Dice el Eterno:
"Yo haré de ti una gran nación. Te
bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que
te bendigan, y al que te maldiga maldeciré. Y en ti serán benditas todas
las familias de la tierra."
(Bereshit / Génesis 12:2-3)
Varias son las enseñanzas que a lo largo de
las generaciones han florecido de estas palabras.
Yo le daré dos ideas, nada más, para responder a su
interrogante: ¿antes de Avraham las naciones eran malditas?
La primer idea hace referencia al contexto de
la frase.
Para nada se menciona que se esté refiriendo a una nueva bendición, o
a algo inexistente. ¿Por qué suponer que las naciones eran malditas antes de
Avraham?
Lo que la Torá enfáticamente dice es que las naciones que estén próximas al
judaísmo (que somos los herederos de Avraham), serán benditas.
En tanto que las que atentan contra Israel, esas son malditas.
¿De qué bendición y maldición se está tratando entonces?
De nada más, ni nada menos, que de los efectos de las conductas de cada
cual.
Está el que opta por vivir de modo armonioso, pacífico, agradable,
trascendente; y esa forma de vivir es su recompensa, su bendición.
Y está el que pasa los días plagado de odio, inquina, resentimiento,
amargura, soledad, vanidad; y esa manera de perder el tiempo es su castigo,
su maldición.
Antes de Avraham hubo personas que eran benditas, y otras que no. Ahora iban
a tener una nueva oportunidad para elegir, entre ser amigos de Avraham, y
por lo tanto gozar de la amistad (bendición); o pasar la vida llenos de
odio, y por lo tanto cargar con la maldición (que ellos mismos se
construyeron).
La segunda idea que le puedo aportar tiene
relación con la Torá.
La
humanidad recién llegó a su adolescencia, es decir, a su primer
etapa de responsable madurez, con la aparición de la descendencia de
Avraham, con los hebreos libertos de Egipto.
Recién entonces el Eterno manifestó Su mensaje, que nosotros conocemos como
"la Torá".
Antes de alcanzar este estadio de madurez, la humanidad no estaba capacitada
para recibir la Torá, con todo el inmenso compromiso que conlleva (aún la
mayoría de la gente parece incapaz de hacerlo).
La bendición que refiere el versículo que a usted le interesa, no es otra
que la Torá, y el fiel cumplimiento de los mandamientos que en ella se
ordenan.
Pues, Torá es vida y bendición, tal como leemos:
"Mira, pues, yo pongo hoy delante de ti
la vida y el bien, la muerte y el mal, con el fin de que ames al Eterno tu
Elokim, de que andes en Sus caminos y de que guardes Sus mandamientos, Sus
estatutos y Sus decretos, que yo te mando hoy (en la Torá). Entonces
vivirás y te multiplicarás, y el Eterno tu Elokim te bendecirá en la
tierra a la cual entras para tomarla en posesión.
Pero si tu corazón se aparta y no obedeces; si te dejas arrastrar a
inclinarte ante otros dioses y les rindes culto, yo os declaro hoy que de
cierto pereceréis."
(Devarim / Deuteronomio 30:15-18)
¿No está patente y evidente la idea?
La bendición radica en ser fieles al mensaje de la Torá, a acatar cabalmente
sus mandamientos, a ser estrictos en nuestra conducta tendiente a la
trascendencia.
Y la maldición, es todo su contrario.
Por lo tanto, las naciones amigas de
los que judíos y que aprendieran los modos de vida de los judíos educados en
Torá, entonces serán benditas. No por milagro, no por recompensa
maravillosa... sino por respetar las leyes objetivas que el Creador ha
impuesto al universo.
¿Entiende?
Si el gentil ama al judío (practicante de los preceptos y estudioso de
Torá), y por lo tanto aprende los caminos que son agradables al Eterno,
entonces su vida será una bendición.
Que el andar por los caminos de Dios, es decir, cumplir Sus mandamientos, es
la bendición, lo leemos cuando explícitamente Dios le declara a Avraham:
"En tu descendencia serán benditas todas
las naciones de la tierra; por cuanto obedeciste Mi voz."
(Bereshit / Génesis 22:18)
En un resumen de las ambas ideas que le he
dado: la bendición radica en usted, y sólo en usted. Si usted actúa de
manera positiva, y amigable para con los judíos, aflorará lo mejor que el
universo tiene reservado para usted.
Si por el contrario, prefiere ser un destructor, y odiar a los judíos, a la
Torá, y los designios de Dios... ya el universo se encargará de devolverle
lo que le corresponde.
¿Se comprende?
Bien mi apreciado Florentino, espero que sus
días continúen siendo de bendición para usted y los suyos, y quedo a sus
órdenes.
Aprovecho para desear a todos un 5763 de
plenitud y bendiciones, ¡Shaná Tová!, y recuerden que la tzedaká es
uno de los favorecedores en el juicio de Rosh HaShaná, y de la
liberación personal-social.
Recuerden que me agradaría recibir sus
comentarios edificantes en la casilla de e-mail:
comentario@serjudio.com?subject=rap1337
Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que
sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco |