Gracias por su opinión.
Tan
intolerante resulto, que publico su cuestionamiento, aunque no cumple
con los requerimientos básicos
para ser incluida en SerJudio.com, pues no trata ni de judaísmo, ni de
psicología, ni del crecimiento integral de la persona y la sociedad... en
fin...
Además, y ya yendo al tema, me pregunto: ¿es una actitud intolerante
respetar la propia identidad sin querer
(adrede o por ignorancia) borrar los rasgos propios en pos de asimilarse a
otros?
¿Es una actitud intolerante ser respetuoso de Dios y del prójimo
(aunque profese sus creencias ajenas (incluso idolátricas))?
¿Es una actitud intolerante establecer límites precisos entre lo que es
correcto y apropiado para uno, y lo que no lo es?
¿Es una actitud intolerante oponerse (sin atacar, ni destruir, ni denigrar)
a revestirse de lo que no está de acuerdo a la Tradición ni con la esencia
propia?
Señora mía, me parece que su idea de
intolerancia es de por sí bastante intolerante...
Si usted, siendo judía como
dice, se reúne a celebrar la Navidad, ¿qué quiere que yo le diga?
¿Que la felicito?
¿Que usted es un ejemplo?
¿Que usted con su actitud demuestra tolerancia?
Me temo que no puedo hacer esto.
Lo que sí lo puedo decir es que está comportándose de un modo que se aleja
de lo que le es propio, para asumir lo que no le pertenece. Que está
esfumando activamente su acervo personal para adquirir bienes ajenos. Que
está introduciéndose en la falsedad (pues la idolatría es
falsedad,
y porque vivir conscientemente con la máscara de ser como no
se debería ser... es el colmo de la falsedad)
Por lo que señora apreciada, lamento parecerle intolerante... pero, ¿qué le
puedo agregar?
En cuanto al espíritu
navideño.
En verdad, no tendría porqué abordar este tema, y tampoco sé mucho de él.
Pero una pequeña reflexión.
Si el mentado espíritu es lo que se promociona en las películas, revistas,
diarios, en la calle, en las conversaciones de vecinos, conocidos, etc.,
pues, permítame que le diga que no quiero aproximarme mucho a él.
¿Un espíritu que se desespera por recibir regalos en lugar de abrirse a dar?
¿Un espíritu que celebra la parranda, el ruido, la alegría vacía... en lugar
del recogimiento, de la placidez, la armonía, el real gozo?
¿Un espíritu que se encarna en el relleno Papá Noel (o como se llame en su
lugar), que simboliza la magia que reduce la
vida a una burbuja de esperanzas vacías (aunque muy bonita, por cierto)?
¿Un espíritu que predica noches de amor y paz, pero que no extiende la mano
al prójimo, ni reduce las armas a arados, ni hace de tanques -tractores?
¿Un espíritu que derrocha dinero en tonterías, mientras el hambriento ya ni
fuerzas tiene para tender la mano rogando por una limosna?
Me pregunto, en mi
intolerancia, ¿por qué será que los judíos no tenemos en nuestras
tradiciones la necesidad de inventar un Papá Noel? ¿Ni de promocionar
milagros y maravillas tales como imágenes sangrantes, piedras que lloran,
curaciones extraordinarias, aguas encantadas, etc.? ¿Ni una fecha en lo que
parece sobresalir -al menos por lo que la publicidad muestra- es el ánimo
comercial? ¿Ni un día para el alboroto
sin contenido?
En definitiva, ¿por qué será que no precisamos de magia, mitos, cuentos
hermosos, seres milagrosos, etcéteras, para
gozar
con nosotros mismos, nuestras familias, amigos y vecinos (...y Dios)?
Mi apreciada señora, lamento
mucho que usted necesite de las navidades para celebrar, pues, no sé cuánto
sentido
está construyendo usted en su vida. Me agradaría que pudiera re-flexionar, y
re-tornar a su esencia, así estaría en condiciones de celebrar a pleno
la
Vida, siendo respetuosa del prójimo y sus
creencias...
Y repito, lo que en mi
intolerancia ya he dicho en el texto
que tanto le afectó a usted:
...le deseo lo mejor a los visitantes cristianos en estos días, y en
particular Shalom para todos.
Iebarejejá H' - Dios te bendiga y que sepamos construir Shalom
Yehuda Ribco
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