landeta nos consulta:
¿Cómo se configura el pecado de la homosexualidad?
La Torá señala que «hombre que se acueste con hombre como con mujer» incurre en pecado.
¿Es el pecado de la homosexualidad solamente el acto sexual, es decir, la mera penetración?
¿Pecarían dos hombres que se besan y se acarician sin llegar a tener sexo?
Víctor Landera, 25 años, profesor, Colombia.
Shalom,
«Bendito el que viene en el nombre del Eterno.» (Tehilim / Salmos 118:26).
Bienvenido.
Hemos respondido a similares dudas en otras oportunidades, creo que debería hacer el pequeño esfuerzo de buscar en nuestro sitio y leer lo publicado. ¿Lo hará? Gracias.
Además, como supongo que usted es gentil, le quiero recordar que SU sitio es FULVIDA.com, donde encontrará el pan espiritual idóneo para usted.
No es la Torá ni el judaísmo la parte que le corresponde a los gentiles, téngalo presente y edifique su vida de acuerdo a lo que Dios ha preparado para usted.
Gracias.
El acto sexual entre varones es aborrecible, de acuerdo a lo que consigna la Torá.
Es una perversión, desvío, de la función sexual.
La función sexual es hermosa, bella, sagrada, cuando se realiza de acuerdo a los parámetros correctos.
Pero, cuando se pervierte su sentido o finalidad, no es otra cosa que una aberración, un desvío más o menos grave, que genera caos, confusión, dolor a nivel personal y colectivo.
Por supuesto que el varón que desea a otro varón no es de por sí un malvado, un corrupto, pero cuando pasa el deseo al acto, se configura un pecado (para judíos), por lo que se debe abstener absolutamente de todo acercamiento a la realización del deseo de contacto homosexual.
En cuanto a besos y caricias, si bien no son lo que parece estar prohibido en primera instancia, veamos que el versículo indica «como un hombre se acuesta con una mujer». ¿Eso hace pensar solamente en penetración?
Si fuera así, tampoco la relación genito-anal sería un pecado, ¿no?
Por lo cual, TODA relación sexual (caricias, besos, penetraciones, etc.) de índole homosexual han de ser evitadas por completo. Por completo.
La naturaleza del varón, la verdadera naturaleza, la inmutable, es para acoplar su vida a la de una mujer.
Esto no es modificable a gusto del individuo o de la sociedad.
Que sepamos construir Shalom.
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