Cuando la relación conyugal
parece estancada,
busca sazonarla de manera prudente,
antes de echarla por la borda.
El esfuerzo saludable,
puede ser bien recompensado
para ambos.
Pero,
no admitas el mal,
no seas dócil con la maldad,
no te asocies con la destrucción insensible,
no excuses el engaño mortal,
ni te precipites en los abismos del EGO
para fantasear con ostentar algún poder.
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