Queridos lectores,
En esta ocasión, continuamos con el tema de la existencia luego de la vida en esta tierra, Vamos a explorar y destacar cinco divergencias fundamentales entre Gehinom, el concepto judío, y el infierno cristiano. Aunque ambos términos se refieren a estados posteriores a la vida, sus significados y enfoques difieren significativamente. Veamos más de cerca estas diferencias:
- Duración y eternidad: El infierno cristiano se considera un lugar de castigo eterno, donde se padece una condena tormentosa y dolorosa por toda la eternidad, sin posibilidad de redención luego de la muerte.
En la tradición judía, Gehinom es siempre un proceso temporal y purificador, que puede alcanzar un máximo de 12 meses terrestres. -
Propósito y enfoque: En el infierno cristiano, el énfasis recae en el castigo y el sufrimiento, el cual es descrito con detalles de los tormentos físicos que se inflige a las almas. El propósito es el maltrato al alma que ha pecado, que sufra, que se duela, que se lamente, que padezca, no sirve para limpiarse del mal, sino para estar atormentados a causa de haber caído en el mal durante la vida.
Por su parte, en el judaísmo encontramos que ese proceso que se denomina Gehinom se centra en la purificación y la corrección de las memorias de las experiencias que se traen de la vida en este mundo. Gehinom tiene como objetivo brindar una oportunidad para que el ser borre de su memoria espiritual la mala información, con lo cual se habilita a que crezca en su capacidad de gozar espiritualmente. En lugar de infligir sufrimiento eterno, se hace una especie de terapia reparadora y misericordiosa. -
Naturaleza del sufrimiento: En el infierno cristiano, se cree que el sufrimiento es físico y mental. La mitología cristiana cuenta con precisos informes de las torturas que se ejecutan en las almas que han pecado, de los horrores infinitos y recurrentes que han de padecer por toda la eternidad.
En la revelación que el judaísmo nos trae, encontramos que en el proceso denominado Gehinom, el sufrimiento se considera secundario, y que es asimilado con la vergüenza para el ser de estar reconociendo sin mentiras ni tapujos los errores y malas conductas. No se trata de castigos corporales, ni se busca dañar al que ha pecado, sino que es un estado de aflicción y arrepentimiento por las acciones negativas cometidas durante la vida, donde el alma se enfrenta a la vivencia de las consecuencias de sus elecciones, tanto en sí como en otros, y ya que no buscó la reconciliación (teshuvá) en vida, ahora debe confrontar sinceramente con ello. Es parte de un proceso misericordioso de Dios para beneficiar al ser que ha estado conectado a una limitada vida terrenal. -
Redención y oportunidad de cambio: El infierno cristiano se percibe como una condena final sin posibilidad de redención.
El proceso del Gehinom es como una lavandería por la cual pasar para salir limpio y planchado.
Ofrece la oportunidad misericordiosa para la purificación de la memoria y el cambio de percepción del placer espiritual. El ser no tiene la posibilidad de corregir sus errores, pues la teshuvá es solamente para los que estamos con vida en esta tierra, sin embargo, la Bondad Divina le permite alcanzar un estado de elevación espiritual a través del proceso en Gehinom. -
Enfoque en la vida terrenal: En la tradición judía, se enfatiza la importancia de vivir una vida justa y ética en este mundo, y las acciones realizadas durante la vida tienen un impacto directo en la experiencia en Gehinom. Por otro lado, el infierno cristiano a menudo se asocia con el juicio final y la condena basada en la fe en Jesús como salvador. Es decir, para el judaísmo lo que importa es la acción, en una amplitud enorme de posibilidades de ser socio de Dios en este mundo; en tanto que para la creencia cristiana, lo que decide todo no son las obras, sino la mera fe en un salvador sobrenatural.
Es crucial comprender estas diferencias para apreciar la riqueza y la singularidad de las enseñanzas judías sobre el más allá. El judaísmo enfatiza la responsabilidad individual, el arrepentimiento sincero y el crecimiento espiritual durante la vida terrenal, y ve a Gehinom como un proceso purificador y correctivo en el camino hacia la trascendencia espiritual.
Espero que este artículo haya aclarado las diferencias entre Gehinom y el infierno cristiano. Los invito a explorar más a fondo estos conceptos consultando nuestras fuentes tradicionales y buscando la guía de eruditos judíos capacitados.
¡Hasta la próxima, y que la sabiduría ancestral del judaísmo ilumine su camino!
Con cariño,
https://youtube.com/yehudaribco