Está escrito en la parashá: “¡Esforzaos y sed valientes! No tengáis temor ni os aterroricéis de ellos, porque Hashem tu Elokim va contigo. Él no te abandonará ni te desamparará.” (Devarim / Deuteronomio 31:6)
“No hace tanto tiempo, en una feria de esas que se hacen allá en el gran país del Norte, estaba un vendedor de globos con helio. Cada tanto dejaba escapar uno de sus globos, para que la atención de los niños fuera atrapada por el grácil vuelo. Primero dejó volar uno blanco, y su venta creció un poco. Al rato, uno rojo, ¡y ese sí que picó el deseo infantil! Más tarde, uno amarillo. Lo siguió uno azul… y el negocio prosperaba.
Entre la multitud de chicos congregados en torno al globero, había un niño afro-americano que contemplaba concentrado la colección de globos.
Con timidez se aproximó al vendedor, y le preguntó: -Señor, ese globo negro… ¿también vuela como los otros?
El comerciante, que además de listo era prudente, respondió: -Querido, ¡no es el exterior lo que hace elevar al globo, sino su contenido!
Mientras dejaba elevarse al globo negro…”
Destellos de la parashá
Sidrá 52ª de la Torá; 9ª del sefer Devarim.
Entre pesukim 31:1 y 31:30.
Haftará en Ieshaiá 55:6- 56:8, cambiada este año por Haftará "Shuva Israel".
El final de los días de Moshé se aproximan.
Por lo que, de a poco, va dejando en orden la casa.
No son muchos los afortunados que conocen que su fin está por llegar.
Por lo que, deberíamos estar conscientes del valor insustituible de cada momento. Ahora es cuando deberíamos poner orden en nuestro caos. Ya, es cuando hacer las paces con el prójimo. No hay más tiempo que ESTE tiempo para concretar la paz interior, y la armonía con el entorno.
La pereza encuentra infinidad de excusas para no hacer lo que es menester de hacerse.
Y, entre excusa y alegato la vida se diluye…
Tenemos aún la ocasión de superarnos.
La fuerza y la valentía están dentro nuestro. Y contamos con el concurso del Eterno, que no nos abandona, aunque sintamos Su Presencia distante o inexistente…
Tenemos las herramientas a disposición, ¿no será momento de crecer?