El Creador ha puesto una chispa suya en cada elemento de la Creación.
Por tanto, hay alguna partícula de santidad incluso en en lo que parece más alejado de Él.
Tu tarea, si decides aceptarla, es tomar conciencia de este mundo invisible y sagrado, para que puedas redimir esas chispas de LUZ.
Con cada partícula liberada, encuentras más bendición a tu paso.
No lo olvides y compártelo para que el amanecer nos alcance a todos despiertos y plenos de energía sagrada.